Un estudio publicado en “Diabetes Care” revela que la hipertensión, los niveles elevados de lípidos y glucosa, la mayor duración de la dolencia y el sexo masculino son todos factores de riesgo importantes de la nefropatía en pacientes con diabetes tipo 1.
"El cuidado de la diabetes debe seguir centrándose en la mejora del control metabólico, pero también en la vigilancia de los lípidos y la presión arterial", señalan los autores.
La presión arterial alta y los niveles elevados de lípidos en sangre deben tratarse tan pronto como se diagnostiquen, puntualiza el autor principal del estudio, el Dr. Klemens Raile, del Charité Children's Hospital, en Berlín (Alemania). El estudio coincide con otros trabajos que muestran menor incidencia de nefropatía en los pacientes que tienen un buen control de los niveles de glucosa en sangre.
Los investigadores analizaron los datos de 27.805 pacientes incluidos en la encuesta nacional prospectiva del Sistema Alemán de Documentación de la Diabetes. La edad media en el momento del diagnóstico y de la última visita era de 10 y 16 años, respectivamente, mientras que el tiempo promedio de seguimiento fue de 2,5 años. En general, 26.605 sujetos tenían resultados normales en las pruebas de orina, 919 presentaban niveles bajos de proteína en la orina y 78, niveles altos, mientras que 203 registraban nefropatía en fase terminal, indica el artículo. Con más análisis, el equipo descubrió que entre los pacientes que hacía 40 años que tenían diabetes, el 25,4% tenía niveles bajos de proteína en la orina y el 9,4% presentaba nefropatía en fase terminal.
Entre los factores vaticinadores de niveles bajos de proteína en la orina se incluían la mayor duración de la diabetes, la glucosa elevada, el colesterol LDL o "malo" elevado y la presión arterial alta, señalaron los investigadores. Por el contrario, una edad joven al inicio de la diabetes estaba vinculada con una reducción del riesgo de niveles bajos de proteína en orina, lo cual concuerda con los hallazgos de estudios anteriores.
Para los autores, es "alarmante" que los niveles elevados de lípidos en sangre y la presión arterial alta a menudo no sean tratados adecuadamente.
El equipo concluye que un pronto diagnóstico y tratamiento de los niveles anormales de lípidos y la presión arterial alta es "obligatorio en los pacientes con diabetes tipo 1".
Diabetes Care 2007;30: 2523-2528