Estudio genético

Se buscan hermanos gays

Un estudio trata de averiguar si los genes pueden determinar la orientación homosexual. Los primeros resultados del trabajo se publicarán en 2008.

Anuncio de los investigadores. (Foto: El Mundo)
 
ISABEL F. LANTIGUA
MADRID.- "Se busca: hombres gays con hermanos gays". El cartel, que parece recién sacado de una película del oeste, es el reclamo con el que unos científicos del Instituto de Investigación Northwestern Evanston de Chicago han reclutado a 1.000 varones que cumplían ese requisito. El objetivo de este llamamiento es realizar un estudio que indague en el posible papel que juegan los genes en la homosexualidad.

Los participantes, captados mediante la publicación de este anuncio en revistas gays y festivales de ambiente en ciudades de Estados Unidos, Irlanda, Reino Unido, Canadá y Australia, han cedido una muestra de sangre o saliva para que los investigadores puedan analizar su ADN y, por tanto, sus genes. Asimismo deben rellenar un cuestionario con preguntas sobre sus preferencias y comportamientos sexuales, su infancia y la orientación sexual de otros miembros de su familia.

"Nuestra finalidad es comprender mejor el desarrollo de la sexualidad y saber por qué unos hombres están atraídos por personas de su mismo sexo y otros no. Nuestro primer objetivo es científico, pero esperamos que los resultados sean útiles para la comprensión de la sociedad en general", declara el doctor Alan R. Sanders, director de este experimento, que lleva el nombre de 'Estudio Genético Molecular de la Orientación Sexual'.

Los primeros datos sobre este trabajo, que comenzó en 2003 y está financiado por los Institutos Nacionales de la Salud, se esperan para el próximo año, aunque no serán definitivos.

"No es nuestra intención perpetuar los estereotipos que a veces se aplican a la comunidad gay. Nuestro propósito es averiguar qué factores influyen en la orientación sexual", explican los investigadores en la web que detalla su estudio.

Sanders aclara en el diario 'International Herald Tribune' que no cree que exista un 'gen de la homosexualidad' como tal. "Lo más probable es que intervengan varios genes que a su vez interactúan con otros factores no genéticos, como influencias sociales y ambientales. Todo ello es lo que determina la orientación sexual", afirma.

De hecho, aunque la investigación no llegue a ninguna evidencia, el director de la misma señala que "esto no significa que el material genético no juegue un papel, sino que su impacto en la configuración de la sexualidad es pequeño".

¿Raíces ancestrales?

Unos hermanos mexicanos que participan en el estudio están convencidos de que su orientación sexual se debe a sus antepasados, según han reconocido a la agencia AP. Algunos estudios anteriores también han sugerido esta teoría familiar de la homosexualidad, ya que han visto que los hermanos de hombres gays tienen más probabilidades de ser también homosexuales que los hermanos de heterosexuales. Sin embargo, ninguno de estos trabajos ha obtenido una evidencia irrefutable.

Antes de que lleguen los primeros resultados, el trabajo de Alan Sanders y su equipo ya ha suscitado críticas. Algunos de los que se oponen argumentan que puede aumentar la discriminación de este colectivo e, incluso, que si se demuestra la implicación de un gen se busquen terapias para intentar cambiar la orientación sexual.

No obstante, los investigadores aseguran que "su trabajo sólo pretende responder a la cuestión de cómo las personas tienen los intereses sexuales que tienen". "La sexualidad es una parte fundamental de la vida humana, por lo que su comprensión también lo es", zanjan.

INVESTIGACIÓN
La historia de un gen desconocido

Asesorados por el doctor Timothy F. Murphy, de la Universidad de Illinois, el equipo del 'Estudio Genético Molecular de la Orientación Sexual' repasa la historia de una larga búsqueda, la de los genes de la sexualidad.

En el siglo XIX, algunos investigadores apuntaban a que algunas personas "nacían homosexuales mientras que otras adquirían esta cualidad con el tiempo, por razones psicológicas y sociales". Ninguna de estas ideas se apoyaba en evidencias científicas.

En 1950, un científico estadounidense dio las primeras pinceladas sobre una posible base genética de la homosexualidad al mostrar que los gemelos idénticos (monocigóticos, que comparten el mismo ADN) compartían la orientación homosexual a niveles más altos que otros hermanos. Pero otros expertos indicaron que podían influir otros factores, ya que estos hermanos crecen en un mismo ambiente y comparten vivencias que pueden tener que ver en su orientación sexual.

En la década de los 70, algunos biólogos señalaron una posible contradicción de las teorías genéticas de la homosexualidad. "Si es algo de los genes ¿cómo se transmite de una generación a otra? Al fin y al cabo los actos sexuales entre hombres no producen descendencia", se preguntaron.

Hacia 1990 la cuestión volvió a cobrar importancia y varios equipos mostraron su interés en los aspectos genéticos de la orientación sexual. Un estudio encontró que si un varón era homosexual, su hermano gemelo idéntico tenía un 52% de posibilidades de ser también gay mientras que las de otro hermano no gemelo eran del 22%. Para los autores, estos porcentajes indicaban una cierta contribución genética a la homosexualidad.

En 1993, una investigación financiada por los NIH y coordinada por el doctor Dean H. Hamer analizó a 40 parejas de hermanos gays y llegó a la conclusión de que estos varones presentaban en mayor medida una región genética particular del cromosoma X (Xq28) que los hermanos heterosexuales. No obstante, este trabajo no halló ningún 'gen gay'.

El mismo equipo del Dr. Hamer realizó en 2005 un escáner genómico e identificó otras áreas que podrían estar involucradas en la homosexualidad masculina. Su trabajo implicaba al cromosoma 7q36, pero no le concedía un papel significativo.

Hasta el momento, el rol de los genes en la orientación sexual no está claro. El nuevo estudio que lleva a cabo Alan Sanders pretende arrojar un poco de luz sobre el tema.