Una enfermedad compleja

Actualización en dermatitis atópica

Es importante el diagnóstico de la dermatitis atópica, y la severidad de la misma, ya que orienta a la terapéutica.

Autor/a: Dr. Hywel C. Williams.

Fuente: N Engl J Med jun 2005; 2314-2324.

La dermatitis atópica es un trastorno inflamatorio de la piel, pruriginoso, con predilección por los pliegues. Se caracteriza por eritema poco definido, con edemas y vesículas en la fase aguda y liquenificación en la fase crónica. Aunque se denomina atópica, más del 60% de los niños con ésta enfermedad no demuestran sensibilidad mediada por IgE frente a antígenos. Aproximadamente el 70% de los casos comienzan en niños menores de 5 años, aunque un 10% lo hacen en adultos. El asma se desarrolla en el 30 % de los niños con dermatitis atópica y rinitis alérgica en el 35%.

Criterios diagnósticos:

Requiere la evidencia de prurito (o reporte de los padres de rascado) más tres o más de los siguientes criterios: compromiso de pliegues, historia de asma o rinitis, historia de sequedad generalizada de la piel en el último año, comienzo en un niño menor de 2 años de edad, dermatitis visible en pliegues incluyendo compromiso de mejillas y frente.
Es difícil determinar la severidad de la enfermedad. La presencia o ausencia de alteraciones del sueño, la extensión y localización de los sitios involucrados, y el curso clínico son indicadores de la severidad que probablemente guíe las decisiones acerca del tratamiento.

Causas:

La dermatitis atópica es una enfermedad compleja. Varios genes identificados pueden explicar algunos casos. El medio ambiente juega un rol en la expresión de la enfermedad. Mientras alergenos como polvo, ácaros, comidas pueden ser importantes en algunos casos, otros factores como ropas ásperas, infecciones por Estafilococo aureus, exposición a microbios durante la infancia, excesiva humedad y exposición a irritantes pueden alterar la función de la barrera cutánea y causar la enfermedad.

Diagnóstico:

La biopsia de piel es de poco valor en el diagnóstico de dermatitis atópica, el diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos.

Diagnósticos diferenciales:

Hay que tener en cuenta la dermatitis seborreica de la infancia, el eccema numular, dermatitis de contacto irritativa, dermatitis de contacto alérgica, escabiosis, picaduras de insectos.

Tratamiento:

Corticosteroides tópicos:

La potencia de los corticosteroides tópicos está clasificada por su capacidad para efectuar vasoconstricción. Sólo aquellas preparaciones de baja potencia se pueden usar en cara y genitales, mientras que las de moderada y alta potencia se utilizan en el resto del cuerpo.
Los corticosteroides de baja potencia pueden ser suficientes para todo el cuerpo en niños. La dermatitis atópica liquenificada requiere preparaciones más potentes por períodos más prolongados. Pueden provocar adelgazamiento de la piel, telangiectasias faciales y glaucoma cuando se utiliza periocular (raramente reportado en adultos).
La supresión adrenal por absorción sistémica de corticosteroides tópicos es muy rara.

Emolientes:
No hay evidencia que los emolientes  mejoran la dermatitis atópica directamente. No obstante, se utilizan ampliamente porque mejoran la apariencia y los síntomas de piel seca asociada con esta condición. Un estudio mostró que los emolientes podrían reducir el uso de corticosteroides en un 50 %, y otro estudio demostró que mejoran la respuesta al tratamiento con corticosteroides tópicos.

Inhibidores de la calcineurina tópicos:
Tacrolimus y pimecrolimus tópicos mostraron ser efectivos en diversos estudios controlados. Estudios a corto plazo sugieren que tacrolimus tópico al 0.1 % puede tener potencia similar a los corticosteroides tópicos de alta potencia, mientras que el pimecrolimus es considerablemente más débil.
Estudios de corto tiempo comparan el uso intermitente de inhibidores tópicos de la calcineurina con el uso intermitente de corticosteroides tópicos. Un estudio controlado de 12 meses de duración en niños con dermatitis atópica mostró que el uso temprano de pimecrolimus reduce la frecuencia de brotes del 51 % al 28 %, mientras que el uso temprano de corticosteroides tópicos de baja potencia mostró similares efectos.
Los inhibidores de la calcineurina tópicos no causan adelgazamiento de la piel. El uso de tacrolimus y pimecrolimus se asocian con sensaciones de ardor leves al ser aplicados. Estudios de 5 años mostraron un buen perfil de seguridad para éstos agentes. En el Reino Unido, se aprobó el uso de tacrolimus tópico para niños mayores de dos años con dermatitis atópica moderada a severa no controlada con corticosteroides tópicos, y de pimecrolimus tópico como agente de segunda línea para dermatitis resistente del cuello y cara. En los Estados Unidos, tacrolimus y pimecrolimus están aprobados como agentes de segunda línea, y el sitio de aplicación no es restringido para pimecrolimus.
En marzo del 2005 se alertó a los profesionales de la salud acerca de un posible riesgo de cáncer (principalmente linfoma y cáncer de piel) con el uso de pimecrolimus y tacrolimus tópico, en base a estudios en animales, reportes de casos, y el conocimiento de cómo actúan éstas drogas. El alerta enfatiza la importancia de usar éstos preparados cuando la primer línea de tratamiento ha fallado o no ha sido tolerada.

Antihistamínicos orales:
Algunas veces se recomiendan por sus efectos sedativos.

Doxepina tópica:
Produce alivio del prurito. No obstante, no mostró un efecto clínicamente útil en la severidad de la enfermedad, y la somnolencia puede ser un problema.

Agentes antibióticos:
Las infecciones por Estafilococo aureus son comunes y se tratan con ciclos cortos de antibióticos como floxacilina, Cefalexina o Amoxicilina-clavulánico.

Luz ultravioleta:
Ensayos clínicos randomizados mostraron que la luz ultravioleta (ultravioleta B, ultravioleta B de banda angosta, ultravioleta A de alta densidad) es beneficiosa para la dermatitis atópica en corto tiempo. Pueden ocurrir quemaduras y prurito. La fototerapia es usada como tratamiento de segunda o tercera línea.

Agentes inmunosupresores:
Un curso corto de corticosteroides orales (menos de 3 semanas) puede usarse para controlar un brote de enfermedad severa. El uso de ciclosporina, azatioprina, micofenolato, interferón gama, está limitado por los efectos adversos y está reservado para personas con enfermedad severa que no responden a otros agentes.

¿Qué se sabe sobre el tema?

La dermatitis atópica en una enfermedad de la piel que afecta a niños preferentemente, y generalmente evoluciona por brotes. Por lo que es importante un tratamiento adecuado y oportuno para evitar los efectos adversos ocasionados por las drogas utilizadas en éste trastorno.

¿Qué aporta a la práctica clínica?

Es importante el diagnóstico de la dermatitis atópica, y la severidad de la misma, ya que orienta a la terapéutica. Siempre es aconsejable comenzar con los tratamientos de primera línea como los corticosteroides tópicos, de diferente potencia según los sitios afectados por la enfermedad, y pasar a los de segunda o tercera línea sólo si no hubo respuesta a la primer terapéutica.