Queratitis

Queratitis Moraxella

El presente estudio tiene la finalidad de analizar la presentación clínica, identificar factores de riesgo y evaluar los resultados del tratamiento de la queratitis Moraxella.

Indice
1. Factores de predisposición y revisión clínica de 95 casos
2. Bibliografía

La queratitis bacteriana es una patología infecciosa oftalmológica grave que puede provocar pérdida considerable de la visión. La gravedad y efectos de la infección de la córnea generalmente dependen de la condición de la córnea y la virulencia del organismo involucrado. La queratitis bacteriana es poco común si no existen factores de predisposición. La queratitis provocada por Moraxella, por lo general se produce en personas alcohólicas crónicas o comprometidas inmunológicamente de alguna otra forma.

Aunque es una bacteria oportunista poco virulenta, la Moraxella puede causar complicaciones graves que amenazan la vista. El grado de gravedad va desde blefaroconjuntivitis angular hasta compromiso estromal grave con perforación de la córnea. La patogénesis de estas úlceras está relacionada con la producción de proteasas y endotoxinas.

La Moraxella es un microorganismo aeróbico, no motil, Gram negativo de gran tamaño. Tiende a resistir la decoloración durante la tinción Gram. Son microorganismos cortos y robustos que generalmente aparecen de a pares. Ocasionalmente pueden aparecer en cadenas cortas. Su incubación a 37º en una atmósfera húmeda acelera el crecimiento.

Pacientes y métodos:

Se realizó un análisis retrospectivo de los casos positivos de queratitis Moraxella de las historias clínicas del hospital (Royal Victorian Eye and Ear Hospital, Melbourne, Australia), entre diciembre de 1995 y noviembre de 2005.



A fines del siglo XIX, Morax y Axenfeld describieron la Moraxella lacunata como  causa de la conjuntivitis subaguda o blefaroconjuntivitis angular. Más tarde, Petit descubrió que la Moraxella liquifaciens era una causa importante de úlcera córneal hipopión.

Originalmente la Moraxella se descubrió como un patógeno ocular. Su reservorio está en las membranas mucosas de la boca, tracto respiratorio superior y tracto genitourinario en humanos. También se ha aislado en la piel. La infección de la córnea presenta una úlcera periférica o paracentral que en general es oval y localizada, con un borde necrotizante. Las úlceras son a menudo indoloras, en general están asociadas a un hipopión y a veces a hipema. En esta serie la mitad tenía hipopión y ninguno hipema. La úlcera puede avanzar dentro del estroma a lo largo de días o semanas y las úlceras no tratadas pueden perforarse. El microorganismo persiste en la profundidad del cráter.

La Moraxella puede causar infección de córnea en huéspedes inmunocomprometidos, en especial en pacientes alcohólicos, diabéticos o muy débiles. La deficiencia de peridoxina en pacientes que se encuentran nutricionalmente debilitados puede ser clave en el comienzo de la infección superficial. Muchos pacientes tienen antecedentes de trauma. También puede darse en pacientes saludables. Aunque la gran mayoría de los pacientes que intervinieron en el estudio pertenecían a una población de edad avanzada, solo un paciente tenía antecedentes de alcoholismo.
A diferencia de los factores de riesgo sistémicos, los factores de riesgo oculares estuvieron presentes en gran proporción (84%) en esta serie. La mayoría de los factores de predisposición incluyen ya sea la superficie ocular o el párpado. Factores de predisposición múltiples estuvieron presentes en 22 ojos. Tres de nuestros pacientes tuvieron otro episodio de infección por Moraxella luego de 7, 8 meses y 9 años respectivamente. De los tres pacientes, uno fue sometido a injerto de córnea por perforación de córnea herpética. Otros dos pacientes también tuvieron antecedentes de queratitis herpes simplex crónica. La debilitación de la córnea podría proporcionar una superficie epitelial anormal a la que los organismos pueden adherirse con mayor facilidad. Cambios similares se producen en el epitelio del párpado con blefaritis angular.

En la presente serie, la mitad de los ojos requirieron procedimientos adyuvantes, además del tratamiento con medicamentos. El procedimiento más común fue la inyección de toxina botulinum debido al defecto epitelial persistente, que fue el problema principal que encontramos en esta serie. Las úlceras de Moraxella pueden tardar en cicatrizar, pueden pasar semanas antes de que el epitelio se recupere. En esta serie el tiempo de recuperación varió entre 4 y 102 días. Ocho ojos fueron sometidos a queratoplastia penetrante y tres ojos ciegos fueron enucleados.

Se han recomendado muchos antibióticos para el tratamiento de la queratitis Moraxella. Aunque como rutina se utilizan las gotas de fluoroquinolona para el tratamiento de queratitis microbiana en este centro, también se utilizó la combinación de cefazolina fortificada y tobramicina en algunos pacientes.

Nuestra experiencia indica que los factores de predisposición oculares juegan un papel importante en la queratitis Moraxella, que puede conducir a una infección de córnea grave y requerir de intervención quirúrgica. Pueden requerirse diversas modalidades de tratamiento para la cicatrización lenta, de manera de prevenir un defecto epitelial persistente.

Conclusión:

Los factores de predisposición oftalmológicos juegan un papel importante en la queratitis Moraxella. Esta infección tiene malos resultados visuales debido tanto a la naturaleza de la infección como a los factores de predisposición.