NUEVA YORK (Reuters Health) - Un equipo de Francia afirma que la sulprostona análoga a la prostaglandina E2 está subutilizada en las mujeres con hemorragia atónica grave después del parto vaginal.
El equipo de la doctora Catherine Deneux-Tharaux, del Hopital Tenon en París, señala que los fármacos oxitócicos, como la oxitocina o la ergometrina, son una terapia de primera línea "ampliamente aceptada" para tratar el sangrado posparto.
Las prostaglandinas son una segunda opción cuando la hemorragia no se puede controlar, aunque los médicos optarían también por la embolización o la cirugía. Entonces, el equipo analizó si usar prostaglandinas como un segundo paso evitaría el uso de tratamientos invasivos.
Para eso, estudió a 4.038 mujeres con hemorragia atónica posparto. A 1.370 (un 33,9 por ciento) se les administró sulprostona; 1.227 mujeres tuvieron una hemorragia atónica grave y la mitad (el 53,5 por ciento) recibió sulprostona, según publica el equipo en Obstetrics & Gynecology.
El uso de sulprostona fue más común después del parto por cesárea (un 85,6 por ciento) que por vía vaginal (un 45,6 por ciento). Sólo 227 participantes tratadas con sulprostona (el 16,6 por ciento) necesitaron otras maniobras para controlar el sangrado. Esos procedimientos de tercera línea fueron más comunes después de las cesáreas que de los partos vaginales (un 26,1 frente a un 13 por ciento).
El uso de sulprostona fue significativamente más bajo en los hospitales públicos no universitarios con menos de 1.500 partos por año y en las maternidades sin obstetras o anestesistas disponibles las 24 horas.
Los efectos adversos de la sulprostona no fueron muy comunes (51 pacientes o un 3,7 por ciento). Dos tercios fueron problemas digestivos y sólo siete mujeres (el 0,5 por ciento) tuvieron complicaciones graves (cardíacas, hipertensión y asma), que se solucionaron por completo.
"A pesar de las bajas tasas de efectos adversos cardiovasculares o respiratorios potencialmente asociados con el fármaco, la sulprostona está subutilizada para el tratamiento de la hemorragia atónica grave posparto", concluye el equipo.
Y agrega: "Los resultados deberían alentar a los obstetras a indicar prostaglandinas con más frecuencia para controlar el tono uterino según las guías clínicas nacionales (...) Este paso del manejo de la hemorragia posparto, en especial tras el parto vaginal, debería ser el eje de próximas intervenciones educativas, sobre todo en las unidades con poca experiencia en el manejo de las complicaciones del parto".
FUENTE: Obstetrics and Gynecology, 2011