Informarse es la clave

Fitomedicina: “La medicina de la actualidad”

El uso de plantas o sustancias vegetales con fines medicinales es una práctica milenaria que en las últimas décadas tiene gran presencia en el mercado mundial, con mayores estudios científicos, prescripción médica y aceptación del paciente.

Autor/a: IntraMed Ecuador

Se utilizan fitofármacos — es decir medicamentos a base de vegetales cuya eficacia terapéutica y seguridad ha sido comprobada científicamente, mediante estudios clínicos en algunos casos, o en  la  práctica de la atención primaria de salud.

Los fitofármacos son de venta libre  y constituyen alternativas terapéuticas con las que cuenta el médico para el tratamiento de todo tipo de trastorno.
 
Según el estudio financiado por el Centro Empresarial México-Unión Europea (CEMUE-PIAPYME), al año 2006 en 25 países que conforman la Unión Europea existen 21.454 productos fitofarmacéuticos registrados, entre cuyos productores de materia prima sobresalen Alemania y Francia.
 
En la Unión Europea 1.444 farmacéuticas conforman la industria farmacéutica. Sólo en Francia, las empresas de fitofármacos generan más de 60.000 millones de euros anuales.
 
Los grandes grupos industriales priorizan el cultivo de plantas de mayor rentabilidad, entre tanto las empresas medianas y pequeñas se especializan en la producción de plantas y su transformación para la fabricación de fitofármacos.
 
El mencionado estudio sostiene que “el éxito de la fitoterapia se explica ante todo por el nivel de excelencia tecnológica que se ha alcanzado actualmente, en este sector”.
 
Algunos de los fabricantes usan elevados estándares de calidad; similares a los recomendados para la fabricación de los fármacos convencionales. Además, sostiene que la agronomía, la química y la farmacología, principalmente, han permitido crear esquemas médicos y terapéuticos más seguros y eficaces.
 
La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), en un estudio sobre la industria farmacéutica, recomienda “desarrollar guías para asistir a los países en vías de desarrollo para mejorar el suministro de plantas medicinales como materias primas o como productos procesados y continuar el fomento y promoción de colaboración activa entre países en vías de desarrollo y países desarrollados en todas las áreas concernientes a la mejor utilización de las plantas medicinales”, reconociendo el valor potencial de las plantas en el cuidado de la salud y el desarrollo económico.
 
Los fitofármacos una opción cada vez mas considerada
  
Para la doctora Rosa Romero, presidenta de la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría Filial Pichincha, la aceptación que tienen los fitofármacos se debe a que en la actualidad existen investigaciones científicas que respaldan su uso; además las universidades están incorporando a la Fitomedicina en su currículo académico.
 
La Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda a las autoridades sanitarias que cada país incluya las plantas medicinales en los sistemas de salud y en especial en atención primaria de salud.
 
Academias como la Americana de Pediatría están incorporando poco a poco este tipo de medicamentos para el uso como antibacterianos, anti cancerígenos y antiinflamatorios. Por todo esto, Romero sostiene para Intramed que la Fitomedicina es la “medicina de la actualidad”.
 
Existen fitofármacos desarrollados para diferentes tipos de patologías; especialmente para el control de la tos, como coadyuvantes en el tratamiento de diferentes afecciones respiratorias, para estimular la respuesta inmunológica, adicionalmente para el lavado de heridas, para el estrés etc.
 
Están  disponibles en varias presentaciones: jarabes, gotas, comprimidos efervescentes, cápsulas, polvo, infusiones, gel, entre otras y muchos de ellos tienen dosis clínicamente definidas de acuerdo a la edad del paciente.
 
Rosa Romero cuenta que sus pacientes tienen una apertura muy buena para el tratamiento con fitofármacos. ¿Por qué? Porque, ante todo, confían en su médico, y en los productos que recomienda.
 
Al tratarse de fitofármacos les explica a sus pacientes sobre el origen del medicamento, el proceso que ha tenido y la seguridad que le va a dar, solo asi podra utilizarlo con confianza.
 
Cada vez más los fitofármacos cuentan con respaldo científico, medicina basada en evidencia que avala su uso por parte de los profesionales de la salud, lo cual repercute en mayor aceptación de médicos y pacientes.
 
A aquellos médicos que  aún dudan de estos fármacos, sostiene la doctora Romero, les falta información actualizada en fármaco-medicina y experiencia con los fitofármacos, pues la información y la experiencia clínica, son los fundamentos básicos para generar confianza.
 
“Yo utilizo fitofármacos desde hace muchos años, más de veinte. Soy pediatra de medicina primaria, he trabajado en diferentes niveles de atención y conozco de la sabiduría de la gente sobre la utilización de este tipo de productos. Los usos de estos
medicamentos están siendo avalados científicamente, tienen buena aceptabilidad por la gente, y tengo la seguridad de que lo que yo receto es lo más adecuado para mi paciente”.
 
Enfatiza que en su consulta diaria habla con sus pacientes sobre los principios activos. Cuando prescribe fitofármacos utiliza “un adecuado nivel de conserjería para que puedan aceptarlos” y está abierta a cualquier duda y a cualquier pregunta que los padres de los niños que atiende le quieran realizar.
 
Perfil del consumidor, control sanitario, certificaciones ISO
 
Según el estudio de CEMUE-PIAPYME, entre las principales características que conforman el perfil del consumidor de fitofármacos en Europa se destacan:
 
a) Interés en:
 
— El consumo de productos naturales.
— Los nuevos productos, sabores y aromas
— Productos orgánicos y exóticos.
— Producción sostenible de plantas medicinales y productos herbolarios.
— Productos libres de componentes genéticamente modificados.
 
b) Preocupación por la salud, el envejecimiento, los productos eficaces y seguros.
 
Al ser utilizadas para productos de uso humano, en Europa las plantas medicinales deben someterse a normas y revisiones muy exigentes en materia sanitaria. Allí, un producto es considerado medicamento derivado de sus propiedades de prevención, tratamiento o cura de un padecimiento.
 
El Código de la Salud Pública, en su artículo L.511 establece que “(e) s considerado como medicamento cualquier sustancia o la composición de este que presente características curativas o preventivas con respecto a las enfermedades humanas o animales, todo producto que pueda ser administrado o relacionado con el hombre o animales para establecer una diagnóstico médico o restaurar, corregir o modificar sus funciones orgánicas”.
 
El estudio de CEMUE-PIAPYME destaca que las empresas del sector, especialmente los laboratorios, están sometidas a la certificación de ISO 14000 relativa al medio ambiente y a la organización del proceso de fabricación. También menciona la ISO 14001 y la ISO 14004 relacionadas con los requisitos sobre el sistema de administración del medioambiente que aplican las empresas fabricantes de medicamentos en sus procesos.
 
Existe una cláusula conocida como ‘uso tradicional’, que en países como Francia y Alemania “se refiere a que un producto debe mostrar haber sido utilizado en la UE al menos por treinta años. Esto dificulta el acceso de plantas y productos naturales que son desconocidos en Europa ya que no existe nomenclatura o referencia de los mismos en sus reglamentaciones, por lo que se cuestionan las dos garantías que solicitan de todo producto: a) calidad de los ingredientes libres de contaminantes, y b) seguridad para el consumo humano, indicando la fecha máxima de utilización”.
 
Informarse mejor
 
Pelargonium Sidoides
El estudio de las propiedades terapéuticas de las plantas sigue constituyendo un reto para la ciencia moderna. Los principios bioactivos que en ellas se han encontrado son muchas veces los ingredientes primarios utilizados por laboratorios farmacéuticos como punto de partida en el desarrollo de formas comerciales que serán patentadas para su uso terapéutico.
 
El cuidado de la salud de las personas es una lucha permanente en la que enfermedad y curación dependen del resultado de investigaciones sobre la eficacia e inocuidad de los medicamentos.
 
Los fitofármacos representan una alternativa, cada vez más considerada por los médicos y, por supuesto, la población. No obstante, para acercarse más a ellos es necesario conocerlos mejor. Afortunadamente en la actualidad la información está al alcance de todos.
 
En farmacopeas como la europea existen centenares de monografías de productos herbolarios que constituyen una muestra del crecimiento de este mercado.
 
Como se ha visto, es importante que los médicos demos alternativas a nuestros pacientes sobre productos de origen vegetal, y los asesoremos basados en fundamentos científicos sobre la eficacia terapéutica y seguridad que ofrecen estos medicamentos.