Recomendaciones de la Obra Social Luis Pasteur
Fiebre amarilla
¿De qué se trata la enfermedad?
La fiebre amarilla es una zoonosis (enfermedad transmitida por vectores biológicos entre los cuales se destacan los insectos, como los mosquitos) de regiones endémicas (zonas en las cuales la enfermedad tiene una alta incidencia y prevalencia, es decir, no se la puede erradicar), altamente contagiosa, transmitida por mosquitos, caracterizada por daño de múltiples órganos y sistemas como insuficiencia hepática y renal, falla cardíaca y hemorragias generalizadas con una alta tasa de mortalidad. El agente causal es el virus de la "fiebre amarilla" perteneciente a la familia Flaviviridae.
¿Cuáles son los síntomas?
Luego de que una persona ha sido picada por un mosquito infectado, y después de un período de incubación variable de 3 a 6 días, la mayoría de las personas desarrolla una enfermedad leve caracterizada por fiebre y malestar general de varios días de duración.
Tan sólo el 15% de los pacientes evoluciona hacia una forma grave consistente en una etapa inicial de fiebre, cefalea, dolores musculares, náuseas y vómitos, seguida por una remisión de 24 horas que precede a la fase tóxica, caracterizada por piel amarillenta (ictericia), vómitos con sangre (hematemesis) y estado de coma. La mortalidad de esta fase es de alrededor del 50%, siendo mayor en los menores de 10 años.
El diagnóstico diferencial es con las enfermedades que cursan con ictericia y fiebre como, por ejemplo, las hepatitis virales, malaria, leptospirosis y dengue hemorrágico.
¿Cuáles son las zonas endémicas y dónde se han presentado casos en nuestro país?
La distribución es, principalmente, en las zonas tropicales del Africa Sub-sahariana, como Angola, Benin, Burkina Faso, Camerún, República Democrática del Congo, Gabón, Gambia, Ghana, Guinea, Liberia, Nigeria, Sierra Leona y Sudán.
En América Latina los lugares afectados son las zonas selváticas de Perú, Brasil, Bolivia, Venezuela, Colombia, Ecuador y Guyana Francesa.
Anualmente se producen alrededor de 200.000 casos en el mundo, la mayoría en Africa. En América del Sur, el país más afectado ha sido Perú, que ha tenido las tasas más altas de infección, presentando una gran epidemia en 1995, siendo actualmente Brasil el que registra el mayor número de casos.
Para nuestro país se definen como zonas de riesgo a las regiones limítrofes con países endémicos como Brasil y Bolivia.
¿Es una enfermedad contagiosa? ¿Cómo se transmite?
Existen dos ciclos de la enfermedad:
. El ciclo "selvático" debido a la transmisión de la enfermedad entre primates infectados a través de un mosquito género Haemagogus en América del Sur y Aedes Africanus en Africa. En este ciclo, el hombre puede infectarse ocasionalmente al ser picado por el mosquito durante incursiones en zonas selváticas
. El ciclo "urbano" que se caracteriza por la transmisión del virus de un individuo infectado a otro susceptible a través del mosquito hembra Aedes Aegypti. Este insecto suele encontrarse, preferentemente, en zonas urbanas o perimetrales de las grandes urbes tropicales o subtropicales
Definición clínica de acuerdo con los criterios de la OPS -Organización Panamericana de la Salud-
Se considera sospecha de fiebre amarilla, a aquella enfermedad declarada en un paciente que habiendo permanecido en zonas endémicas de la enfermedad y teniendo el antecedente de picadura de insectos, desarrolla los síntomas descriptos más arriba.
El diagnóstico de certeza se hará con la consulta a su médico clínico o infectólogo, confirmándose a través de las pruebas bioquímicas específicas.
¿Existe tratamiento?
No existe un tratamiento específico. Sólo se pueden implementar medidas de cuidado general en el entorno de unidades de cuidado intensivo si la severidad de la enfermedad así lo requiere.
¿Cómo se puede prevenir?
Las medidas de prevención contemplan la protección contra la picadura del mosquito, como el uso adecuado de repelentes, el uso de pantalones y camisas de manga larga, de colores claros, evitando además el uso de perfumes.
También es importante evitar toda fuente de producción de larvas de mosquitos, en rincones oscuros, húmedos, con agua estancada, etc.
Actualmente se cuenta con una vacuna altamente efectiva, con una eficacia aproximada al 100%, preparada con virus vivos atenuados. Los anticuerpos neutralizantes que induce, pueden persistir por más de 30 años. Si bien la vacuna prácticamente no produce efectos adversos, NO debe aplicarse a niños menores de 1 año, a personas que presentan inmunodepresión permanente o transitoria (por neoplasias o sida). Tampoco es aconsejable para embarazadas o para personas alérgicas al huevo de gallina y sus derivados.
¿Cuáles son las recomendaciones formales de la Obra Social Luis Pasteur en este caso?
En consonancia con lo dispuesto por el Ministerio de Salud, las recomendaciones formales son:
. Aplicar la vacuna contra la fiebre amarilla a toda persona, a partir del año de vida, que habite en áreas de alto riesgo (en nuestro país definidas como regiones limítrofes a Brasil y Bolivia)
. Aplicar también la vacuna a los viajeros que tengan estas zonas como destino o regresen de las mismas
Aunque la inmunidad conferida por la vacuna es para toda la vida, el certificado es válido por 10 años desde el momento de la administración.
La vacuna se aplica en:
División de Sanidad de Fronteras (Ministerio de Salud)
Avenida Ing. Huergo 690 - Tel. (011) 4343-1190 / 4334-6028
Los días y horarios de atención y aplicación son:
Lunes de 14 a 15
Martes y miércoles de 11 a 12
Jueves y viernes de 15 a 16
La vacunación es gratuita y se recomienda llevar una jeringa estéril con aguja de tipo intramuscular, DNI, Pasaporte o Cédula de Identidad.
Se debe concurrir, por lo menos, con una anticipación de 10 días a la fecha del viaje. Los certificados emitidos por este ente oficial son los únicos válidos para atravesar fronteras y aceptados por las autoridades de migraciones.
Es conveniente tener en cuenta que:
No poseemos esta vacuna en los vacunatorios de nuestros Centros Médicos, ya que sólo se administra en dependencias oficiales y en forma gratuita.
Consejos útiles para los viajeros a zonas endémicas
- Use ropa de algodón de colores claros, manga larga, pantalón largo y calzado cerrado
- Use repelente de insectos, sobre todo al permanecer a la intemperie y en las zonas descubiertas del cuerpo
- Si su habitación no tiene aire acondicionado y debe permanecer con las ventanas abiertas, use mosquitero
- No utilice perfumes
- Consulte a su médico de cabecera o, específicamente, al infectólogo en cualquiera de nuestros Centros Médicos, antes y después de viajar a las zonas mencionadas
Gracias por su permanente colaboración. Cordialmente,
Dr. Ricardo Camilión
Gerente de Centros Médicos Luis Pasteur
Aclaración enviada por el Dr. Tomás Orduna, Miembro Comisión Directiva Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero (SLAMVI)
La información correcta es la siguiente:
1) No hay obligatoriedad de vacunarse de manera masiva para ingresar a Brasil
2) Las áreas de riesgo NO incluyen el litoral atlántico de Brasil
3) Sólo deben vacunarse quiene transiten o tengan destino final a áreas de riesgo (ver mapa oficial de Ministerio da Saúde de Brasil, las áreas endémica y de transición requieren de vacuna, el resto no)
4) El mapa del diario Clarín del día 8 de Enero de 2008 es absolutamente errado y ya ha sido advertido al diario y a las autoridades de nuestro país por la absoluta falta de seriedad en la publicación de dicho mapa
Dr. Tomás A. Orduna
Jefe de Servicio CEMPRA-MT
Patologías Regionales y Medicina Tropical
Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz
Colas para vacunarse contra la fiebre amarilla
Por:Clarín.com
Una suerte de histeria colectiva se desató en los viajeros a Brasil que fueron al hospital Muñiz y a la dirección Sanidad de Fronteras del Ministerio de Salud para vacunarse contra la fiebre amarilla. Pero muchos no lo necesitan.
"El que vaya a la playa, desde Recife hasta la frontera con uruguay, no lo necesita", afirmó Tomás Orduna, infectólogo y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero. "Hablamos de las playas de Bahía, Pernambuco, Recife, Río, San Pablo, etc.".
El Ministerio de Salud aclaró que la recomendación para vacunarse contra la fiebre amarilla comprende a aquellos que viajen a las zonas de riesgo de Amapá, Pará y Maranhao, en el norte.
La recomendación surgió tras conocerse la aparición de un caso de fiebre amarilla en Brasilia. El Ministerio recordó que la vacuna se aplica "10 días antes del viaje y es para mayores de seis años".
Brasil, en alerta por fiebre amarilla
El Gobierno lanza una campaña para que los visitantes se vacunen
JUAN ARIAS - Río de Janeiro
ELPAIS.com - Sociedad - 10-01-2008
El Gobierno brasileño ha lanzado una campaña internacional contra la fiebre amarilla tras la reciente confirmación de dos muertes por esta enfermedad, una en Brasilia y otra en el Estado de Goiás. El Gobierno del presidente Luis Inácio Lula da Silva ha lanzado una alerta al mundo para que todos los que deseen visitar el país se vacunen antes. Así, el ministro de Sanidad, José Gomes Temporão, ha avisado a los ministros de Asuntos Exteriores, Celso Amorim, y a la ministra de Turismo, Marta Suplicy, para que adviertan de la conveniencia de vacunarse contra la fiebre amarilla antes de entrar en Brasil.
Temporão pidió a la ministra Suplicy que la Asociación Brasileña de Agentes de Viajes (Abav) participe en la campaña para advertir a los turistas. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha solicitado también, a través de embajadas y consulados, que los diplomáticos se vacunen antes de llegar a Brasil.
Preocupado con el impacto que la noticia pueda tener en el turismo, el Ministerio de Sanidad destacó el martes que la zona más segura comprende "la mayor parte de las ciudades del litoral", que es donde suele concentrarse el turismo. Las más conflictivas son el centro y centro oeste del país.
Sin embargo, preocupados con las recientes muertes, los brasileños han acudido en masa a los centros de salud para vacunarse. Sólo en Brasilia, se vacunaron el martes más de 300.000 personas.
Por el momento, las autoridades sanitarias recomiendan que se vacunen sólo los que piensen visitar dichas regiones del centro y centro oeste, pero el pánico ha cundido y ayer había en Río de Janeiro largas colas de ciudadanos exigiendo que se les vacunara.
Según Marcos Boulos, catedrático titular de enfermedades infecciosas y parasitarias de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, el Gobierno debería obligar a vacunarse a quienes piensen viajar por las regiones de riesgo, ya que, de lo contrario, "se corre el peligro de que la fiebre amarilla llegue a las ciudades, dado que el movimiento de turistas en Brasil se realiza sin control sanitario".
Residentes de Aguas Lindas, en el Estado brasileño de Goiás, hacen cola ayer para vacunarse contra la fiebre amarilla. / afp
Diario Perfil
La fiebre
El primer foco de fiebre amarilla se registró en el barrio de San Telmo y dicen que llegó desde Río de Janeiro. Fue a finales de 1870, y no se le dio mayor importancia. Entonces Buenos Aires distaba mucho de ser la Reina del Plata.
Por Vicente Battista*
El primer foco de fiebre amarilla se registró en el barrio de San Telmo y dicen que llegó desde Río de Janeiro. Fue a finales de 1870, y no se le dio mayor importancia. Entonces Buenos Aires distaba mucho de ser la Reina del Plata. Era una ciudad que contaba apenas con 187.000 habitantes, y en los barrios del sur se multiplicaban las viviendas precarias, muchas de ellas de madera, barro y paja. Había un incierto sistema de aguas corrientes, pero la mayoría de los vecinos utilizaba el agua de los pozos o la que, desde el río, traían los aguateros. Esa zona estaba poblada esencialmente por negros, por criollos pobres y por inmigrantes aún más pobres. A ninguno de ellos le preocupaba la picadura de cierto mosquito (aegyptis aedes es su nombre científico). Por su parte, ese molesto mosquito no fastidiaba a los habitantes de las suntuosas casonas de la zona norte.
El 27 de enero de 1871, la fiebre visitó dos viviendas de San Telmo. Cochabamba 113, una; Bolívar 392, la otra. A partir de ese momento comenzarán a reconocerse diez casos por día. El doctor Eduardo Wilde señaló ese peligro, pero la ciudad se aprestaba a celebrar el Carnaval: no había por qué alarmarse y menos aún malograr la fiesta. En la semana siguiente ya comenzarán a registrarse diez casos diarios; en marzo la cifra subirá a cuarenta. Entonces, el gobierno nacional tomó cartas en el asunto. En primer lugar, el presidente Domingo Faustino Sarmiento decidió trasladarse fuera de la ciudad con la totalidad de su gabinete: huían de la peste. Los señores poderosos que aún vivían en los barrios del sur imitarán el gesto y se mudarán definitivamente al norte.
Pero no todos se fueron. El 13 de marzo se creó la Comisión Popular de lucha contra la fiebre. La integraban los doctores Roque Pérez, Manuel Argerich y Francisco Muñiz. Lucio Mansilla, Guido Spano, y Vedia y Mitre también fueron de la partida. Al final de la tragedia, la cifra oficial señalará 13.614 muertos. Entre ellos estarán los doctores Pérez, Argerich y Muñiz. Sin embargo, a casi todos los muertos habrá que buscarlos entre la anónima gente del sur. Esa gente tuvo un solo privilegio: ocupar las primeras tumbas del cementerio de la Chacarita, inaugurado el 14 de abril de 1871 para recibir a las víctimas de una fiebre que no supieron prever.
*Escritor y periodista