LUNES, 18 de octubre (HealthDay News/HolaDoctor) -- Investigadores canadienses aseguran que no esperan que el virus H1N1, el de la llamada gripe porcina, sea muy grave este año, aunque están recomendando que todos los mayores de cincuenta, sobre todo los que tienen afecciones crónicas, se hagan vacunar este otoño.
Investigadores de Columbia Británica examinaron los resultados de las pruebas de sangre administradas a 1,127 personas en la provincia antes y después de la pandemia de 2009. Antes de la pandemia, menos de diez por ciento de los niños mostraron señales de anticuerpos, los "soldados" del sistema inmunitario que desarrollan resistencia a gérmenes específicos. En comparación, más de las tres cuartas partes de las personas mayores de ochenta tienen los anticuerpos, lo que sugiere que ya habían estado expuestas al virus.
Los autores del estudio anotaron que esto ayuda a explicar por qué los niños resultaron tan gravemente afectados por el H1N1, en comparación con las personas de mayor edad.
En comparación, luego de la pandemia, 70 por ciento de las personas de más de veinte años mostraron señales de este tipo de protección, según el informe publicado en la edición en línea del 18 de octubre de la CMAJ.
"El mayor porcentaje con seroprotección [anticuerpos en la sangre] que observamos en los jóvenes podrían haber resultado de índices de infección pandémica de H1N1 mayores y priorización anterior de vacuna contra el H1N1 para los niños pequeños", señaló en un comunicado de prensa del editor de la revista la Dra. Danuta Skowronski del Centro de Control de Enfermedades de British Columbia y de la Universidad de British Columbia.
Los investigadores escribieron que suficiente gente parece estar protegida "por lo que estos hallazgos tranquilizan acerca de las probabilidades de una tercera ola pandémica sustancial de H1N1 durante la temporada de 2010 a 2011, a menos que haya una reducción significativa de anticuerpos o cambio en el virus".
También hallaron que "los adultos de entre 50 y 79 exhibieron la seroprotección más baja y continúan en mayor riesgo de resultados graves si resultan infectados. Nuestros hallazgos respaldan un cambio para que en lugar de dar prioridad a la vacunación de los jóvenes que tuvo lugar en el otoño de 2009 se le dé prioridad a los adultos mayores para la temporada de influenza 2010 - 2011 que se avecina con el fin de proteger contra los resultados graves de la gripe pandémica y estacional".
El Dr. Peter Katona, profesor asociado de medicina clínica de la Universidad de California en Los Ángeles, advirtió, sin embargo, que es imposible saber con seguridad qué hará la gripe. "La gripe es impredecible, independientemente de lo que digan los modelos y lo que indica la vigilancia precoz", señaló en una entrevista. "Puede ir en direcciones distintas por razones complicadas que no se pueden determinar con anticipación".
En un estudio acompañante, los investigadores afiliados al Hospital Mount Sinai y a la Universidad de Toronto informan que la respuesta de Canadá a la epidemia conlleva dos lecciones. "Los eventos del año pasado claramente muestran que nuestros métodos actuales de producción de vacunas son demasiado lentos para lograr una respuesta adecuada a la pandemia, que buena parte de nuestra planeación de vacunas relacionadas con pandemias estaba incompleta y que incluso el programa mejor intencionado puede resultar socavado por eventos internos y externos inesperados".
En cuanto a la respuesta estadounidense, señaló Katona, "yo tendría cuidado de ser crítico. Esta fue una tarea complicada y difícil para las autoridades sanitarias. Asumieron un reto enorme".