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Mujeres, migraña e ictus

Las mujeres que experimentan migraña con aura se enfrentan a un mayor riesgo de ictus.

Las probabilidades de accidente cerebrovascular son aún mayores en los casos de pacientes fumadoras y usuarias de anticonceptivos orales

Las mujeres afectadas por migrañas con aura podrían tener un mayor riesgo de ictus, en comparación con mujeres que no experimentan migrañas, según un estudio del Centro Médico de Veteranos y de la Universidad de Maryland (Estados Unidos) que se publica en "Stroke".

La asociación entre la migraña y el ictus también es mayor cuando se añaden otros factores, como el inicio reciente de las cefaleas, el tabaquismo y el consumo de anticonceptivos orales.

Según explica el Dr. Steven Kittner, autor principal del estudio, "las mujeres con un inicio reciente de posibles migrañas en las que existen síntomas visuales durante el año anterior son casi siete veces más propensas a experimentar un ictus que aquellas mujeres sin antecedentes de migraña". Este especialista señala que en el 8% de los casos de ictus existía un inicio de posibles migrañas con síntomas visuales en el año anterior en comparación con un 1% detectado en los controles.

Los investigadores también descubrieron que las mujeres que además de tener estas migrañas con aura fumaban y tomaban anticonceptivos orales tenían siete veces más riesgo de ictus que las mujeres que sólo padecían la migraña con aura.

La migraña y el ictus comparten factores de riesgo comunes que incluyen dos alteraciones con base hereditaria, la tensión arterial elevada y el óvalo de foramen patente (PFO). Este último trastorno se refiere a un defecto cardíaco en el que una apertura existente entre las dos cámaras superiores del corazón no se cierra de forma natural poco después del nacimiento. Además, la migraña ha sido considerada desde hace largo tiempo un factor de riesgo del ictus isquémico.

Los investigadores analizaron los ictus que se produjeron entre 386 mujeres de entre 15 y 49 años con un primer accidente cerebrovascular isquémico y 614 mujeres de edad y grupo étnico similar que no habían experimentado un ictus. Fueron clasificadas en tres categorías según tenían una posible migraña con aura visual, una posible migraña sin aura visual o bien no padecían este tipo de cefalea. Según los investigadores, en comparación con las mujeres sin antecedentes de migraña, las mujeres con probable migraña y síntomas visuales tenían un riesgo 1,5 veces superior de ictus isquémico.

Los autores añaden que, a pesar de lo alarmantes que puedan parecer estos resultados, la probabilidad de que una mujer de entre 15 y 44 años experimente un ictus isquémico es baja. En su opinión, los especialistas deberían animar a las pacientes que pudieran tener migraña con aura que minimizaran otros factores de riesgo cerebrovascular.