El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos ha anunciado a las mujeres embarazadas a que tengan en cuenta una nueva recomendación la cual insta a los médicos a ofrecer la prueba del síndrome de Down, sin importar la edad que tengan las gestantes. Pero la asociación también indica que no se recomienda que todas las mujeres embarazadas se sometan a la prueba de forma automática.
"No todas las pacientes desean utilizar este tipo de información", manifestó la Dra. Deborah Driscoll, presidenta del Departamento de ginecología y Obstetricia de la University of Pennsylvania (Estados Unidos), quien presentó estas observaciones en la reunión anual de esta asociación.
"Es importante que las pacientes entiendan que es algo voluntario", agregó la Dra. Driscoll, que ayudó a elaborar las recomendaciones de la asociación. "La prueba no es apta para todas las pacientes, y tenemos que respetar la autonomía de las mismas".
A pesar de los avances tecnológicos, no es nada fácil para las mujeres embarazadas decidir qué hacer después de unos resultados que sugieren posibles problemas con el feto. En juego está la posibilidad de que un feto desarrolle síndrome de Down u otras condiciones relacionadas con anormalidades cromosómicas. El síndrome de Down puede conducir a defectos cardíacos congénitos y al retraso mental.
La prueba y el asesoramiento genético se han ofrecido tradicionalmente a los mujeres de 35 años o más, debido a su alto riesgo de dar a luz a bebés con problemas cromosómicos. Se estima que una de cada 92 madres de este grupo dará a luz a niños con trastornos cromosómicos. Pero las pruebas tradicionales (la amniocentesis o el muestreo de vellosidades coriónicas) son invasivas y representan un pequeño riesgo para el feto.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomendó a los médicos ofrecer pruebas exploratorias no invasivas a todas las madres antes de la semana 20 de embarazo. El grupo de médicos favorece la combinación de dos pruebas: una translucencia nucal y un análisis de sangre.
Si una de estas pruebas sugiere alguna complicación, se puede ofrecer entonces la amniocentesis o el muestreo de vellosidades coriónicas.
La decisión final respecto a la prueba está en manos de la madre, señalaron los médicos. Después de todo, ella es la que debe decidir si continúa con el embarazo si hay indicios de que el niño tenga un defecto congénito.