"Nature"

Sensibilidad de las neuronas auditivas humanas

Investigadores de Israel descubren que las neuronas del córtex auditivo tienen una extraordinaria capacidad, superior al resto de mamíferos, para diferenciar entre frecuencias de sonido.

Científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y del Weizmann Institute of Science (Israel) explican en "Nature" que el oído humano está "exquisitamente afinado" para diferenciar frecuencias de sonido, ya se trate de tonos altos, bajos, cercanos o lejanos. Sin embargo, añaden que la capacidad de nuestros oídos palidece en comparación con la capacidad de las neuronas de nuestro cerebro para distinguir entre las más sutiles frecuencias sonoras.
 
Los investigadores comentan que una sola neurona auditiva en el cerebro exhibe una asombrosa selectividad para un rango muy estrecho de frecuencia de sonido. La capacidad de estas neuronas para detectar sutiles diferencias de frecuencia es muy superior a la del nervio auditivo que transporta la información de las células pilosas del oído interno al córtex cerebral. De hecho, la sensibilidad de esas neuronas es 30 veces superior a la del nervio auditivo. Según los autores, esa habilidad neuronal en el córtex auditivo humano es sustancialmente superior a la de los mamíferos no humanos, a excepción de los murciélagos.
 
Comentan que es paradójico que incluso gente sin formación musical pueda detectar pequeñas frecuencias de sonido mucho mejor que la resolución de los nervios auditivos periféricos. Es distinto para otros tipos de nervios periféricos, como los de la piel, donde la capacidad humana para detectar diferencias entre dos puntos está limitada por los receptores cutáneos. No sucede así en la audición.
 
En su estudio determinaron cómo las neuronas del córtex auditivo humano respondían a varios sonidos. Participaron cuatro individuos que presentaban epilepsia y que fueron monitorizados con electrodos implantados en el cerebro en los lugares implicados en sus crisis epilépticas, entre ellas las áreas del córtex auditivo. El registro de la actividad cerebral se llevó a cabo mientras los pacientes escuchaban acordes aleatorios artificiales a diferentes tonos por octava, y partes de la música de "El bueno, el feo y el malo". Así, los sonidos que oían los pacientes eran tanto artificiales –los acordes aleatorios- y más naturales –los instrumentos y voces de la banda sonora-.
 
Los resultados sorprendieron a los investigadores, pues una neurona auditiva individual humana muestra una asombrosa sensibilidad para distinguir entre diferencias de frecuencia muy sutiles, por debajo de una décima parte de una octava. En comparación, la sensibilidad de los gatos es de una octava, la de las ratas de una tercera parte de una octava y la de los macacos de la mitad de una octava.
 
Para los autores, constituye un misterio de qué modo el ser humano ha adquirido esta capacidad. No es necesaria para la comprensión del habla, pero tal vez tiene un papel en la habilidad para la música. El 3% de diferencias de frecuencia que pueden detectar las neuronas individuales ayuda a explicar por qué personas sin formación musical pueden detectar esas diferencias de frecuencia, escriben.


Nature 2008;451:197-201