La medicina es una de las profesiones más absorbentes tanto por los horarios como por la responsabilidad que implica. Sin embargo, cualquier doctor nunca dejará de buscar tiempo para sí mismo fuera de las largas horas de consulta. Descubra cómo el Dr. Carlos Ponchner, ha combinado a la perfección la medicina, los negocios y el arte.
¿Cómo coordinar una profesión demandante, la vida familiar y las actividades personales? Esa parece ser la pregunta del millón para cualquier profesional, pero cuando hablamos de médicos, las cosas suelen complicarse aún más.
Noches sin dormir, horarios interminables de trabajo y preocupaciones difíciles de olvidar al llegar a la casa, son parte de la existencia de cualquier doctor.
En el caso de Carlos Ponchner, Pediatra y Neonatólogo, las distintas facetas de su personalidad han sido tan variadas como equilibradas.
Faceta médica
Los centros de enseñanza que eligió para su formación fueron la Universidad Autónoma de México y la Universidad de Costa Rica, combinación común en muchos de sus colegas de generaciones similares. Y aunque al principio no estaba entre sus planes ser pediatra, luego de rotar por Neonatología decidió que los niños eran los pacientes a los que quería dedicar su profesión.
“Es tan fácil sentir cariño por un niño. Además, no tienen enfermedades mortales tan seguido y cuando responden se recuperan completamente la mayoría de las veces”, señaló el Dr. Ponchner.
Sin embargo, la cara difícil de la medicina siempre está presente. Tal como reconoció, lo complicado es que “cuando un paciente se pone mal, siento que es mío”. Probablemente, esto se deba a lo que representa un niño, la sensibilidad de cualquier doctor o simplemente a la especial dedicación del Dr. Ponchner y los vínculos que crea con sus pacientes.
La Caja del Seguro Social ha sido uno de los testigos de su carácter emprendedor. Además de trabajar por 10 años en el Hospital México, organizó el Servicio de Neonatología del Hospital de Heredia. Y a pesar de que se retiró de la Caja desde hace 24 años, continúa con su consulta privada, que mantiene desde 1971.
Al preguntarle sobre el Hospital de Niños y la reputación que tiene de ser un centro médico altamente eficiente, el Dr. Ponchner menciona la mística de todo el personal, pues a su juicio es algo especial que no se da en todos los hospitales. “Por supuesto que para su financiamiento hay un Patronato de la Infancia que aporta mucho, junto con el Parque de Diversiones”, añadió.
Faceta empresarial
Los estudios empresariales que ha seguido el Dr. Ponchner, son un ejemplo de que el manejo del tiempo y priorización de los objetivos en la vida son dos habilidades que bien manejadas, sirven para diversificar conocimientos y actividades.
A los 50 años, se graduó como Técnico de Administración de Empresas en la UNED y en 1994 como Técnico en Comercio Internacional en FUDECI y la UNED. Actualmente, está cursando Correduría de Bienes Raíces.
La medicina acompañada de destrezas administrativas lo llevaron a idear algo para aquellas miles de personas que a pesar de contar con ciertos recursos no pueden pagar el precio completo de la consulta médica privada tradicional. Así nació el Consultorio Médico Familiar (hoy conocido como Clínica Los Ángeles), que dio inicio a través de alianzas con farmacias y laboratorios que permitieron fijar precios más accesibles.
Posteriormente, vino otro proyecto que esta vez también incluía a sus hijos. Con ellos vio nacer a Multifrío, empresa de Aire Acondicionado y Refrigeración que hoy cuenta con más de 14,000 trabajos instalados en Costa Rica.
Precisamente, para él, su esposa, sus tres hijos y cuatro nietos, es probablemente el mayor de sus orgullos.
Faceta artística
La tercer faceta de este doctor incluye místicas obras talladas en madera que ya han sido expuestas y admiradas por amantes del arte.
Pero, ¿cómo darle un espacio a la creación artística luego de dedicarse toda la vida a la medicina, tener habilidades empresariales y conocer únicamente los sistemas formales y tradicionales de la educación y el trabajo?
En el caso del Dr. Ponchner, el primer indicio de esta inclinación poco común, tuvo lugar en el Liceo de Costa Rica, cuando por encargo de su profesor de arte debió tallar una flor en madera con unas gubias. Y así, según él mismo describe descubrió la fórmula “madera+forma+gubias”.
No obstante, las “preocupaciones típicas” de un adolescente y luego las “ocupaciones típicas” de un adulto, lo mantuvieron alejado de este descubrimiento por varios años.
Su segunda pieza fue una tabla con las primeras diez letras del abecedario hebreo representando los Diez Mandamientos, elaborada por allá de 1969, cuando finalmente disfrutó de unas vacaciones, en una quinta en el Bosque de la Hoja.
Desde entonces, Aribri (seudónimo con que firma sus obras) ha dado rienda suelta a esta pasión, que define como “una gran inclinación por la madera y cierta sensibilidad artística”. Según cuenta, la necesidad de crear viene por épocas, pues puede hacer una o dos piezas y luego esperar dos años hasta la siguiente.
Su ascendencia judía y la influencia de sus ancestros y maestros fueron el alimento para que su vena artística se viera plagada de los rituales y tradiciones judías. Así, todas sus creaciones versan sobre temas religiosos judíos, lo que es muy curioso, pues no se considera un practicante riguroso. Algunos de sus trabajos llevan como nombre: “TZION”, las “DOCE TRIBUS”, el “SHOFAR”, el “REZO MATUTINO”, “MOSHÉ”, “UNA ROSA PARA SHABAT”, “EL JASID” y “EL TUNEL DE LA VIDA”.
Según cuenta, las únicas excepciones en que sus obras no han incluido temas judíos son las “caricaturas de sus nietos”.
Un detalle curioso es que ha llegado a utilizar el bisturí en sus obras, para conseguir mayor perfección y pulcritud, características compatibles con su “personalidad obsesiva compulsiva”, como él mismo afirma. Y en cuanto a la decisión de qué obra desarrollar, muchas veces son las formas de las mismas maderas las que le indican cómo moldear la pieza. Tal es el caso del trozo que encontró en La Sabana y que luego llegó a convertirse en el “ALENÍGENO JUDÍO”.
Hasta el 28 de setiembre del 2004, sus obras habían permanecido en el anonimato. Y es que todo el esfuerzo y el trabajo artístico, es descrito por el Dr. Ponchner como “algo muy mío, que no busca la aceptación de los demás”. Sin embargo, ese día, impulsado por la pintora Jeannina Blanco, dio inicio la Exposición “Arte Nuestro”, en el Centro Israelita Sionista de Costa Rica. Fueron 25 obras las expuestas y los fondos recaudados en la venta de varias de ellas fueron donados a la nueva Sinagoga y Centro Comunitario Judío.
El Dr. Ponchner define su arte como “un acto de liberación a lo establecido y como un descanso a la formalidad de su formación”.
Esta reflexión y los proyectos que ha podido desarrollar a lo largo de su vida, impulsan a los profesionales de la salud, y de otros campos, a establecerse metas en cualquier aspecto de su vida, así como las acciones para alcanzarlas.
Algunos de sus trabajos
Resumen curricular:
Dirección electrónica: carpon@amnet.co.cr
Títulos Académicos:
1- Conclusión de Estudios Primarios. Escuela Juan Rafael Mora. Noviembre 1954.
2- Bachiller en Ciencias y Letras. Liceo de Costa Rica. Diciembre 1959.
3- Mecanógrafo. Liceo de Costa Rica. Diciembre 1959.
4- Médico-Cirujano. Universidad Nacional Autónoma de México. Septiembre 1967.
5- Incorporación como Doctor en Medicina y Cirugía. Universidad de Costa Rica. Marzo 1968.
6- Inscripción al Colegio de Médicos y Cirujanos de la República de Costa Rica. Julio 1970.
7- Inscripción como especialista en Pediatría, al Colegio de Médicos y Cirujanos de la República de Costa Rica. Julio 1970.
8- Inscripción como especialista en Neonatología, al Colegio de Médicos y Cirujanos. Mayo 1973.
9- Técnico en Administración de Empresas. Universidad Estatal a Distancia. Diciembre 1994.
10- Técnico en Comercio Internacional. Fundación Costarricense para Comercio Internacional y Universidad Estatal a Distancia. Abril 2004.
Experiencia en Carrera Profesional:
1- Servicio Social. Centro de Salud "Dr. Manuel Escontria". México D.F. 1967.
2- Internado Universitario. Hospital San Juan de Dios y Hospital Nacional de Niños. 1966.
3- Servicio Médico Sanitario. Hospital Nacional de Niños. 1968 a 1970.
4- Residencia en Pediatría. Hospital Nacional de Niños. 1968 a 1970.
5- Director Departamento Médico del Centro de Orientación Familiar. 1969 a 1970.
6- Coordinador Servicios Médicos de Emergencia. Deportivo Israelita. 1971.
7- Asistente Especialista en Pediatría. Clínica Dr. Clorito Picado. CCSS. 1970 a 1973.
8- Asistente Especialista en Neonatología. Hospital México. CCSS. 1973 a 1982.
9- Docente Ad-honorem. Facultad de Medicina. Universidad de Costa Rica 1973-1975.
10- Profesor Licenciado. Facultad de Medicina Universidad de Costa Rica. 1975 a 1982.
11- Jefe de Clínica a.i. Servicio de Recién Nacidos. Hospital México. CCSS. 1977.
12- Asistente Especialista en Neonatología. Hospital San Vicente de Paúl. CCSS. 1983.
13- Consulta Pediátrica Privada en Consultorio Particular desde 13 Enero 1971.
14- Director Médico, Socio Fundador y Pediatra Neonatólogo Consultorio Médico Familiar. Abril 2001 a Octubre 2002.
15- Contralor General de Multifrío (Empresa lider en Costa Rica de Aire Acondicionado y Refrigeración desde Enero 2000).