Instituto Politécnico Nacional

Parásitos en aire, causa de enfermedades

Las muestras se obtienen a una altura de 1.60 metros con un equipo especial.

De acuerdo con resultados de una investigación realizada en diversos puntos de la Ciudad de México, el científico del Instituto Politécnico Nacional, Ernesto Ramírez Moreno, comprobó la presencia de formas parasitarias en el aire, las cuales son potencialmente infectivas para el ser humano, toda vez que pueden causar enfermedades de tipo intestinal.

El catedrático e investigador de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), Ernesto Ramírez Moreno, explicó que mediante la investigación denominada “Densidad de Formas Parasitarias en el Ambiente de Distintas Zonas del Distrito Federal” se pudieron corroborar estos resultados que permitirán conocer más acerca del aire en esta región del país.

Informó que el muestreo se llevó a cabo en sitios donde existen grandes aglomeraciones de personas, como en plazas y lugares cercanos a estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, ubicadas en siete zonas de la ciudad.

Precisó que de acuerdo con las muestras recolectadas del aire se encontraron las formas parasitarias: quistes de Entamoeba coli  (amibas), Giardia lamblia y huevos de Ascaris sp.

Aseveró que las muestras se obtienen a una altura de 1.60 metros con un equipo especial llamado “Muestreador de Aire”, el cual está provisto de un dispositivo que permite filtrar 40 litros de aire por minuto e impactar las partículas microscópicas en una tira de sustrato adherente para analizarlas cuantitativamente en el  microscopio.

Indicó que una vez obtenida la muestra el sustrato se retira de la tira y se funde con una técnica especial a una temperatura elevada. “Posteriormente, se diluye con agua destilada y se vacía en tubos especiales en los cuales se concentran las partículas obtenidas”, añadió.

El sedimento –dijo- se analiza en el microscopio y se hacen pruebas de viabilidad, a fin de determinar el porcentaje de las formas parasitarias vivas y de las que ya no son capaces de infectar.

Explicó que aunque en las muestras de laboratorio se observaron estos parásitos que son relativamente frecuentes en la población de la Ciudad de México, también se encontraron algunos huevos de gusanos que habitan en el tracto intestinal de los perros.

Sostuvo que para el desarrollo de la investigación el Distrito Federal se dividió en siete áreas y se eligieron puntos para lograr un muestreo representativo en sitios cercanos a estaciones del metro: Zona 1  (El Rosario, Politécnico e Indios Verdes), Zona 2 (La Raza, Hidalgo, Garibaldi y Normal), Zona 3 (Balderas, Merced y Zócalo), Zona 4 (Boulevard Puerto Aéreo, Zaragoza y Pantitlán); Zona 5 (Chapultepec y Observatorio), Zona 6 (Jamaica y Centro Médico), y Zona 7 (Copilco y Tasqueña).

Ramírez Moreno alertó que en las afueras de las estaciones Merced y Zócalo, fue donde se registró la mayor concentración de formas parasitarias y que un probable factor causal podría ser que esa zona es altamente comercial y la densidad de personas y animales es muy alta y como consecuencia de ello también el nivel de polución.

Subrayó que para disminuir el índice de parásitos en el ambiente es necesario cortar el ciclo de infección, pues en muchas ocasiones puede ser asintomática. “Para lograr lo anterior es deseable que la población se practique el estudio denominado análisis coproparasitoscópico cada seis meses o por lo menos una vez al año, con la finalidad de determinar el tipo de parásito con el que está infectada, y con base en ello tomar el tratamiento específico, para disminuir la diseminación de las formas parasitarias infectantes”, advirtió.

El investigador de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas mencionó que al concluir el estudio buscarán los mecanismos para presentar los resultados a las autoridades sanitarias de la Ciudad de México, para ofrecer sugerencias a la población y tomar medidas preventivas, a fin de disminuir el grado de contagio por las formas parasitarias que flotan en el aire. Comentó que en estudios posteriores se analizará la variación de la densidad parasitaria en las diferentes épocas del año.

Finalmente, el científico mencionó que del proyecto de investigación se han derivado varias tesis de licenciatura y actualmente las alumnas Elizabeth Alvarado Bautista y Patricia Avendaño Lagunas, colaboran con el desarrollo de diversos estudios para obtener el título de Químico Bacteriólogo Parasitólogo.