Invetigación de la Universidad de Florida, USA

El piojo da pistas del origen del hombre y su vestimenta

Estudiaron el ADN de piojos de gorilas y chimpancés, similares a los de los humanos.

Nicholas Wade

Uno de los misterios más embarazosos de la evolución humana es que las personas son portadoras de no menos de tres clases de piojos mientras que la mayoría de las especies tiene sólo una.

Aún más dañino para la reputación humana, es el hecho de que el piojo púbico no parece ser oriundo del cuerpo humano. Su pariente más cercano es el piojo del gorila. Los especialistas en piojos ahora quizá hayan encontrado la respuesta a la pregunta de cómo fue que los humanos adquirieron esta sobreabundancia de compañeros de viaje. Y al hacerlo arrojaron luz sobre dos puntos clave en la historia del vestido: cuándo perdieron los humanos el vello corporal y cuándo fabricaron vestimentas por primera vez.

Tres tipos de piojos habitan el cuerpo del Homo sapiens, pero cada uno ocupa un nicho diferente. El piojo de la cabeza, Pediculus humanus, vive en el cuero cabelludo. Su primo, el piojo del cuerpo, vive en la ropa. Y el territorio exclusivo del piojo púbico o ladilla, Phthirus pubis, es el vello más grueso de la entrepierna.

Los piojos están adaptados a sus portadores y no pueden sobrevivir largo tiempo lejos de ellos. Si su portador evoluciona hasta formar dos especies, los piojos harán lo mismo. Por eso, a los biólogos desde hace mucho los desconcierta el hecho de que el piojo humano de la cabeza sea una especie hermana de la del piojo del chimpancé, pero que el piojo púbico esté relacionado con el piojo del gorila. Un equipo encabezado por David L. Reed, de la Universidad de Florida, reconstruyó cómo se produjo esta extraña situación.

El número de diferencias de ADN entre el piojo del gorila y el piojo púbico indica que divergieron hace unos 3,3 millones de años, informa Reed en la revista Biomed Central Biology. La transferencia indicaría que los antepasados humanos ya habían perdido el vello corporal hace 3,3 millones de años, circunscribiendo al piojo humano a la cabeza y dejando la entrepierna expuesta a la invasión del piojo del gorila.

Se dice que los antepasados humanos perdieron el pelo corporal propio de los simios cuando dejaron las junglas, pasaron a las sabanas abiertas y calurosas y necesitaron tener la piel desnuda para una eficiente sudoración. La adaptación a la sabana se había completado hace 1,7 millón de años. Pero la pérdida del vello corporal podría ser anterior. Si los humanos se volvieron nudistas hace 3,3 millones de años, ¿cuándo empezaron a usar ropa? La respuesta otra vez la dan los piojos. Aunque los humanos quizá hayan usado durante largo tiempo prendas sueltas, las primeras vestimentas elaboradas habrían sido tan ajustadas como para tentar al piojo de la cabeza a expandir su territorio. Así nació el piojo del cuerpo, con garras que se aferraban a las telas.

TRADUCCION: Elisa Carnelli

Consejos para los escolares

Llegan las clases y los chicos vuelven a casa con piojos. Basta con una familia no disciplinada para que sus hijos contagien al resto. La lucha contra esta enfermedad debe ser periódica, constante y colectiva.

La Asociación de Lucha Contra la Pediculosis recomienda no gastar en productos a los que los piojos en poco tiempo se vuelven inmunes.

Los piojos no saltan ni vuelan y fuera de la cabeza no viven más de 48 horas. Razón por la que los piojos de los areneros escolares se mueren el fin de semana. Aunque el lunes llegan los de los chicos que no fueron revisados. ¿Un remedio? Repetir esta rutina domingos, martes y jueves.


Limpiarlos fuera de la bañera (el piojo sube por tuberías).

Colocar una toalla blanca alrededor del cuello del chico.

Distribuir crema de enjuague con vinagre en la cabeza.

Pasar peine grueso, luego uno mediano y el peine fino.

Depositar piojos y liendres en pañuelos o rollo de papel.

Guardar los papeles con los restos de piojos y liendres en una bolsa dentro de un envase plástico con tapa por 48 horas.

Cerrar la bolsa y tirar