Un estudio del Instituto de Investigación Oncológica Fred Hutchinson de Seattle (Estados Unidos) asocia el uso de Aspirina y otros antiinflamatorios con la reducción del riesgo de esófago de Barrett, según informa el laboratorio en un comunicado. El estudio, publicado en "PLoS Medicine", muestra que las personas con la forma más agresiva de esófago de Barrett pueden beneficiarse de la terapia preventiva con ácido acetilsalicílico.

Los autores recuerdan que las personas que experimentan acidez gástrica con regularidad durante más de 5 años corren el riesgo de desarrollar esta condición precancerosa. Añaden que su estudio puede ayudar a determinar qué pacientes con esófago de Barrett pueden beneficiarse más de esta terapia con Aspirina, "muy efectiva y no invasiva".