Investigación y Enseñanza

La odontología y sus grandes creadores: Hans Josef Sachs

Uno de los dentistas alemanes más célebres del siglo pasado.

Uno de los dentistas más célebres del siglo pasado fue Hans Josef Sachs, quien nacio en 1881 en la localidad alemana de Breslau. Representante de la tercera generación de odontólogos de su familia, Hans J. inició sus estudios en ciencias naturales en Berlín, para después optar por la química, que cursó en la Universidad de Friburgo. Posteriormente, pasó cuatro semestres estudiando medicina general y física antes de emprender la carrera de odontología en Berlín y en Breslau, misma que terminaría en Estados Unidos, donde tuvo a dos celebridades como profesores: en ortodoncia a Angle y en prótesis dental a Peeso.

Hans Sachs comenzó con la docencia al tiempo que investigaba sobre la enfermedad denominada entonces piorrea alveolar, cuyo tratamiento en Europa dejaba mucho que desear en aquellos años. En 1908, regresó a Alemania para trabajar al lado de su padre. Mantuvo un vivo interés por la investigación, la enseñanza y la publicación de trabajos relacionados con dicha enfermedad. Editó seis libros y escribió 25 artículos. Así mismo, incursionó como historiador. En 1913 realizó una monografía titulada Historia del mondadientes. Hacia 1967 esta obra se reeditó, con una introducción en la que el autor se explaya sobre los aspectos culturales, higiénicos y religiosos del mondadientes.

En cuanto a su aportación al tratamiento de la enfermedad periodontal, destaca el conocido método de curetaje de Sachs, basado en el procedimiento que describiera Younger en 1897 y que él a su vez aprendiera de Good. Este procedimiento consistía en la eliminación del agente causal del padecimiento, el cálculo, mediante unas curetas que modificó tomando como referencia las de Younger. Hans J. Sachs usaba como anestésico una solución de cocaína al 10% y limpiaba dos o tres dientes por sesión. De igual modo, utilizaba como soluciones algunas preparaciones de ácido láctico al 50%, además de otras sustancias hechas con ácidos orgánicos e inorgánicos para limpiar los tejidos de granulación. Para complementar el tratamiento, enseñaba a los pacientes técnicas de cepillado y enjuagues con diversas soluciones antisépticas; fue un defensor de la higiene oral como condición sine qua non para el buen resultado de todo el proceso terapéutico, que incluía otras acciones, entre ellas la corrección de desórdenes sistémicos y la fijación de dientes con movilidad.

La situación política de Alemania en esos años cambió radicalmente la vida de Sachs dada su condición de judío, ya que se vio obligado a emigrar a Estados Unidos en 1938. Pese a su reputación y sus credenciales europeas, tuvo que completar dos años de estudios de posgrado antes de realizar su state board. De este modo, cumplió los requisitos en la Universidad de Harvard y se graduó como doctor en cirugía dental en 1941. Así, se entregó a la práctica privada durante los 21 años siguientes en el consultorio que abrió en la ciudad de Nueva York, y fue abandonando paulatinamente sus actividades como investigador y docente, si bien realizó algunos trabajos relacionados con la historia de la profesión. Hans J. Sachs murió en 1974, a la edad de 93 años. Un año antes, como recuerda S.I. Gold, había declarado a A. R. Henderson: “yo fui el verdadero primer especialista en una enfermedad, la piorrea alveolar”.