La depresión en las mujeres y el ictus en los hombres son factores críticos en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, según apuntan investigadores franceses en la edición online de “Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry”.
Los autores analizaron datos sobre casi 7.000 personas mayores de 65 años de tres ciudades francesas. Al inicio del estudio, ninguna sufría de demencia, pero alrededor del 40% tenía disfunción cognitiva leve. Los pacientes fueron evaluados dos y cuatro años más tarde. De las personas que tenían disfunción cognitiva leve al inicio del estudio, poco más del 6,5% desarrolló demencia durante los siguientes cuatro años, alrededor de la mitad no experimentó cambios y cerca de la tercera parte recuperó niveles normales de capacidad cognitiva.
Las personas que tenían depresión, las que tomaban anticolinérgicos (que influyen sobre la señalización química del cerebro) y las que tenían una variante del gen ApoE (un factor de riesgo conocido para la demencia) tenían más probabilidades de pasar de disfunción cognitiva leve a demencia.
Los investigadores también encontraron que los factores de riesgo variaban según el género. Los hombres que tenían disfunción cognitiva leve eran más propensos a tener sobrepeso, diabetes y a haber tenido un ictus. Los hombres que habían sufrido un ictus tenían casi tres veces más probabilidades de pasar de disfunción cognitiva leve a demencia.
Las mujeres que tenían disfunción cognitiva leve tenían más probabilidades de tener una salud general mala, estar discapacitadas y sufrir insomnio. Las mujeres con depresión tenían dos veces más probabilidades de pasar de disfunción cognitiva leve a demencia, mientras que las mujeres que no podían realizar tareas rutinarias (lo que les permitiría vivir sin ayuda) tenían 3.5 veces más probabilidades de avanzar a la demencia.
El ictus no fue un factor de riesgo para las mujeres, aunque tanto las mujeres como los hombres tenían índices similares de la enfermedad.