Las mujeres que usan anticonceptivos orales y quieren cambiarlos por uno que no sea de uso diario prefieren el anillo vaginal que el parche anticonceptivo, según indicó el primer estudio que compara ambos métodos, realizado por investigadores de la University of Pittsburgh School of Medicine (Estados Unidos).
La información de “Obstetrics and Gynecology”, sobre esta temática, apunta que el 71% de las participantes que utilizó el anillo afirmó que seguiría usándolo después de terminar el estudio, mientras que el 73,5% de las mujeres que utilizó el parche aseguró que preferiría retomar las píldoras.
"Las mujeres que están conformes con la terapia anticonceptiva oral combinada y nunca probaron un parche o un anillo suelen estar más conformes con el anillo que con el parche", concluyó el equipo dirigido por el Dr. Mitchell D. Creinin.
Tanto el anillo como el parche liberan las mismas hormonas que las píldoras anticonceptivas combinadas. NuvaRing, fabricado por Organon, que financió el estudio, es un anillo plástico pequeño que se coloca en la vagina una vez por mes. El parche OrthoEvra, que fabrica Ortho Pharmaceuticals, se usa una vez por semana.
La FDA de Estados Unidos advirtió que el parche podría elevar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos en las piernas, los pulmones y otras partes del cuerpo con consecuencias adversas.
Para comparar ambos métodos, el equipo seleccionó 500 mujeres que usaban anticonceptivos orales combinados, o que los habían utilizado en los últimos tres meses, y aleatoriamente les asignó o el parche o el anillo, durante tres ciclos.
El equipo observó que las participantes que usaron el parche eran dos veces más propensas a abandonar el método en el tercer ciclo que las que recibieron el anillo; y siete veces más propensas a decir que no seguirían dicho parche.
El equipo halló también que en el grupo de usuarias del parche se registraron más efectos adversos, como menstruación más prolongada, náuseas y alteraciones del estado anímico.
El flujo vaginal, en cambio, fue más frecuente entre las usuarias del anillo.
El 46% de las usuarias del parche dijo que se le había caído por lo menos una vez durante alguno de los ciclos, mientras que el 20,4% de las usuarias del anillo había expulsado el dispositivo por lo menos una vez en alguno de los ciclos.
Las usuarias del anillo fueron más propensas que las del parche a decir que estaban satisfechas con el método y que lo recomendaría.
"Esto no significa que debería recomendarse reemplazar el uso de los anticonceptivos orales combinados por los anillos", manifestaron los autores.