Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Pese a lo que afirman algunos estudios bien publicitados y de los pacientes que aguardan esperanzados un tratamiento, no hay evidencia sólida de que la esclerosis múltiple (EM) sea causada por un problema en los vasos sanguíneos, según una revisión de la literatura médica.
Eso significa que las personas que padecen la enfermedad no deberían someterse a una cirugía para abrir las venas que conectan el cerebro y la médula espinal con el corazón, dicen los investigadores.
"Es muy atractiva la idea de una rápida solución, de un mejoramiento quirúrgico", dijo a Reuters Health la doctora Bridget Bagert, cuyos resultados fueron publicados en Archives of Neurology. Pero agregó: "Realmente no es lo correcto si el problema no está establecido como real".
La EM ocurre cuando la capa que protege las fibras nerviosas comienza a romperse, afectando paulatinamente la comunicación del cerebro con el resto del cuerpo. Habitualmente se la considera un desorden del sistema inmunológico y no tiene cura.
En el 2009, sin embargo, un equipo italiano dirigido por el doctor Paolo Zamboni asoció la EM con una condición en los vasos sanguíneos, la insuficiencia venosa cerebroespinal crónica, CCSVI por su sigla en inglés.
La teoría es que las venas que transportan sangre desde el cerebro y la médula hacia el corazón se empiezan a achicar, haciendo que parte de esa sangre se filtre en el tejido del cerebro.
Zamboni y sus colegas concluyeron que eso podría provocar inflamación, finalmente generando los problemas de equilibrio y musculares observados en la EM.
Además, los estudios iniciales del equipo italiano sugirieron que la CCSVI es muy común en los pacientes con EM y escasa en las personas sin la enfermedad.
Pero tres trabajos independientes publicados desde entonces no han hallado una asociación clara, de acuerdo al nuevo reporte.
"Eso realmente pone en duda si la CCSVI existe y ni hablar de si es o no la causa de la EM", dijo Bagert, de la Fundación Clínica Ochsner en Nueva Orleans.
Luego de los primeros estudios de Zamboni, los pacientes con EM comenzaron a solicitar procedimientos para abrir los vasos sanguíneos y unos pocos especialistas se hicieron conocidos en la comunidad médica por estar dispuestos a conducirlos.
Para determinar si una persona tiene CCSVI, se toma una imagen de las venas usando un ultrasonido u otro tipo de dispositivo. Si los vasos sanguíneos parecen demasiado finos, los médicos pueden abrirlos inflando un pequeño globo en las venas.
Este tipo de operación se usa habitualmente en las personas en riesgo de ataque cardíaco y puede tener efectos secundarios como hemorragia o infección.
Pero los investigadores dijeron que es complicado para los médicos saber qué es lo que están buscando en las imágenes de los vasos sanguíneos y si cualquier elemento aparentemente extraño puede estar influyendo en los síntomas de EM.
"Aún hay una considerable información y conocimiento que no tenemos sobre la observación" acerca del rol de la CCSVI en la EM", aseguró Timothy Coetzee, jefe de investigación de la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, en Nueva York.
FUENTE: Archives of Neurology, online 11 de julio del 2011