Las mujeres posmenopáusicas que usan terapia hormonal sustitutiva (THS) podrían incrementar su riesgo de enfermedad de la vesícula biliar, según publica el “British Medical Journal”. Con todo, el riesgo parece variar según la manera como reciben el tratamiento hormonal.
"Para las mujeres que usan THS, el riesgo de enfermedad de la vesícula biliar es menor si reciben la terapia por parche o gel, en lugar de comprimido", anotó la Dra. Bette Liu, epidemióloga clínica de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Los parches y geles no sólo son administrados en dosis bajas sino que no es necesario que sean metabolizados por el hígado, lo que reduce sus efectos sobre la vesícula. La vesícula biliar almacena la bilis producida en el hígado y menos estrógeno acumulado en la bilis podría explicar la reducción en el riesgo, según anotó el equipo.
Gran número de mujeres siguen usando la THS para aliviar los síntomas de la menopausia, a pesar de la evidencia de que tiene diversos riesgos para la salud, como mayores probabilidades de cáncer de mama y accidente cerebrovascular.
El riesgo de desarrollar enfermedad de la vesícula también aumenta al llegar a la menopausia y los expertos han sabido desde hace mucho tiempo que la THS aumenta este riesgo. Hasta ahora, sin embargo, nadie ha analizado si el riesgo varía según como se administre la THS. Un estudio reciente sí halló que el riesgo de coágulos era inferior entre las mujeres que usaban THS a través de la piel, en comparación con las pastillas.
En el nuevo estudio, el equipo de la Dra. Liu examinó los datos sobre más de un millón de mujeres que habían participado en el estudio del millón de mujeres en Inglaterra y Escocia. La edad promedio de las mujeres era de 56 años y se les hizo un seguimiento durante un promedio de seis años.
Las mujeres que actualmente utilizaban THS tenían un 64% más de probabilidades de sufrir enfermedad de la vesícula. Pero sólo tuvieron un 17% más de esas probabilidades, si habían usado geles o parches.
Las dosis superiores de estrógeno se relacionaron con un mayor riesgo, en comparación con las dosis más bajas. El riesgo también se redujo entre más tiempo hubieran pasado las mujeres sin usar la THS, aunque seguía habiendo algo de riesgo una década después de suspender el tratamiento.
El riesgo parecía centrarse principalmente al estrógeno. Agregar progesterona no tuvo un impacto significativo sobre el riesgo de enfermedad de la vesícula.
Los implantes de estrógeno implicaron un nivel de riesgo por debajo del que enfrentan las usuarias de THS oral y las usuarias de parches o geles.
Entre las mujeres que usaron THS, se pudo evitar una colecistectomía por cada 140 mujeres que usaron terapia transdermal en lugar de terapia oral en un período de cinco años, según halló el equipo.
Según el estudio, cerca de 1,1% de las mujeres de mediana edad del Reino Unido, que nunca han usado THS terminarán sometiéndose a una colecistectomía. La proporción aumenta a 1,3% entre las mujeres que usaron parches o gel y a 2 % para las tomaron THS en pastilla.