WASHINGTON.- El reciente nacimiento de octillizos en una clínica cerca de Los Angeles despertó una fuerte polémica en Estados Unidos, donde muchos médicos especialistas se preguntan cómo una joven madre soltera, desempleada y que ya tenía seis niños pudo beneficiarse con una fecundación in vitro.
El caso de Nadya Suleman, que el 26 de enero dio a luz a octillizos, pasó de ser considerado sólo un "milagro" científico para enfocarse ayer en su historia personal y en el papel que cumplieron los médicos que la atendieron.
Según la prensa estadounidense, Nadya, de 33 años, ya tenía seis niños de entre dos y siete años, que según su madre, Angela, habían sido producto también de una fertilización in vitro. Nadya utilizó los embriones restantes para concebir a los octillizos. Angela dijo también que Nadya tiene una "obsesión" con tener hijos desde su adolescencia. "Ama a los niños, es muy buena con los niños, pero obviamente se le fue la mano", señaló, para añadir que Nadya siempre la ha culpado por haber sido hija única.
Nadya se divorció en enero de 2008, y su ex marido no es el padre de ninguno de sus hijos.
Según se informó ayer, la prolífica madre contrató una oficina de relaciones públicas, Killeen Furtney, para negociar los derechos con varios editores que se le acercaron para que ella les confíe su historia. "Contará por qué quiso tener ocho niños cuando hayamos aceptado una oferta", indicó un responsable de la firma.
¿Un éxito médico?
La prensa estadounidense también cuestionaba ayer los recaudos tomados por los profesionales que llevaron el caso, interrogantes que se trasladaban al papel que desempeñan las clínicas que proporcionan ese tipo de servicios y a la American Society of Reproductive Medicine (ASRM), comité profesional encargado de cuestiones éticas sobre tratamientos de fertilidad.
"La prensa vio el nacimiento de los octillizos como un evento feliz, pero tal cantidad de recién nacidos no debería ser considerado jamás un éxito médico", observó Sean Tipton, vocero de la ASRM.
"Se trata de un fracaso total, que refleja muy mal nuestro trabajo", subrayó por su parte la doctora Suleena Kansal Kalra, especialista en endocrinología reproductiva en la Universidad de Pensilvania.
"La mayoría de los médicos no busca provocar nacimientos múltiples. Implantar tantos embriones en una mujer que es tan joven y que ya tiene niños es totalmente irresponsable", añadió.
Según las directivas de la ASRM, una mujer de la edad de Suleman no debería haber sido fecundada con más de dos embriones. "Una mujer que ya tiene seis hijos no debería recibir un tratamiento médico para tener más, y considero que eso es de sentido común", destacó Tipton. "Pero esto implicaría que alguien decida quién tiene derecho a tener hijos, cuándo y por qué. Se trataría de una evolución mayor y no estoy seguro de que estemos listos para dar ese paso", agregó.
Para el obstetra Harish Sehdev, del Hospital de Pensilvania, la decisión de implantar ocho embriones demuestra "ignorancia".
Los nacimientos múltiples son muchas veces prematuros: en este caso los bebes nacieron 10 semanas antes. Esta precocidad puede verse acompañada de problemas a nivel pulmonar, intestinal y neurológico, o incluso de una ceguera. Había un solo precedente de octillizos en el mundo: en 1998 nacieron seis niñas y dos varones, pero una de las pequeñas murió una semana después.
Agencias AFP y AP
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