Deceso

Falleció la neuróloga Leonor Gold

Profundo pesar.

Con mucho pesar se recibió este fin de semana la noticia del fallecimiento de la doctora Leonor Gold, reconocida neuróloga argentina, promotora de un enfoque integrador de la psiquiatría y la neurología.

Una enfermedad pulmonar progresiva se cobró su vida el viernes último. La "dama de la neurología", como se la conocía cariñosamente, deja tres hijos y el cariño de sus familiares, amigos y discípulos. "La doctora Gold nos seleccionó y entrenó personalmente; nos inculcó una ética muy humanitaria en el tratamiento de los pacientes de internación", coincidieron enfermeras profesionales consultadas en el Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (Ineba).

Leonor Gold nació en 1946 e hizo su residencia en el Instituto de Investigación Alfredo Lanari. Se formó como nueróloga en Baltimore y en New Haven, Estados Unidos, donde vivió alrededor de ocho años. Tras su regreso al país, fue designada jefa del Servicio de Neurología del Hospital Británico, que acababa de crearse.

Su herma- na, Silvia Gold, recordó que durante varios años la doctora Gold fue presiden- ta de la Asociación Latinoamericana de Esclerosis Múltiple. También presidió el Congreso Mundial de Neurología, realizado en Buenos Aires.

En 2003 creó el Ineba, que persigue una integración de las ciencias neurológicas, tanto en el aspecto asistencial como académico, con internación psiquiátrica de cuadros agudos, hospital de día, neurorrehabilitación y una escuela de enfermería.

"Por un lado, se están encontrando evidencias de que en enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia, la enfermedad bipolar o el trastorno obsesivo compulsivo, aparecen señales en la resonancia magnética funcional que indican que hay alteraciones químicas o estructurales en el cerebro", dijo la doctora Gold a LA NACION, al adelantar en mayo de 2003 la apertura del centro ubicado en Guardia Vieja 4435 de esta ciudad.

"Por otro lado -agregaba entonces-, siempre pensé que en Buenos Aires faltaba un centro de salud mental que ocupara este espacio. ¿Por qué separar neurología y psiquiatría, si ambas estudian patologías y problemas del cerebro?"

La idea del Ineba nació en 1997. Seis años más tarde, Gold se sonrió: "Es un sueño hecho realidad. Por suerte, pudimos hacerlo, a pesar del país, a pesar del corralito".

Al preguntarle a la especialista quiénes podrían acceder a los tratamientos en ese centro de alta especialización, Gold no dudó: "Nuestro objetivo es que se sustente, no tenemos ninguna otra expectativa económica porque la salud no es un negocio. Es lo que sabemos hacer y queremos hacerlo lo mejor posible".