Georgina Elustondo
Menos casos, menos mortalidad, menor transmisión vertical, menor prevalencia en embarazadas. Las estadísticas sobre VIH/sida de la ciudad de Buenos Aires sorprenden con buenas noticias. Desde el 2000, los casos de sida pediátricos cayeron un 71% y el contagio madre/hijo, un 80%. También bajó prácticamente a la mitad (un 48 %) el número de nuevos infectados y la mortalidad se redujo casi un 30%.
Los datos fueron elaborados por la Coordinación Sida del Ministerio de Salud del gobierno porteño, que comparó las cifras del año 2000 con las del 2005. "El análisis de este quinquenio sirve para determinar cuál es la situación epidemiológica del VIH/sida en Capital. Los datos demuestran una tendencia clara hacia el control de la epidemia en la ciudad", celebró a Clarín el doctor Claudio Bloch, director general del área.
"La caída de la prevalencia en embarazadas es importante porque es una buena población centinela (son unas 25.000 por año) y refleja lo que está pasando en la población general. En 2000, casi 12 de cada mil embarazadas que tenían sus partos en hospitales porteños estaban infectadas. En 2005, la tasa cayó a 6 cada mil: menos del 1%. Es para festejar porque en 2000 teníamos una de las tasas más altas del país y estábamos camino a una epidemia generalizada", subrayó.
Entre las cifras, se destacan la caída del número de casos de sida pediátricos y la disminución de la transmisión vertical y de la mortalidad. "Hace 5 años que las nuevas infecciones se han estabilizado en 1.100/ 1.200 casos por año. Creo que hemos tenido una política pública activa y sostenida en el tiempo y eso genera altos niveles de impacto", dice Bloch.
En 2000, de cada 100 mujeres embarazadas con VIH, 20 bebés nacían con el virus en su sangre; hoy, menos de 4 se contagian. Y también cayó la mortalidad por sida de 8,6 a 6,1 cada 100.000 habitantes. "Hay más conciencia, más prevención y mayor cuidado. Creo que la entrega masiva de preservativos fue clave. Pasamos de dar 50.000 unidades en 2000 a más de 6 millones en 2006. Claramente alguien los está usando", dice.
La batalla sigue. Desde el 1ø de marzo se empezará a hacer en el Muñiz el Test de Resistencia para el VIH. Servirá para determinar si las personas que viven con VIH presentan resistencia a tratamientos antirretrovirales y permitirá elegir una mejor metodología para hacerle frente.