En un estudio desarrollado en individuos sanos del ejército del Nepal, el uso de una vacuna recombinante frente al virus de la hepatitis E (VHE) ha mostrado una efectividad del 95,5% en la prevención de la infección, una de las principales causas de morbilidad en los países en desarrollo y que conlleva una tasa de mortalidad del 1-3%.
De los 2.000 individuos reclutados para este estudio donde 1.794 recibieron la vacuna activa (898) o placebo (896) administrados en tres dosis: al inicio, a 1 mes y a 6 meses. Los resultados mostraron que 69 personas desarrollaron hepatitis E tras completar el esquema de tres dosis y todas ellas, a excepción de 3, pertenecían al grupo placebo, lo que arrojó una efectividad del 95%.
No obstante, cuando el análisis se amplió e incluyó a los 87 individuos que desarrollaron hepatitis E tras la primera dosis de la vacuna, la eficacia se redujo del 95,5% al 88,5%. En cuanto a la seguridad, a excepción del dolor en el lugar de la inyección en el grupo con tratamiento activo, los efectos adversos fueron comparables en ambos grupos.
En un editorial en la misma publicación, el Dr. Krzysztov Krawczynski, de los Centers for Disease Control and Prevención (CDC) en Atlanta (Estados Unidos), recomienda cautela ante estos resultados, ya que el estudio está circunscrito a un grupo masculino y todavía se desconoce la duración de la inmunidad inducida y la eficacia de la vacuna en la prevención de la infección asintomática por VHE.
New England Journal of Medicine 2007;356:895-903