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/ Publicado el 15 de febrero de 2009

Tendencias:¿todo vale?

Crece y se diversifica la oferta de terapias a través de Internet

¿Quién fija los límites?

Fuente: Perfil

Hay tratamientos para casi todo. Desde el psicoanálisis clásico hasta terapias cortas y puntuales, pasando por curas para la depresión, las disfunciones sexuales o el tabaquismo. Los profesionales están divididos. Para algunos, esta modalidad es superadora porque al no haber barreras físicas se potencia el feedback. Incluso, dicen que los pacientes on line abandonan menos el tratamiento. Otros, sin embargo, advierten sobre la seriedad y seguridad de esta práctica, y dicen que hasta denigra la profesión. Los pacientes que se animaron aseguran que es mejor y que se sueltan más.

Por Brenda Focas

Posmodernos. La demanda de la gente empujó la oferta de ciberterapeutas. La mayoría tienen que ver con las distintas ramas del psicoanálisis y la depresión.

Con Internet se come, se educa y, ahora, también se cura. Tan amplia es la oferta de productos y servicios que se obtienen con sólo un click, que ya no podía quedar nada afuera. No sólo se puede contratar y consultar a psicólogos on line, sino que todo tipo de males como la depresión, en alza en todo el mundo, el tabaquismo y la eyaculación precoz, pueden ser tratados sin alejarse de la computadora. Los especialistas señalan límites a este tipo de terapias virtuales, pero no las descartan de lleno.

“No hay barreras físicas, no hay traslados ni esperas, ¡es fantástico! Y la ventaja es que te podés concentrar en las palabras del terapeuta, prestar más atención, no hay distracciones”, dice Alejandro P., de 40 años, quien pudo superar su depresión gracias a las sesiones virtuales. Dos veces por semana se conecta a su PC y allí espera a la doctora Celia Antonini, que maneja el sitio www.respuestasaladepresion.com, el cual recibe más 120.000 visitas por mes. De acuerdo a su experiencia, la terapia para paliar la depresión vía Internet resultó muy exitosa, ya que muchos pacientes ni siquiera tienen ánimo para levantarse de la cama, pero sí para conectarse. “La única desventaja real que le veo a esta modalidad es que no puedo abrazar al paciente cuando llega y cuando se va; fuera de esto no hay diferencia, e incluso hay menos abandono”, comenta Antonini.

Los encuentros en tiempo real pueden canalizarse mediante chat o messenger, e-mail, skype, webcam, y hasta se puede incluir algún encuentro presencial de vez en cuando.

“Luego de la sesiones, muchos se relacionan en los foros donde enseguida se encuentran con quienes atraviesan la misma situación y se sienten comprendidos; es otra forma de terapia”, agrega la doctora, que atiende gente de México, España, Argentina y Estados Unidos. Claro que para el extranjero las tarifas se cotizan en la moneda de origen, y van desde 45 a 90 dólares, mientras que en Argentina no superan los 100 pesos la sesión. Los sitios con propuestas para curar la depresión son los que más crecieron, junto con los que ofrecen terapias de corto plazo e incluso psicoanálisis. Y muchos pacientes que se fueron a vivir al exterior solicitan estos servicios, porque dicen que “no hay nada como un terapeuta porteño”.

“Cada año aumenta la cantidad de profesionales que ofrecen el servicio, porque hay más demanda. Llamativamente, mucha gente que hizo terapia presencial y no les fue bien, prueban on line, donde se sienten más a gusto”, comenta Sonia Cesio, que atiende a través del sitio www.enigmapsi.com.ar.

Los pacientes no ven más que ventajas: “Creo que es mejor que el tratamiento tradicional, uno tiene otra predisposición si está cómodo en su casa; además la confianza se alcanza más rápido”, opina Laura P., quien se conecta dos veces por semana con su psicóloga.

Algunos sitios incluso simulan desde la página principal un consultorio, donde el internauta puede tomar un turno, y aguardar en la sala de espera: “La computadora simplifica las cosas, el tiempo de las terapias se acorta, ya en el primer encuentro salen cosas que en la terapia presencial pueden tardar hasta tres meses”, comenta la psicóloga Cristina García Medina, que ofrece el servicio de sesiones por chat en www.encuentrospsi.com.ar.

Pero no todos los psicólogos coinciden en que esta modalidad puede desembocar en un buen tratamiento para los pacientes que buscan sentirse mejor. “Nunca se sabe bien quién está del otro lado, qué tipo de profesional, y a cuántos está respondiendo a la vez. Además, no está resguardado el tema de la confidencialidad, al menos no hay garantías”, opina Lidia Zablotzky, miembro del tribunal de ética de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires. Además, agrega: “Estoy de acuerdo con una terapia a distancia, siempre y cuando sea con pacientes en los que hubo un vínculo terapéutico previo sostenido por un tiempo”.

La psicoanalista Sara Arbiser, de la Asociación Psicoanalítica Argentina, coincide: “Primero es necesario un tiempo de terapia presencial para reconocer si ese paciente no tiene núcleos psicóticos que requieren otros tratamientos. Las terapias que se saltean estos pasos, en que analista y paciente no se han visto nunca, denigran la profesión”.

Y hay más. Tal fue el éxito de las terapias on line, que hoy se ofrecen todo tipo de servicios vinculados al bienestar por esta vía. Tratamientos para tratar la eyaculación precoz, sexólogos que responden todas las dudas al instante y hasta sesiones de reiki, reflexología y soluciones para dejar de fumar.

El cardiólogo Salvador Más ofrece cursos a distancia en www.dejardefumar.com.ar. Sin embargo, él mismo pone reparos a los servicios virtuales. “Para la primera etapa es mejor el tratamiento personal, que se hagan los tests que corresponden y se medique según los síntomas de la persona. Pero una vez que se abandonó el cigarrillo, y surge la abstinencia, Internet es mejor que cualquier grupo presencial, y hasta mejor que mi propio tratamiento”, asegura Mas, en referencia a los foros, grupos y sus propios consejos vía chat. ¿Será Internet la modalidad terapéutica del futuro?

Y también en Second Life

El Espacio Psicoanalítico de Barcelona (www.epbcn.com/extensionvirtual) ofrece ayuda terapéutica en Second Life, el mundo virtual donde se interrelacionan más de diez millones de personas. “A cada sesión asisten alumnos reales y virtuales, de modo que nuestras aulas operan con una instalación adecuada de audio que logra la comunicación bidireccional en tiempo real”, explicó el codirector de centro, José María Blasco.

Para los fanáticos de las terapias, brindan la posibilidad de alojarse en Villa Freud o en la Isla Lacaniana, según se opte por tratarse con los preceptos del padre del psicoanálisis o de su sucesor. “Los pacientes llegan, les abrimos la puerta, se tiran en el diván o se sientan en la silla. El tratamiento puede ser individual, de pareja, familiar, o grupal, y realizarse en el diván cara a cara, o en salones especiales”, describe Blasco. Con el fin de evitar problemas de confidencialidad, la institución utiliza un canal privado de voz, para garantizar que nadie, excepto el paciente y el psicoanalista, pueda oír lo que se dice. Además, disponen de sistemas de protección de la intimidad que impiden el acceso a otras personas.