Reproducción humana

Fecundación asistida: hay menos embarazos múltiples

En los últimos tres años se logró controlar este error en la técnica

El refinamiento que el tiempo y la práctica les dio a las técnicas que ayudan a las parejas a lograr el embarazo tan deseado permitió reducir en nuestro país la principal complicación de la reproducción asistida: dar a luz a más de un bebe, lo que aumenta el riesgo de prematuridad.

Según datos de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer), ya casi desaparecieron los nacimientos de trillizos y los mellizos pasaron de un 25% de los embarazos a menos del 20 por ciento, lo que garantiza llegar al final del embarazo con mayor seguridad.

Es que, según las cifras de la Samer, cuando el embarazo logrado por reproducción asistida es único, el 13% de las mujeres tienen un parto prematuro. Pero ese riesgo sube al 62% en los embarazos dobles y al 92% en los embarazos triples.

"El embarazo múltiple es la principal complicación de las técnicas de reproducción asistida, debido a los serios problemas de prematuridad de esos embarazos. Sin embargo, en la actualidad también el embarazo doble debe ser considerado una complicación por evitar", señaló a LA NACION el doctor Claudio Chillik, presidente de la Samer.

Según el especialista, la posibilidad de que el tratamiento termine en un embarazo múltiple depende especialmente de la cantidad de embriones transferidos al útero, del origen de esos embriones y de la edad de la futura mamá. En el 35% de los embarazos logrados in vitro por donación de ovocitos (ovodonación) nacen gemelos.

"En América latina las tasas de embarazo múltiple son demasiado altas, del 29% [el 22,5% son mellizos y el 6,5%, trillizos o más], y eso se debe a que se transfiere un promedio de 2,9 embriones por transferencia, sin tomar en cuenta la edad de la mujer -explicó Chillik-. En los casos de ovodonación, las cifras son más alarmantes, ya que los embarazos múltiples alcanzan el 34 por ciento."

Se estima que casi la mitad de los chicos latinoamericanos nacidos con la ayuda de alguna técnica de reproducción asistida nacieron por embarazo múltiple.

Para evitar esto, justamente, la Samer comenzó a recomendar en los últimos años que se limitara la cantidad máxima de embriones que se implantan en el útero de la mujer en cada transferencia.

"El máximo debe ser de tres embriones en las pacientes con una posibilidad de embarazo que no es la ideal o cuando tienen más de 38 años y se utilizan óvulos propios, y de dos embriones si las posibilidades de lograr el embarazo son las ideales, cuando se usan óvulos donados o cuando la mujer tiene menos de 38 años", precisó el titular de la sociedad científica local sobre los datos que se presentarán en el XII Congreso Argentino de Medicina Reproductiva, el 15 y 16 de este mes ( www.samer.com.ar ).

Cuestión de edad

En las pacientes con buen pronóstico de embarazo, la recomendación científica de transferir dos embriones crearía una probabilidad excelente de lograr el embarazo con un riesgo de embarazo múltiple del 19%, en el que, salvo raras excepciones, la única posibilidad es tener mellizos.

"El riesgo de prematuridad y malformaciones en los bebes está directamente relacionado con las complicaciones del embarazo múltiple y no con la técnica utilizada, cuando ésta se usa correctamente y siguiendo las indicaciones científicas", sostuvo Chillik.

Con la edad de la mujer, varían las posibilidades de lograr el embarazo y el mejoramiento de las técnicas de reproducción asistida permite optimizar los resultados con una menor cantidad de embriones y sin perder la posibilidad de lograr el embarazo.

Pero, entonces, ¿por qué se recomienda transferir tres embriones en las mujeres de más de 38 años? Simplemente por la pérdida natural, lenta e irreversible de la fertilidad y, por lo tanto, el porcentaje de éxito de un embarazo después de los 35 años.

"A partir de los 40 años, la posibilidad de que una mujer quede embarazada baja a menos del 10% y ya es tarde para conservar sus óvulos. Es por eso que a partir de los 42 años es recomendable que las parejas recurran a la ovodonación para crear probabilidades óptimas y reducir al mínimo el riesgo de aborto y malformaciones en el bebe", explicó Chillik.

La decisión de diferir la maternidad en estos tiempos aumentó la demanda de tratamientos de reproducción asistida. De hecho, los tratamientos por ovodonación hace cuatro años eran menos del 10% y hoy llegan al 40 por ciento.

"El problema es que las mujeres difieren la maternidad, pero no se están planteando esa decisión a los 35 años, cuando aún están a tiempo de conservar sus propios óvulos. En general, el reloj les avisa a los 38 y los 40. Sólo en ese momento se plantean qué hacer", agregó el especialista.

En resumen, Chillik aseguró que mientras antes un embarazo de mellizos en una pareja de más de 38 años se consideraba un "bonus" porque se formaba la familia más rápidamente, hoy debe tomarse como una complicación que no debe buscarse deliberadamente.

"Y los embarazos triples o de más bebes son, definitivamente, una complicación del tratamiento y sí o sí hay que evitarlos", concluyó.

Por Fabiola Czubaj