La erradicación de la dracunculosis está cada vez más cerca. Cuando se consiga, será la segunda vez en la historia que una enfermedad ha sido eliminada del planeta, tras la viruela en 1979, según informó el Carter Center.
Intervenciones baratas, como la educación en higiene, el empleo de sustancias químicas para matar las larvas del gusano de Guinea o filaria de Medina (Dracunculos medinensis), causante de la enfermedad, y la distribución de paños baratos para ayudar a filtrar los parásitos del agua potable, han reducido la tasa de infección en un 99%, según informa el centro fundado por el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter.
El Carter Center añade que en la actualidad hay 4.410 casos de dracunculosis repartidos en Mali, Níger, Ghana, Nigeria, Sudán y Etiopía. En 1986 había cerca de 3,5 millones de casos, cuando comenzó el esfuerzo de la comunidad mundial para erradicar la enfermedad. El año pasado esta cifra había descendido hasta los 9.600 enfermos.
El centro también anunció un nuevo compromiso de 55 millones de dólares, procedente de la Fundación Bill y Melinda Gates y del Departamento para el Desarrollo Internacional de Reino Unido, para avanzar hacia el fin de la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Carter esperan que en 2009 no haya casos y que al año siguiente la enfermedad se declare eliminada.
"La reducción en los casos de la enfermedad de más de un 99% demuestra que, cuando la gente trabaja unida, es posible conseguir un gran cambio positivo", señala Carter en un comunicado.
El parásito afecta a las personas que viven en condiciones de extrema pobreza y beben agua estancada, que contiene esta larva, sin hervirla previamente. Se encuentra principalmente en zonas rurales de África.
Pocas personas mueren a causa de esta enfermedad, pero las debilita en extremo con fiebres, llagas y dolores graves. Las hembras del parásito residen en el intestino del huésped durante un año y pueden crecer hasta alcanzar un metro de longitud antes de perforar la piel y emerger centímetro a centímetro durante un período de semanas en las extremidades inferiores, el paladar o los genitales.
No existen vacunas ni medicamentos para tratar ni prevenir la enfermedad. Las personas infectadas no se darán cuenta de que lo están hasta un año después de que hayan bebido agua contaminada, señala el Carter Center
El gusano puede depositar sus huevos en agua estancada antes de morir. Una vez que los huevos están en el agua, un crustáceo conocido como pulga de agua (Cyclops) los ingiere, y una persona que beba agua que contenga estos diminutos crustáceos los digerirá, un proceso por el que se liberan las larvas en los tejidos abdominales, donde se reproducen. Después de un año, saldrá por llagas que el mismo parásito ha creado.
"Cuando una persona bebe agua que contiene pulgas de agua y sus larvas, ya ha sido infectada", señala Craig Withers, miembro del Carter Center. Pero el proceso de transmisión puede ser bloqueado a través de la educación de los aldeanos y mediante la vigilancia de los responsables de salud pública que trabajan en las zonas rurales.
Si los menos de 5.000 casos conocidos son atendidos de forma adecuada y no se acercan a aguas contaminadas, los gusanos que hay dentro de su cuerpo morirán sin depositar sus huevos nuevamente en el agua y el ciclo de la enfermedad se romperá.
"Creemos que la erradicación es factible en todos los países, pero Sur de Sudán es el mayor desafío, debido al número de casos, al tamaño de la zona y a la falta de infraestructuras", manifestó Withers.
Desde 1987, se han empleado 225 millones de dólares en su erradicación, una cifra relativamente baja en términos de salud pública.
Organización Mundial de la Salud (OMS)
La erradicación de la dracunculosis, cada vez más cerca
La enfermedad causada por la filaria de Medina o gusano de Guinea podría ser la segunda enfermedad, tras la viruela, erradicada del planeta por el hombre.
Fuente: Carter Center