Revisión

Metformina y Sulfonilureas: destacan sus beneficios comparativos

Antidiabéticos de última generación: más caros pero no más efectivos.

CRISTINA G. LUCIO
MADRID.- Varapalo para los antidiabéticos de última generación. Según una revisión publicada en el último número de la revista 'Annals of Internal Medicine' estos fármacos no son más útiles para controlar los niveles de glucosa que sus predecesores y, sin embargo, son bastante más caros.

En los últimos tiempos han salido al mercado nuevos fármacos para el control de la diabetes tipo 2, como los tiazolidinediones o las meglitinidas, que compiten directamente con medicamentos más antiguos, como la metformina o las sulfonilureas de segunda generación.

Hasta el momento, ningún trabajo había comparado de forma exhaustiva los efectos de los distintos tipos de estos fármacos.

Precisamente con el objetivo de analizar los beneficios y perjuicios de cada medicamento, investigadores de la Universidad estadounidense Johns Hopkins estudiaron 216 trabajos y dos revisiones sobre distintos antidiabéticos.

'Similares efectos'

Los resultados de este análisis demostraron que los fármacos antiguos "tienen similares o superiores efectos en el control glucémico y de otros factores cardiovasculares que los fármacos más recientes", tal como explican los autores del estudio.

"Comparados con los nuevos agentes, la metformina y las sulfonilureas de segunda generación comparten tres ventajas adicionales: precio más bajo, mayor uso en la práctica y un escrutinio más intensivo en estudios a largo plazo", añaden los investigadores.

Este análisis también corroboró el hecho de que, excepto la metformina, la mayoría de los antidiabéticos provocan aumentos de peso y puso de manifiesto, por ejemplo, que fármacos como la sulfonilureas y la repaglinida están asociados a un mayor riesgo de hipoglucemia.

Análisis de la rosiglitazona

El trabajo, además, estudió los efectos de la rosiglitazona, cuya seguridad está en tela de juicio desde que un metaanálisis publicado en 'The New England Journal of Medicine' alertara de su posible alto riesgo de infarto. Y sus resultados animan la polémica.

Los investigadores detallan que "no han encontrado diferencias estadísticamente significativas entre los fármacos en relación con problemas cardiovasculares que no sean la insuficiencia cardiaca congestiva" y añaden que dadas las carencias del análisis publicado en 'New England', "los efectos de la rosiglitazona en la mortalidad cardiovascular y los infartos de miocardio es aún incierta".

Con todo, los investigadores reconocen que su estudio tiene varias limitaciones y reclaman nuevas investigaciones que permitan comparar a fondo los distintos antidiabéticos.

Por otro lado, en el último número de la revista 'Archives of Surgery' se ha publicado un estudio que asegura que las personas diabéticas presentan peor pronóstico que otros pacientes tras tener un traumatismo.

Según este trabajo, que analizó el caso de más de 25.000 individuos, después de sufrir, por ejemplo, un accidente, los diabéticos tienen más probabilidades de padecer complicaciones, recibir cuidados intensivos, pasar más tiempo en esta unidad o desarrollar un problema infeccioso.


INFORME DE LA FDA
El registro de efectos adversos asociados al antidiabético Avandia se ha triplicado

MADRID.- El registro de ataques al corazón en enfermos diabéticos tratados con Rosiglitazona se ha triplicado desde que la revista 'New England' publicara un estudio en el que relaciona el fármaco con estos trastornos.

Hace unos meses la revista 'New England Journal of Medicine' publicó un estudio que mostraba que el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca aumentaba un 43% en aquellas personas que estaban tomando Avandia, uno de los fármacos más utilizados en Estados Unidos para el tratamiento de la diabetes tipo 2.

La agencia de noticias Associated Press, que solicitó a la FDA una valoración sobre los registros producidos sobre trastornos cardiovasculares antes y después de la publicación de este estudio, ha informado de que tras la publicación de esa investigación se incrementaron de forma significativa los informes sobre infartos y otros efectos adversos en diabéticos que estaban recibiendo este tratamiento.

Así, durante los 35 días anteriores a dicha publicación la FDA sólo había registrado cinco infartos en personas que tomaban Rosiglitazona, frente a los 90 que detectó en los 35 días siguientes.

El especialista en diabetes de la Universidad Vanderbilt en Tennessee (EEUU), Alvin C. Powers, ve esta divulgación de forma positiva. Según ha afirmado, el análisis impulsará otras investigaciones que determinarán la seguridad del medicamento, y su relación con respecto a los problemas cardiovasculares.

No obstante, Associated Press ha percibido varias críticas con relación al sistema de seguridad que existe en EEUU una vez se ha autorizado la venta del fármaco, ya que no es obligatorio que los médicos envíen estos informes a la FDA.

El director de la sección de diabetes del Hospital General de Massachusetts, David Nathan, considera que es "inconcebible" que en los 35 días previos a la publicación del estudio sólo se produjeran cinco ataques al corazón entre un millón de individuos medicados con Avandia. Asimismo, un experto en seguridad de medicamentos, el doctor David Graham, ha explicado que el incremento de estos informes médicos podría deberse más bien al efecto publicitario que ha tenido la investigación.

Por su parte, la compañía fabricante del fármaco, afirma que es un medicamento seguro y eficaz. Su portavoz, Mary Anne Rhyme, manifestó que siempre que surge un estudio de este tipo se registran más casos de los referidos en el mismo, y califica los datos publicados de "inoportunos".

Sin embargo, según la FDA, los informes sobre efectos adversos relacionados con Avandia se triplicaron: en el período previo a la publicación se produjeron 121 (entre ellos 11 muertes), frente a 357 casos (38 muertes) registrados posteriormente. Estos casos engloban todo tipo de efectos secundarios; desde pequeñas ampollas hasta infartos de miocardio.