Las mujeres con trastorno bipolar que suspenden el tratamiento con estabilizadores del ánimo durante el embarazo tienen más riesgo de sufrir recaídas anímicas, según informa “American Journal of Psychiatry”.
La práctica indica suspender la terapia con estabilizadores del ánimo durante el embarazo para evitar los efectos potencialmente dañinos de esos fármacos sobre el feto en desarrollo, explicó el equipo dirigido por la Dra. Adele C. Viguera, del Cleveland Clinic Neurological Institute (Estados Unidos).
Para analizar los efectos de esta práctica, el equipo de la Dra. Viguera reunió a 89 mujeres con trastorno bipolar sin síntomas en el momento de la concepción. De ellas, 62 suspendieron el tratamiento farmacológico entre los seis meses antes de la concepción y las 12 semanas posteriores.
El equipo registró 89 recaídas anímicas durante el embarazo en 63 pacientes. En el 85% de las mujeres que suspendieron el tratamiento se registró por lo menos un episodio, frente al 37% de las que siguieron el tratamiento.
"Al comparar a las mujeres que suspendieron la terapia farmacológica con las que la continuaron, observamos que el riesgo de recaída se duplicó en el primer grupo, el tiempo promedio hasta la primera recaída fue cuatro veces más corto y la proporción de semanas con enfermedad fue cinco veces mayor", señalaron los autores.
"Para las mujeres con recaídas graves y frecuentes de trastorno bipolar, la terapia de mantenimiento con estabilizadores del ánimo durante el embarazo sería la estrategia más prudente, como lo es en las embarazadas con otras enfermedades graves y crónicas, como la epilepsia", concluyeron los investigadores.