El 10% de los pacientes que han experimentado un infarto de miocardio y que podrían beneficiarse de una angioplastia de emergencia no la reciben, según un estudio publicado en el "American Journal of Medicine".
La investigación, elaborada por un equipo del Centro Cardiovascular de la Universidad de Michigan y la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, demuestra que "aumentar el uso de la angioplastia entre estos pacientes podría salvar 30 vidas por cada 1.000 casos de infarto de miocardio si son practicadas a tiempo".
Los resultados subrayan la importancia de una respuesta rápida a los síntomas del infarto de miocardio y la necesidad de tener en cuenta que un infarto no siempre viene precedido por un intenso dolor en el pecho. Harlan Krumholz, autor del estudio añadió: "esta investigación arroja buenas y malas noticias. En una década hemos pasado de un 20 a un 10% de pacientes no asistidos adecuadamente, pero nuestros descubrimientos indican que debemos mejorar aún más para asegurarnos de que ningún paciente que pueda beneficiarse con esta terapia, deje de recibirla".