La TSLP es segregada por la piel dañada para alertar al organismo que la barrera protectora de la dermis ha fallado
De acuerdo con las conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Washington en San Luis (Estados Unidos) y publicado en la revista PLoS Biology (7(5): e1000067. doi:10.1371/journal.pbio.1000067), una sustancia segregada por la piel dañada por eccema podría desencadenar el asma en los niños.
La teoría proviene de un estudio con ratones que tenían una afección parecida al eccema, que sugiere que el tratamiento precoz del eccema y la inhibición de la sustancia desencadenante podría ayudar a prevenir el asma.
Se calcula que entre el 50-70% de los niños que tienen dermatitis atópica desarrollan asma, en comparación con cerca del 9% de los niños de la población general. En palabras del Dr. Raphael Kopan, investigador principal del estudio, “durante años, la comunidad clínica se ha esforzado para explicar la marcha atópica. Así, cuando descubrimos que la piel de los ratones que tenían una afección parecida al eccema producía una sustancia que anteriormente se había relacionado con el asma, decidimos investigar más. Y encontramos que los ratones también sufrieron de asma como respuesta a los alérgenos inhalados, lo que relaciona a la linfopoyetina tímica estromal (TSLP por sus siglas en lengua inglesa) con el eccema y el asma”.
Concretamente, los investigadores hallaron que la TSLP es segregada por la piel dañada para alertar al organismo que la barrera protectora de la dermis ha fallado. La TSLP activa una respuesta inmune en contra de los invasores. “Estamos muy emocionados porque hemos reducido el problema de la marcha atópica a una sola molécula –apunta el Dr. Kopan–. Hemos demostrado que la piel puede actuar como órgano señalador y dirigir la inflamación alérgica en el pulmón segregando TSLP. Ahora, será importante abordar cómo evitar que la piel afectada produzca TSLP. Y de lograrlo, la relación entre el eccema y el asma podría acabar”.