Control de la enfermedad

Colombia preparada para enfrentar las “Vacas locas”

Aunque el país nunca ha enfrentado una perturbación de salud pública de este tipo se empezarán a controlar todos los frentes para impedir la entrada de la enfermedad

El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) está realizando la labor que arrojará resultados en 2008 cuando, se espera, el país sea certificado por las autoridades internacionales como libre de la enfermedad, tal como ocurre con Argentina y otras nueve naciones en el mundo.

El Coordinador del proyecto Encefalopatía de la entidad, Uriel Sierra, destacó que el logro de este objetivo es fundamental no sólo para garantizar una mejor calidad del alimento entre los consumidores, sino para que la carne bovina abra más mercados.

Vacas locas: de qué se trata

La enfermedad apareció en Inglaterra cerca de 1986. Hasta este año se han presentado más de 188 mil casos en el mundo, incluyendo tres en Canadá y otros tres en Estados Unidos -entre 2003 y 2005- respecto al continente americano ya que en Europa y otros países de Asia, como Japón, está totalmente distribuida.

El mal corresponde a la encelopatía espongiforme bovina, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a los bovinos, la cual ha causado grandes pérdidas económicas para los países que comercializan con ellos.

Tiene varias formas de presentación: una es la familiar, con bajo porcentaje y es de origen genético; la segunda es esporádica, que se presenta en una de cada millón de personas; y la tercera es una variante que se da por transplantes que provienen de hormonas de personas que la puedan tener.

Se estima que la enfermedad comenzó en ovinos y caprinos, pero hay otras modalidades que afectan a animales de zoológico como guepardos, por ejemplo, e incluso a gatos y otros felinos.

A comienzos de los años ochenta, se lanzó la teoría según la cual, las enfermedades neurodegenerativas que afectan tanto a animales como a humanos, conocidas como encelopatías espongiformes transmisibles, son causadas por una proteína infecciosa denominada “prion”, la cual hace parte de las membranas de las neuronas, y tanto animales como humanos tienen un gen que la codifica.

Dentro de las encelopatías que afectan a los humanos, la más conocida es la Croeutzfeldt-Jakob que adquirió su nombre por los apellidos de los dos científicos que la descubrieron.

Los tres tipos existentes son producidos por diferentes priones, y se ha establecido que los dos primeros ocurren en personas por encima de los 40 ó 45 años, mientras que la variante sí puede darse a cualquier edad.

Formas de transmisión

En cuanto a los síntomas de la enfermedad podríamos señalar que cuando un animal está contagiado presenta signos comportamentales de postura y algunos sistémicos: no hay coordinación y es muy sensible a los cambios de luz o sonidos, presenta hipermetría, pierde la coordinación de sus miembros y cuando cae no se puede parar.

En los humanos se presentan síntomas degenerativos en las manos, parálisis, hay descoordinación, entre otros.

Según expertos, los priones que transmiten la enfermedad no se encuentran en la carne del animal, y por eso la Organización Internacional de Epizootias ha determinado un grupo de materiales específicos de riesgo donde se concentra casi el 100 por ciento de los mismos, entre ellos el sistema nervioso central (encéfalo, médula espinal, ganglios nerviosos, amígdalas, etcétera).

Por eso, aquellos países que tienen la enfermedad deben retirar esas partes con el fin de evitar que entren en la cadena alimenticia, tanto de animales como de humanos, toda vez que ésta es una enfermedad de transmisión horizontal.

Control de alimentos

El gerente General del ICA, Andrés Valencia, señaló que en América del Sur y Centroamérica nunca han reportado casos de “vacas locas”. “Considerando que la alimentación animal es el principal factor de riesgo de esta enfermedad, el ICA desde hace 6 años viene controlando cualquier riesgo en la industria de alimentos animales, mediante la prohibición del uso de harinas de carne y de hueso en la formulación de alimentos para rumiantes”, indicó Valencia.

Así mismo, y debido a la falsa alarma de un brote de la enfermedad presentada en Bolivar la semana previa, el presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, pidió prudencia y recordó que un rumor similar en Estados Unidos produjo pérdidas a los ganaderos de ese país por 3.000 millones de dólares.