A pesar de que la tasa de mortalidad fetal tardía ha disminuido progresivamente en nuestro país, sucede lo contrario en las mujeres mayores de 35 años, y de forma muy particular en las que sobrepasan los 45. Las madres que superan esa edad tienen un riesgo 2,7 veces mayor de perder al feto después de los 6 meses de gestación y antes de su completa extracción del cuerpo materno.
 
Esta es una de las principales conclusiones que se extraen de un estudio realizado por Miguel Ángel Luque, del Centro Nacional de Epidemiología, y publicado en "Gaceta Sanitaria", en el que se relaciona la edad materna avanzada con la evolución de la fecundidad, la mortalidad fetal tardía, la prematuridad y el bajo peso al nacer en España entre 1996 y 2005.
 
Durante este periodo, se observa un incremento de la tasa de fecundidad en nuestro país, que en 2005 se situaba en el 41%, frente al 35,2% de 1996. Sin embargo, el aumento es especialmente significativo en las mujeres mayores de 45 años: la tasa de fecundidad para las madres de esa edad creció un 60% en el 2005 con respecto a 1996. Si ese año nacieron en España 132 niños de madres con 45 o más años de edad, la cifra aumentó hasta los 394 en el 2005.
 
El aumento de la fecundidad en madres con edades avanzadas durante los años del estudio ha venido acompañado también de un crecimiento progresivo de la prevalencia de prematuridad y de bajo peso al nacer, que se ha incrementado en un 20,8 y un 31% respectivamente. Nuevamente, las mujeres con más de 45 años multiplican por 3 las probabilidades de tener un recién nacido de menos de 37 semanas y con menos de 2,5 kg de peso.
 
El aumento de la mortalidad fetal tardía, de la prematuridad y del bajo peso al nacer están estrechamente asociados al incremento de la fertilidad de las mujeres mayores de 35 años, fenómeno al que han contribuido sin duda las técnicas de reproducción asistida, entre otras muchas indicaciones. En el 2006, las embarazadas con más de 35 años representaban ya en nuestro país el 21,2%.