
El uso extendido de los stents coronarios que liberan fármacos está asociado a una disminución de necesidad de repetir procedimientos de revascularización para desbloquear las arterias coronarias, sin que aumente el riesgo de mortalidad, según un estudio del Dartmouth-Hitchcock Medical Center (Estados Unidos), que se publica en "JAMA”.
Los investigadores explican que existe una preocupación creciente sobre la posibilidad de un mayor riesgo de trombosis derivado de los stents, en concreto asociado a los que liberan fármacos en comparación con los que no lo hacen.
Los autores compararon las tasas de intervenciones repetidas de revascularización, infartos de miocardio y supervivencia, antes y después de la implantación de stents liberadores de fármacos. En el estudio participaron 38.917 pacientes del sistema de salud Medicare entre 2002 y 2003, cuando no había stents con fármacos, y 28.086 pacientes similares intervenidos entre septiembre y diciembre de 2003, de los que un 61,5% recibió stents con medicamentos y un 38,5% sin ellos.
Durante los dos años de seguimiento, el 22,8% de los pacientes del grupo de stents sin medicamentos tuvieron que pasar por una revascularización y un 4,2% por un bypass arterial.
En el grupo de stents con fármacos, el 19% de los pacientes pasó por la revascularización. El riesgo de revascularización repetida disminuyó aproximadamente en un 18% en la época en la que se utilizaban los stents con fármacos en comparación con la época en la que se utilizaban los stents sin ellos.
Los investigadores no descubrieron diferencias en los riesgos de mortalidad pero sí una pequeña disminución en un tipo de infartos de miocardio (con elevación del ST).
Los investigadores señalan que aunque el análisis no responde a la cuestión de cuál es la tasa real de trombosis por stent en la comparación entre estos dispositivos con fármacos y sin fármacos, sí que señala que responde a si el uso extendido de este tipo de stents ayuda o daña a los pacientes.
Así, según los autores cualquiera que sea el mayor riesgo de trombosis asociado a estos nuevos stents, éste se ve superado por una disminución en el riesgo de que el paciente sufra un nuevo estrechamiento de la arteria coronaria tras la intervención (restenosis) y el subsecuente riesgo de realizar un procedimiento para tratar el trastorno.
JAMA 2008;299:2868-2876