ÁNGELES LÓPEZ
MADRID.- Había mostrado su eficacia y seguridad en la prevención de la osteoporosis, y ahora lo hace en la disminución del riesgo de sufrir una segunda fractura. La inyección anual de ácido zoledrónico, o zolendronato, es una buena opción para evitar que aquellas personas que han pasado por quirófano para reparar su cadera lo vuelvan a hacer por una nueva rotura ósea.
Bien sea por osteoporosis o por una caída, cada año un gran número de ancianos tienen que ser ingresados debido a una fractura de cadera. Pero ahí no queda el drama. Muchos de estos pacientes volverán al hospital por este motivo, ya que son hasta 2,5 veces más propensos a tener una segunda rotura ósea, de cadera o de otro tipo, en los meses siguientes. La tasa de mortalidad en esta población aumenta considerablemente y se sitúa en el 36%.
Por este motivo, los resultados del estudio, que hoy publica la revista 'The New England Journal of Medicine', podrían ser muy relevantes tanto para el público en general como para los especialistas que deben tratar a estos pacientes. Según el trabajo realizado por centros de diferentes países, la inyección anual de ácido zoledrónico, un tipo de bifosfonato, reduce un 35% la tasa de una nueva fractura y un 28% el riesgo de muerte por cualquier causa.
Para ello es necesario que esta sustancia se administre dentro de los tres meses siguientes a la operación de cadera y que la inyección se vuelva a repetir cada año.
El estudio se ha realizado con 2.127 pacientes que habían tenido que ser intervenidos de fractura de cadera y que no podían o no querían tomar bifosfonatos en pastilla. La mayoría de participantes eran mujeres de unos 74,5 años de edad media.
A la mitad de estos pacientes se les administró zolendronato intravenoso, una infusión de 15 minutos, y al resto un placebo, una sustancia inactiva, dentro de los 90 días siguientes a su paso por quirófano. También recibieron suplementos de vitamina D y calcio y fueron seguidos durante un tiempo medio de 1,9 años.
Eficaz y segura
Al valorar la incidencia de fracturas, muertes, efectos secundarios, etc. los investigadores comprobaron que la terapia intravenosa con ácido zoledrónico contribuyó a reducir la tasa de fracturas, tanto las vertebrales como las de otro tipo, y de muerte. Además, la densidad ósea aumentó en el grupo de pacientes que recibió este bifosfonato mientras que en el resto se registró una disminución de este parámetro.
Las reacciones más frecuentes relacionadas con el zolendronato fueron fiebre, dolor muscular y óseo. No se detectó ningún otro episodio grave, como osteonecrosis de mandíbula. Tampoco se registraron diferencias significativas en cuanto a la incidencia de arritmias, episodios renales o ictus.
"Nuestros resultados indican que el tratamiento con ácido zoledrónico después de una fractura de cadera está asociado con una tasa reducida de nuevas fracturas y de muerte por cualquier causa", concluyen los autores.
Un editorial, publicado también en 'NEJM' y realizado por diferentes especialistas en farmacoterapia, señala que estos son resultados "de peso y convincentes. La reducción en la incidencia de fracturas y en la mortalidad fue llamativa y establece claramente la necesidad de una intervención farmacológica en los pacientes con fractura de cadera".
Por otro lado, los editorialistas defienden la calidad con la que se ha realizado el trabajo y afirman que no se le puede achacar ninguna duda ética ni por el método empleado ni porque haya sido patrocinado por un laboratorio. "Este estudio es un punto de referencia para los futuros ensayos de prevención secundaria", explican. Estos expertos consideran que las nuevas investigaciones sí que deberán comparar este fármaco con otro y no con una sustancia inactiva, pues este estudio ya ha demostrado su superioridad frente a placebo.
Valorar su seguridad a largo plazo, conocer la dosis óptima y saber cómo puede mejorar la movilidad física y la calidad de vida de estos pacientes y su rentabilidad frente a otras terapias serán los siguientes objetivos que deben evaluarse a partir de ahora.