"JAMA"

Tabaco y cáncer colorrectal

Un nuevo metaanálisis muestra que fumar se asocia a un riesgo un 18% más elevado de desarrollar este tipo de tumor.

El consumo de tabaco está asociado a un riesgo un 18% más elevado de cáncer colorrectal, según un metaanálisis realizado por el Instituto Europeo de Oncología de Milán (Italia) y que se publica en "JAMA".
 
Aunque el tabaco fue responsable de aproximadamente 5,4 millones de muertes en 2005, siguen existiendo 1.300 millones de fumadores en el mundo, recuerdan los autores. Aunque una amplia variedad de tumores se atribuyen al tabaquismo, su relación con el cáncer colorrectal no se ha podido establecer con claridad.
 
Según los investigadores italianos, el cáncer colorrectal es el tercer tipo de tumor más frecuente y causa más de 50.000 muertes al año en todo el mundo. Los autores creen que, al ser el consumo de tabaco algo que pueden controlar los individuos, si se descubriera una asociación con este cáncer, se podría reducir la carga global que supone la enfermedad.
 
Llevaron a cabo un metaanálisis para revisar y reunir los datos publicados que examinan la relación entre el tabaquismo y la incidencia del cáncer colorrectal y la mortalidad.
 
Identificaron 106 estudios observacionales y el metaanálisis se basó en un total de 40.000 nuevos casos de cáncer colorrectal. Del análisis sobre la incidencia, el tabaquismo se asoció a un riesgo un 18% superior de cáncer colorrectal.
 
En el análisis sobre mortalidad se incluyeron 17 estudios, que indicaron que los fumadores tienen un 25% más riesgo de morir por cáncer colorrectal que las personas que nunca han fumado. También se descubrió un aumento en el riesgo de mortalidad por cáncer colorrectal asociado a un mayor número de cigarrillos fumados al día durante un mayor período de tiempo. Tanto en la incidencia como en la mortalidad, la asociación fue más fuerte para el cáncer de recto que para el de colon.
 
Según los investigadores, el consumo de tabaco supone un importante factor a considerar cuando se decide a qué edad comenzar las pruebas de cribado del cáncer colorrectal, ya sea reduciendo la edad en los fumadores o aumentándola en los no fumadores.
 

Cáncer colorrectal en mujeres fumadoras de edad avanzada

Un estudio de la Clínica Mayo indica que el consumo de tabaco incrementa el riesgo de perder proteínas críticas implicadas en el proceso de reparación del ADN. 

El consumo de tabaco aumenta en mujeres de mayor edad el riesgo de algunos tipos de cáncer colorrectal, al aumentar sus probabilidades de perder proteínas críticas para reparar el ADN y combatir así el riesgo de cáncer, según un estudio dirigido por investigadores de la Clínica Mayo. Las conclusiones del trabajo se han hecho públicas durante la reunión anual de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer, que se celebra estos días en San Diego (Estados Unidos).
 
Los autores descubrieron que las mujeres que fumaban tenían un mayor riesgo de desarrollar tumores colorrectales que carecían de algunas o de las cuatro proteínas de reparación del ADN, conocidas como proteínas MMR, las cuales mantienen sanas las células epiteliales del colon y el recto, debido a que reconocen y reparan los daños genéticos, así como los errores que se producen durante la división celular.
 
Los científicos creen que, en esta población de estudio, las proteínas estaban ausentes debido a una alteración genética heredada. Según explica Paul Limburg, director del estudio, "creemos que el tabaquismo induce un trastorno en las células intestinales que no permite a los genes MMR expresar sus proteínas asociadas, y que esta pérdida conduce a la formación de tumores en algunas mujeres".
 
Los resultados también muestran una asociación directa entre el número de cigarrillos consumidos al día por las participantes del estudio y un mayor riesgo de desarrollar estos tumores específicos. Estudios anteriores han mostrado una asociación positiva débil entre el consumo de cigarrillos y el desarrollo del cáncer.
 
"Nuestros descubrimientos sugieren que los tumores podrían formarse debido a que las células no pueden repararse a sí mismas de los daños que induce el tabaquismo. Las toxinas del tabaco parecen evitar que los genes que repararan el ADN produzcan las proteínas beneficiosas", señala el Dr. Limburg.