Congreso

Primer Congreso Nacional de Médicos Mexicanos

Ante más de 1500 médicos de todo el país, el pasado 28 de mayo tuvo lugar el Primer Congreso Nacional de Médicos Mexicanos.

Autor/a: Lic. Ángeles Santiago Méndez

Fuente: Vol.V/No.4/Mayo-Junio/2007

Indice
1. Inauguración
2. Clausura

El presidium estuvo formado por el Dr. José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud; el Dr. Philippe Lamy, director de la OMS/ OPS en México; el Dr. Emilio García Procel, presidente de la Academia Nacional de Medicina de México, A.C.; el Dr. Fidel Ramón Romero, profesor titular de fisiología de la UNAM; Julio de la Rocha Peña en representación del Dr. Carlos Tena Tamayo, subdirector general médico del ISSSTE; el Dr. César Erosa González, coordinador nacional del evento y el Dr. Alfonso Copto, presidente del Colegio Mexicano de Pediatría, A.C.

Fue el Dr. César Erosa González, coordinador nacional del congreso, quien tomó primero la palabra para dar la bienvenida a todos los asistentes, quienes, dijo, siempre están en la búsqueda de mejorar la atención de sus pacientes, y subrayó la importancia de la integración nacional de la medicina con el propósito firme de la academia, la clínica y la investigación. Reconoció la labor del Dr. Hugo Aréchiga en el campo de la enseñanza, quien, en sus propias palabras, “luchó por la integración nacional e internacional de la enseñanza”, por lo que, añadió, este foro representa un merecido homenaje a su trayectoria. Por otro lado, el Dr. César Erosa agradeció el esfuerzo de los 36 grupos académicos que participaron en el Congreso y el apoyo de la Secretaría de Salud, la Academyfb;_sd ,sia Nacional de Medicina de México, la Universidad Nacional Autónoma de México a través de la Facultad de Medicina, la Organización Panamericana de la Salud y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

A continuación se dirigió a la concurrencia el Dr. Fidel Ramón Romero, profesor titular de fisiología de la UNAM, quien hizo una breve reseña sobre la vida del Dr. Hugo Aréchiga Urtuzuástegui y el aspecto científico de su trabajo. Señaló que el Dr. Aréchiga nació en Culiacán, Sinaloa el 4 de abril de 1940 y tuvo una infancia tranquila al lado de su familia. El desarrollo precoz de su inteligencia lo llevó a aprender a leer y a escribir rápidamente, por lo que entró a la escuela primaria dos años antes que otros niños. El Dr. Aréchiga, subrayó el Dr. Ramón Romero, “continuó sus estudios en su ciudad natal y cuando terminó la preparatoria decidió estudiar medicina. Como no había esa carrera en Sinaloa, se trasladó a la ciudad de México, donde en 1956 ingresó a la Facultad de Medicina de la UNAM”. Según el Dr. Fidel Ramón, el Dr. Hugo Aréchiga era culto, hablaba con propiedad, cumplía afanosamente con sus tareas, por lo que pronto fue identificado por sus profesores como una promesa, particularmente por Carlos Alcocer, quien lo tomó bajo su ala protectora. “Todavía no terminaba la carrera cuando se hizo cargo de la coordinación de enseñanza del departamento de fisiología. Y ahí hizo uso de su habilidad innata: la de entender a las personas y convencerlas de lo que quería. Aunado a ello desarrolló la capacidad de permanecer tranquilo frente a casi cualquier situación. Todas estas características le permitieron resolver conflictos departamentales y convertirse en un eficiente administrador”, narró el Dr. Ramón Romero.

La tesis para recibirse de médico, indicó el Dr. Fidel Ramón, fue sobre un trabajo de investigación en el laboratorio del Dr. Alcocer y le agradó tanto que al terminar la carrera decidió especializarse en fisiología en el Instituto Tecnológico de California. Durante su estancia en ese instituto publicó su primer trabajo sobre ritmos circadianos en animales en experimentación y se convenció de las ventajas de estudiar un doctorado. Al regresar a México, “el Dr. Aréchiga se cambió al CINVESTAV, del Instituto Politécnico Nacional. Ahí maduró sus capacidades intelectuales y desarrolló las líneas de investigación que había iniciado en Estados Unidos y cuyos resultados publicó en numerosas revistas internacionales. Además, dirigió el trabajo de doctorado de varios estudiantes. Fue presidente de algunas sociedades científicas nacionales e internacionales, por lo cual gozó de fama internacional”.

El Dr. Fidel Ramón Romero narró cómo el Dr. Juan Ramón de la Fuente, entonces director de la Facultad de Medicina de la UNAM, le ofreció la jefatura de la división de posgrado de dicha facultad al Dr. Hugo Aréchiga Urtuzuástegui y la posibilidad de crear un nuevo ambiente de investigación. Aréchiga aceptó y de ahí en adelante haría una gran mancuerna con el Dr. Juan Ramón de la Fuente en el ámbito médico y científico. En 1995, el Dr. Aréchiga fue nombrado presidente de la Academia Nacional de Medicina. Más adelante, se integró al grupo de distinguidos profesores que hacía una serie de viajes a países del mundo con deficiencias en la investigación de neurociencias para dar cursos, organizar talleres y promover la investigación científica. Y finaliza el Dr. Fidel Ramón Romero: “fue en uno de esos viajes cuando el Dr. Aréchiga encontró la muerte en Turquía, mientras preparaba la clase que daría esa mañana. Su última posición dentro del sistema científico mexicano había sido la de coordinador del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, Dr. Alfonso Copto, presidente del Colegio Mexicano de Pediatría, A.C. que le fue concedida un mes antes de su muerte”.

La tercera participación durante la inauguración le correspondió al Dr. Philippe Lamy, director de la OMS/OPS en México. Éste se refirió al tema sobre el cual giró el Congreso: el dolor. Consideró que el dolor sigue siendo un desafío en la relación médicopaciente y enfatizó que este primer Congreso es una prueba de que se puede trabajar con coherencia en medio de la gran diversidad de especialidades en beneficio del paciente, que es la razón de ser de la medicina como disciplina humanística. Reiteró que no pudo hacerse mejor selección del tema para esta primera reunión, dado que, dijo, es un fenómeno que rebasa las fronteras de la medicina. El sufrimiento, señaló el Dr. Philippe Lamy, sigue siendo un misterio para los seres humanos. Añadió que “el sufrimiento implica compasión, respeto y temor. Desde sus principios, el quehacer de la medicina ha estado orientado a aliviar el dolor, todo ello basado en el compromiso y la confianza entre el terapeuta y el enfermo”.

Más adelante, el Dr. Lamy hizo referencia al juramento hipocrático como un conjunto de preceptos que implican altos estándares de conducta ética. Por otra parte, mencionó que el dolor físico de buena parte de los pacientes no es eficientemente tratado, por lo que es imperioso realizar más esfuerzos para conocer la naturaleza del dolor, sus múltiples dimensiones y las alternativas menos invasivas para manejarlo. Además, el Dr. Philippe indicó que “el sufrimiento no se limita a la dimensión física, por el contrario, incluye aspectos psicológicos y sociales y es aquí donde la naturaleza bioética surge con toda su fuerza. Por ello, quizá, no hay otro asunto en medicina en donde la relación entre el profesional de la salud y el paciente sea tan importante como la atención al sufrimiento y al dolor. Los profesionales de la salud deben disponer, por tanto, no sólo de un cuerpo de conocimientos biomédicos actualizados, sino también de la competencia suficiente para cultivar la confianza y el valor entre médicos y pacientes de forma que siempre prevalezca el interés del paciente”. La práctica médica se beneficiará más si los médicos empiezan a funcionar en relación con un modo comunicacional integral que permita atender tanto lo biológico como lo psicológico, lo espiritual y lo emocional, concluyó el representante de la OPS en México.

En cuarto lugar habló el Dr. Alfonso Copto, presidente del Colegio Mexicano de Pediatría, A.C., quien bajo el lema la unión hace la fuerza recordó que hace un año se concibió un congreso como el que se inauguraba ese 28 de mayo. “Un congreso donde todos los médicos, sin importar la especialidad, pudiéramos unirnos con un objetivo común y lo hemos logrado. El dolor, como tema central del mismo, nos tiene aquí reunidos; durante seis días estaremos dispuestos a aportar todos nuestros conocimientos para dar una respuesta a quien lo sufre”, abundó el Dr. Copto.

El presidente del Colegio Mexicano de Pediatría, A.C. expresó que el dolor es un síntoma que los médicos deben aprender a tratar y manifestó su confianza en que al finalizar el Primer Congreso Nacional de Médicos Mexicanos “Dr. Hugo Aréchiga Urtuzuástegui”, los asistentes al mismo estarán listos para ofrecer a sus pacientes   una respuesta palpable, factible, objetiva, para aliviar este mal. Y continuó: “si nos dedicamos a la atención de pacientes no podemos dejar de lado que dentro de un plan terapéutico cualquiera que éste sea debe incluir algún medio para aliviar el dolor. Hoy en día que la medicina avanza de manera vertiginosa se hace más necesaria la convivencia entre todos los profesionales de la salud. Los tiempos en que un médico parecía resolver todos los problemas de una familia han terminado. Actualmente se hace necesaria la unión y la convivencia entre todos los especialistas. Prueba de ello es que estamos reunidos y qué mejor marco que este magno auditorio de nuestro glorioso Instituto Mexicano del Seguro Social, tan lleno de tradición e historia”.

El Dr. Copto finalizó su intervención con este pensamiento: “estimados colegas, este Primer Congreso Nacional de Médicos Mexicanos en reconocimiento al Dr. Hugo Aréchiga debe ser la punta de lanza para que año con año tengamos la oportunidad de compartir experiencias e intercambiar conocimientos que incidan directamente en la resolución de los grandes problemas nacionales de salud”.

Por su parte, el Dr. Julio de la Rocha Peña, en representación del Dr. Carlos Tena Tamayo, subdirector general médico del ISSSTE, dijo estar convencido de que se debe trabajar con tenacidad para devolverle a la profesión médica su carácter de líder de opinión entre la comunidad bajo su responsabilidad mediante la prestación de servicios de salud de mayor calidad y oportunidad, la reestructuración de la organización y el fortalecimiento de las unidades médicas para que los médicos cuenten con el apoyo y los insumos necesarios para la atención de sus pacientes. De la misma forma, exhortó a dar la misma importancia al médico familiar que al especialista, particularmente si se considera que el primero tiene la responsabilidad de atender al 80% de la demanda de servicios y la detección y prevención de las enfermedades crónico-degenerativas que como resultado de los cambios socioeconómicos y demográficos se están dando en el país.

Es importante, recalcó el Dr. Julio de la Rocha, establecer como objetivo primordial buscar una mejor calidad de vida para los pacientes y sus familias, así como evitar complicaciones que a la postre tengan costos más altos en la atención y rehabilitación de los mismos. El representante del ISSSTE hizo patente la necesidad de que los avances tecnológicos permitan que el médico se dedique más al estudio completo del paciente y a recuperar la relación médico-paciente, que se ha perdido debido al cúmulo de informes y documentos administrativos que debe cumplir. De la Rocha puntualizó que cada institución o sociedad médica no podrá por sí misma realizar grandes cambios, sino que todos en conjunto deben unificar un mismo pensamiento, un mismo actuar. “No deben existir categorías o niveles de profesionistas, pero sí el reconocimiento y el respeto hacia los demás compañeros de profesión con base en su ámbito de competencia y responsabilidad, según la especialización de cada médico por el bien de México y de los mexicanos”, concluyó el Dr. Julio de la Rocha.

La inauguración llegó a su fin cuando el Dr. José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud, dirigió las siguientes palabras al auditorio:

 “Dr. César Erosa González, coordinador nacional del Congreso, Dr. Emilio García Procel, presidente de la Academia Nacional de Medicina, Dr. Philippe Lamy, director de la OMS/OPS en México y queridos miembros del presidium, invitados especiales, familiares del Dr. Hugo Aréchiga Urtuzuástegui, quisiera comenzar por felicitar a todas las mujeres. Hoy celebramos el día internacional de la salud de la mujer y tendremos varios eventos precisamente para darle toda la fortaleza de lo que nuestra función merece y muy particularmente la salud de la mujer. “Antes de dar inicio formal a los trabajos de los 74 especialistas que con el tema del dolor se han dado a la tarea de elaborar interesantes planteamientos y análisis en síntomas de diversas especialidades médicas, quisiera compartir con todos ustedes algunas reflexiones respecto a la importancia de los recursos humanos para la salud. De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud ha convocado a los países miembros a trabajar durante 10 años a partir del 2006 y aplicar reformas de forma y fondo para atender este importante elemento, el más importante, sin duda, de los sistemas de salud que son los recursos humanos.

“Conforme a los registros disponibles en la Secretaría de Salud, en México laboramos un poco más de 184 mil médicos y más de 220 mil enfermeras tanto en el ámbito público como en el privado, lo que representa una proporción de 1.8 y 2.2 por mil habitantes en el caso de los médicos y de las enfermeras, respectivamente, cifras muy bajas si se comparan con las registradas en otros países. Estas cifras reportadas en México no han tenido grandes variaciones en los últimos años, toda vez que no se han generado plazas formales nuevas en el sector público. Si revisamos lo que ha alcanzado nuestro país en materia de salud en las ultimas décadas es simplemente impresionante, juntos hemos erradicado algunos padecimientos o controlado muchos otros padecimientos.

Asimismo, está la ganancia de años de vida y la mejoría en la calidad de vida, lo que se podría mencionar como años de vida saludable. También ha sido así el desarrollo de nuestras instituciones de salud y seguridad social gracias al esfuerzo y continuidad en el trabajo de miles de trabajadores de la salud, tanto médicos y enfermeras como personal técnico y administrativo.

“Si bien reconocemos el papel que han jugado las instituciones educativas, no podemos olvidar las acciones de coordinación gubernamental que a través de los años ha realizado la propia Secretaría de Salud con las áreas de enseñanza de las instituciones de salud, en particular con el ISSSTE y el IMSS en las acciones que los sistemas estatales de salud llevan a cabo en las universidades y escuelas de medicina en cada una de las entidades federativas por mencionar algunas, a fin de aplicar políticas y planes comunes en esta materia.

Quiero aprovechar para destacar el papel que han desempeñado ambas academias: la Nacional de Medicina y la Mexicana de Cirugía a través del Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas, las cuales se han dado a la tarea de coordinar a los diferentes consejos  de especialidad para promover la certificación de los especialistas y de los médicos generales, asegurando con ello la definición y un estándar mínimo de conocimientos, habilidades y destrezas que el especialista y el médico general deben mantener eficiente al menos cada cinco años para su posterior recertificación. Actualmente, cerca de 87 mil médicos están certificados a través de los 46 consejos de especialidad, más 12 mil médicos generales en los que se observa un incremento paulatino en procesos de recertificación. La reforma del artículo 81 de la Ley General de Salud ha dado certidumbre a este importante proceso y permite a los colegios avanzar en cuanto a educación médica y la obtención de beneficios, y a los consejos de especialidad continuar ampliando a nivel nacional el proceso de recertificación.

“En el caso de la educación médica continua para el médico general, la Academia Nacional de Medicina coordina con muy buenos resultados el Programa Nacional de Actualización y Desarrollo Académico para el Médico General. Las características que lo distinguen de cuantos existen en nuestro país y en el extranjero es que en él participan 34 instituciones de educación superior, además de que existen 86 sedes ubicadas en 28 entidades federativas, contando a la fecha con 12 mil médicos generales. La educación médica es una tarea compartida entre las instituciones de educación superior y los prestadores de los servicios de salud. En efecto, ha correspondido a facultades y escuelas de medicina llevar a cabo este importante concepto informativo tanto en el ámbito público como en el privado.

“Las instituciones de salud juegan un papel muy importante en la formación del médico tanto de la licenciatura como la especialidad, conforme a los programas universitarios de que se trata. La figura del hospital universitario sería ideal, pero sólo en casos especiales, sin embargo, muchos de nuestros grandes éxitos hospitalarios son reconocidos como escuelas-hospitales al colaborar de manera muy cercana con la institución formadora del recurso.

“Todas estas acciones nos permitirán enfrentar los grandes retos que como país tenemos en el corto, en el mediano y largo plazo. Los exhorto a continuar participando en este tipo de actividades académicas de actualización a través de la línea estratégica de calidad. Todos podemos participar en la difusión del Programa Nacional de Salud 2007-2012, que en breve daremos a conocer una vez que haya terminado el consenso de todas las instituciones del sector salud, del poder legislativo y de los principales elementos involucrados con la salud. Los recursos humanos son y serán la clave para lograr una mejoría sostenida de la calidad de los servicios de salud en México, muchas gracias. Y si me permiten, vamos a cumplir con la formalidad de este evento. Siendo las 9:30 de la mañana del 28 de mayo del 2007, declaro formalmente inaugurados los trabajos de este Primer Congreso Nacional de Médicos Mexicanos, deseando que los objetivos que se plantearon se cumplan y que los asistentes cubran plenamente sus expectativas respecto a este Congreso, muchas felicidades a todos y muchas gracias”.