Cuidado del paciente

Noticias sobre Alzheimer: diagnóstico en líquido CFR y brazalete localizador

Científicos estadounidenses identifican el Alzheimer a través de análisis del fluido espinal

Por ahora los médicos diagnostican la enfermedad guiándose primordialmente por los síntomas

Científicos estadounidenses han encontrado una forma de detectar con antelación el mal de Alzheimer mediante el análisis del fluido espinal de los pacientes, un hallazgo que sería un gran avance en la elaboración de un muy ansiado examen para diagnosticar la enfermedad, que destruye la memoria y otras facultades mentales a las personas que la sufren y que antes solamente se podía hacer por medio de una autopsia. Los investigadores de la facultad de medicina de la Universidad Weill Cornell de Nueva York, descubrieron un patrón de comportamiento de 23 proteínas que flotan en la espina dorsal que, según pruebas preliminares, parecen identificar el Alzheimer, que si bien no lo descubren de manera absoluta, al menos logra detectar el medicamento con bastante precisión. Sin embargo, los investigadores señalaron que serían necesarias muchas más investigaciones antes de que los doctores puedan utilizar la prueba en pacientes.

Por ahora, los médicos diagnostican el mal de Alzheimer guiándose primordialmente por los síntomas. Esto hace que se dificulte mucho el diagnóstico temprano y cuando la enfermedad está más avanzada es todavía más fácil confundirla con la demencia senil.


Un brazalete para localizar a los enfermos de Alzheimer

Louis Massicotte inventó el aparato después de que su madre se escapara varias veces

En torno al 60% de los pacientes de Alzheimer tienen alterados los ritmos circadianos (sueño-vigilia) y se desorientan totalmente en el tiempo y en el espacio. Este trastorno les conduce a menudo a la propia pérdida y a la desconexión con el mundo real. Si no se les encuentra en las primeras 24 horas, la mitad de esos enfermos fallece por abandono, accidentes, desnutrición y falta de tratamiento o asistencia.

A casi este extremo llegó el caso de la madre del canadiense Louis Massicotte, inventor del brazalete Columba, un sencillo y a la vez complejo artilugio, que se coloca en el brazo del enfermo de Alzheimer, a modo de reloj, y es capaz de localizarle en pocas horas de haberse perdido. "Mi madre se escapó de casa por la noche en varias ocasiones y se perdía en los inmensos parques y bosques de Quebec, la ciudad fundadora del mundialmente conocido Cirque du Soleil. A partir de esta dolorosa experiencia, que altera la vida de toda la familia y a menudo involucra a los servicios policiales, pensé en diseñar un aparato para dar respuesta a este grave problema sociosanitario", cuenta Massicotte, de 42 años.

Licenciado en Literatura y Filosofía por la Universidad de Quebec (Canadá), desde muy joven se mostró inquieto por la creación de artilugios de uso social capaces de aprovechar las modernas tecnologías de comunicación. El problema de su madre le llevó a diseñar, con la ayuda de un equipo técnico de la Universidad de Quebec, el brazalete Columba, que integra un sistema de telefonía móvil, alertas inteligentes y localización por satélite (GPS).

"Si el portador del brazalete", explica su inventor, "abandona su espacio geográfico habitual, previamente definido por sus familiares o cuidadores, el dispositivo activa una alerta automática que avisa a los responsables del enfermo. Inmediatamente se puede localizar al portador a través de una central de atención telefónica, que opera las 24 horas al día durante los 365 días del año. De este modo, es posible establecer contacto con el paciente con la función de manos libres del dispositivo".

El Columba, que respeta los requisitos de la Agencia Española de Protección de Datos, incorpora una tecnología avanzada basada en un programa inteligente de detección y alerta, un sistema de geolocalización por GPS y un transmisor-receptor GSM/GPRS equipado con una tarjeta SIM.

La Confederación Española de Familiares de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) ha puesto un gran empeño en que el brazalete sea accesible para la totalidad o mayoría de los afectados que lo deseen. En un intento de dar respuesta a los problemas de desorientación espacio-temporal de estos pacientes, la CEAFA y las compañías Medical Mobile Seguridad, Telefónica Móviles España y Eulen Servicios Sanitarios se han puesto de acuerdo y están en conversaciones con el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (Imserso) y con representantes de las comunidades autónomas para buscar fórmulas de colaboración para afrontar el coste del aparato. Igualmente han mostrado su interés las sociedades científicas españolas de neurología y de geriatría y gerontología.

El precio del brazalete es de 190 euros, pero tiene un coste adicional de 45 euros al mes por el mantenimiento. Según Emilio Marmanéu, presidente de CEAFA, este nuevo sistema de localización móvil "permitirá tranquilizar al familiar y cuidador del enfermo y evitar, así, situaciones dramáticas.

Para el presidente de CEAFA, el Columba es un instrumento para evitar el estrés emocional que para muchas familias representa la movilidad de los enfermos de Alzheimer. Muchos enfermos ven limitada su capacidad de movimiento por miedo a que puedan desorientarse y perderse. Aparte de la movilidad que facilita y el tiempo que ahorra de acompañantes que con el brazalete no son necesarios, el coste queda también compensado, según Emilio Marmanéu, por "los gastos que ocasiona la búsqueda de estos enfermos, sin olvidar el que representa la movilización de los servicios policiales. Nuestro objetivo es que este instrumento pueda ser accesible, con la ayuda pública, a todos los afectados que lo deseen".

Lleva nombre latino como si se tratase de una paloma mensajera que retorna a su hogar. España ha sido, después de Francia, el país que mejor ha acogido el invento. Se estima que hay entre 600.000 y 800.000 enfermos diagnosticados y unos 400.000 más sin diagnosticar porque están en las primeras fases de la enfermedad.

El brazalete tiene un área de cobertura prefijada de hasta un kilómetro y una autonomía mediante batería de hasta una semana. Un sistema de este tipo podría ser útil también para diferentes situaciones recogidas en la nueva Ley de Dependencia, en algunos casos de violencia de género y en el control de ciertos presos en libertad condicional. Se estima que en estos momentos unos 75.000 españoles con algún grado de dependencia podrían beneficiarse del brazalete, dotado con un sistema de seguridad que impide que la persona que lo utiliza pueda quitárselo.