Los cambios hormonales de la adolescencia, así como el género y la edad, influyen en el aumento crisis epilépticas en los afectados por esta enfermedad, según varios estudios recogidos en el libro “Epilepsias en la Adolescencia”, que ha contado con el aval de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia.
Los estudios muestran que en la mujer los cambios hormonales pueden aumentar la frecuencia de las crisis epilépticas. Así, se ha comprobado que se produce un agravamiento de las convulsiones entre los tres días previos y posteriores a la menstruación.
El libro, en el que han participado más de 40 expertos de distintas disciplinas, como neurólogos, pediatras, neuropsiquiatras y trabajadores sociales, aborda por primera vez la epilepsia en este grupo de edad y su repercusión en la vida diaria y en su entorno.
Durante su presentación el presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia, el Dr. Germán Castellano Barca, explicó que la epilepsia es una enfermedad "relativamente frecuente" en este período y que, hasta el momento, no hay ningún libro que se ocupe de este tema de una forma tan completa. "En él, se tratan todos los aspectos económicos, familiares, sociales, terapéuticos y diagnósticos de esta enfermedad", explicó.
Por otra parte, en esta franja de edad, la epilepsia ocasiona diversos problemas, uno social, que es la discriminación y el segundo sociofamiliar, la sobreprotección. "Los jóvenes tienen dificultades para encontrar trabajo ya que quienes les contratan tienen temor a que presenten crisis en la jornada laboral", señaló el neurólogo del Hospital General Básico de la Defensa de Valencia, el Dr. Guillermos Cruz Campos.
Así, "el estigma laboral no se ha perdido, los datos hablan de un 70% de discriminación laboral y de un 15% más de paro respecto a la población general", añadió.
En cuanto al tratamiento, pese a que en los últimos 20 años se ha avanzado mucho, a juicio del Dr. Cruz, los jóvenes no siempre entienden qué es la epilepsia y no llevan un correcto control de ésta. "Debido a la rebeldía propia de la adolescencia y a que las crisis no son continuadas, es difícil que los que la sufren asuman que para controlarlas es necesario continuar con la medicación y evitar el consumo de drogas, el alcohol o trasnochar", incidió.
En España hay aproximadamente 5 millones de adolescentes, de los cuales se estima que sufran este trastorno aproximadamente un 2% y, de ellos, entre el 70 y 75% de los afectados presentan trastornos psiquiátricos, tales como ansiedad, depresión o hiperactividad, de los cuales sólo el 33% necesita tratamiento.