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Descenso de estrógenos y artrosis de rodilla

El descenso de estrógenos es un factor de riesgo de artrosis de rodilla para mujeres premenopáusicas.

El descenso de estrógenos es un factor de riesgo de artrosis de rodilla para mujeres premenopáusicas, al estar estas hormonas sexuales implicadas en la inflamación de los tejidos, según señala un estudio publicado en “Arthritis and Rheumatism”, revista del American College of Rheumatism.

Este estudio, al que se hizo referencia durante el VII Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM), tenia como principal objeto determinar si los niveles de estradiol, el principal estrógeno en las mujeres premenopáusicas y perimenopáusicas, junto con dos de sus metabolitos, están asociados a un mayor riesgo de desarrollar artrosis en mujeres. Esto contribuye a un diagnóstico más precoz y eficaz de la enfermedad, que suele desarrollarse entre los 40 y 50 años y es más prevalente en mujeres.

La artrosis de rodilla, que afecta a 7 millones de españoles, se caracteriza por una degeneración progresiva de los cartílagos con cambios estructurales en los huesos. Las hormonas sexuales pueden impactar en los tejidos asociados a la rodilla a través de acciones celulares y moleculares. El estudio examina la concentración de hormonas en mujeres y el resultado refleja que la identificación de estas hormonas podría ayudar a prevenir la artrosis en la rodilla.

Un total de 842 mujeres norteamericanas pre y perimenopáusicas fueron sometidas a una radiografía anual de rodilla y a un análisis de sangre. Con ello, se pretendía evaluar la relación entre el nivel basal de estradiol sérico, 2-hidroxiestrona y 16alfa-hidroxiestrona en orina y el desarrollo de artrosis de rodilla en mujeres.

El conocimiento de este factor de riesgo permitirá un diagnóstico más precoz de la enfermedad, lo que supone un nuevo avance en la terapia condroprotectora como tratamiento de base de la artrosis.

Los condroprotectores, y en especial el condroitín sulfato, son fármacos que actúan directamente sobre las 3 estructuras de la articulación afectadas en la artrosis (cartílago articular, membrana sinovial y hueso subcondral) y que no sólo alivian los síntomas de dicha patología sino que tienen la capacidad de atacar la enfermedad de raíz, frenando así el proceso degenerativo que tiene lugar en la articulación (de manos, rodilla, cadera, hombro, codo, pie). Además, los condroprotectores son mucho más seguros, pues no presentan los clásicos efectos adversos de la terapia convencional.

Arthritis and Rheumatism 2006;54:2181-2487