SAN CARLOS DE BARILOCHE.-La Legislatura de Río Negro aprobó ayer en primera vuelta y por mayoría dos proyectos de ley referidos a la muerte digna. Con esta resolución, la provincia vuelve a ser pionera en materia legislativa en el país y se ubica una vez más en el centro de una controversia filosófica y social: como ya ocurrió con la ley de la píldora del día después y la que considera métodos de anticoncepción quirúrgica voluntaria, los expedientes debatidos ayer -ambos, autoría de la legisladora radical Marta Milesi- suscitan opiniones encontradas.
En primer término, según un informe de la Legislatura difundido por la Agencia Digital de Noticias Río Negro (ADN), ayer se debatió en Viedma la iniciativa que establece que toda persona legalmente capaz pueda expresar, mediante una declaración de voluntad anticipada, su consentimiento o rechazo a los tratamientos médicos que pudiera recibir, en previsión de circunstancias clínicas que le impidieran expresar su voluntad. Sobre este punto, también se establece la creación de un registro de voluntades anticipadas, en la órbita del Ministerio de Salud de la provincia.
El segundo expediente tratado tiene por objeto el respeto a la calidad de vida y a la dignidad de los enfermos terminales.
Según refiere, las personas que padezcan una enfermedad irreversible, incurable y se encuentren en un estado terminal o hayan sufrido un accidente que los coloque en igual situación, una vez que hayan sido informadas fehacientemente, tendrán el derecho de expresar su voluntad en cuanto al rechazo de procedimientos médicos extraordinarios o desproporcionados a las perspectivas de mejoría y produzcan dolor o sufrimiento desmesurado. La iniciativa contempla también la objeción de conciencia del médico.
En diálogo con LA NACION, Milesi señaló ayer que, en Río Negro, "la sesión fue muy importante, porque se logró poner en la agenda política un tema que tiene que ver con el derecho a decidir. Desde la bioética se viene teniendo esta teoría de que la muerte es parte de la vida y de que el derecho a morir dignamente es uno de los que el hombre tiene. Así que presentamos el proyecto a partir de esta concepción".
En contra
Claudio Lueiro, legislador por el Partido Provincial Rionegrino y uno de los que se opusieron al proyecto, dijo a LA NACION: "Entendemos que el derecho humano fundamental es nuestra propia vida y no podemos atentar contra ella. Ese fue el argumento básico de nuestra oposición. En la segunda vuelta esperamos profundizar el debate y abrirlo a otras organizaciones".
Consultado por este diario, el obispo de Bariloche, monseñor Fernando Maletti, expresó respecto de este proyecto: "Nos pone barranca abajo en lo que es una concepción humanista de la dignidad de la persona.
"Es otra infravaloración de lo que es la persona. La vida es don de Dios y, por lo tanto, aunque no seamos creyentes, la certeza que nos da la naturaleza es que la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, debe ser respetada y sostenida desde los responsables de la cosa pública", sostuvo el obispo.
Por su parte, Norberto Delfino, médico sanitarista y ex director del Hospital Zonal de Bariloche, expresó a este diario: "Creo que este proyecto forma parte de una embestida que encabeza la legisladora Milesi, que está apurada por legislar sobre las exigencias del Banco Mundial. Hay un concepto antinatalista, abortista y eutanásico. Creo que se trata de una nueva aberración".
Por Gilda Santarsiero
Para LA NACION