
El levantamiento de pesas intenso para aumentar la fuerza podría afectar all músculo cardíaco, advirtieron científicos de la Universidad de Harvard, instando a más investigaciones sobre las posibles consecuencias para la salud.
Después de 90 días de entrenamientos de fuerza, incluido el levantamiento de pesas, un grupo de jugadores de fútbol americano mostraron un engrosamiento de las paredes de una cámara del corazón, lo cual disminuía la capacidad del músculo para relajarse, según un estudio publicado hoy por el Journal of Applied Physiology. Los remeros, cuyo acondicionamiento hace hincapié en la resistencia, registraron cambios diferentes.
La disminución de la relajación del corazón suele verse en perso nas con una forma de insuficiencia cardíaca, dijo el autor principal del estudio, Aaron Baggish, cardiólogo del Massachusetts General Hospital. Cerca de 5 millones de personas sólo en EE.UU. sufren insuficiencia cardíaca, trastorno en el cual el órgano no puede bombear suficiente sangre, según los Institutos Nacionales de Salud del país. La mayoría tiene 65 años o más.
"Debe investigarse más si el entrenamiento para aumentar la fuerza pone a las personas en riesgo de padecer insuficiencia cardíaca'', señaló Baggish.
Aunque los atletas tienen en general corazones fuertes, los estudios no han establecido si se debe al ejercicio o a los genes. Baggish dijo que su estudio es el primero que examina cambios en la estructura y función del corazón mientras se adapta a un ejercicio vigoroso y regular.
El estudio usó un método de obtención de imágenes médicas llamado ecocardiografía para rastrear cambios en 40 remeros -20 mujeres y 20 hombres- y 35 jugadores de fútbol de sexo masculino, desde el comienzo de su entrenamiento para la temporada otoñal de 2006.
Después de tres meses, el crecimiento muscular en el ventrículo izquierdo, la cámara del corazón que bombea sangre a la aorta, era prácticamente el mismo en remeros y futbolistas. La masa en el ventrículo izquierdo creció 11 por ciento en los remeros y 12 por ciento en los futbolistas.
Surgieron sutiles diferencias en la forma en que aparecían esos cambios en los dos grupos, dijo Baggish. "El entrenamiento para resistencia condujo a más volumen en el ventrículo cardíaco izquierdo; el entrenamiento para acrecentar la fuerza aumentaba el tamaño de la pared muscular en la misma área", agregó.