Hubiese esperado escribir esta nota sobre la Dra. Laura Bochatay como médica. No tengo dudas de que es de las colegas más brillantes, dotada de un conocimiento y habilidades clínicas excepcionales con quien he compartido muchos años de práctica asistencial. La he visto interactuar con los pacientes, resolver casos clínicos complejos, encontrar el punto de vista más razonable sobre enfermos graves y con patologías múltiples siempre con la humildad y el afecto entrañable por la gente que sólo los “grandes” muestran en esta profesión. He aprendido de ella durante mucho tiempo y sigo haciéndolo casi a diario. Pero, por si no alcanzaran estos motivos para justificar mi admiración, es una de las fotógrafas más sensibles y exquisitas que haya tenido oportunidad de conocer.
La fotografía es una de esas disciplinas donde el artista queda expuesto de un modo a veces brutal. El ojo, como víscera sensible, pone en la imagen no sólo lo que ve sino el modo particular en que aquello es visto. Una foto es la huella dactilar de una mirada. La impronta salvaje de un modo de ver. El testimonio desnudo del impacto que las personas, los objetos y el ambiente producen en la mente de quien empuña una cámara como si fuese una prótesis de sí mismo.
Tómese unos minutos, deténgase en estas imágenes como si fuese capaz de abstraerse del tedio del mundo. Registre la luz, las siluetas y la composición del conjunto como una obra global. Permítase abrir una ventana clandestina y privada por donde ingrese aquello que el estereotipo y la vulgaridad de las formas estandarizadas impiden ver.
Algunas personas tienen luz en sus ojos y rescatan para nosotros momentos y lugares que no logramos ver. Siempre me sorprende encontrar a quienes pueden conservar intacta su capacidad de descubrir universos secretos allí donde yo apenas veo la cíclica reiteración de lo mismo. Esos instantes inexplicables que Laura Bochatay pone en imágenes pasan al lado mío todo el tiempo sin que jamás haya logrado atrapar uno solo. ¿Qué será lo que ella tiene y de lo que yo carezco? ¿Se llamará talento?
Daniel Flichtentrei
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1. Señoras
2. Amsterdam
3. Bosque
4. Brujas, Bélgica
5. Calle en Cusco, Perú
6. Cárcel de Caseros, Bs As, Argentina
7. Niño, Copacabana, Bolivia
8. Terezin, campo de concentración en Praga
9. Lago Titicaca, Bolivia
10. Torre Eiffel, París
11. Pueblo Uro, Bolivia
12. Pueblo Uro, Bolivia
13. Pueblo Uro, Bolivia
14. Feria Pisak, Perú
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