Milagros y Tiffany

La historia de las dos únicas "sirenas" que sobreviven en el mundo

Padecen el "sindrome de la sirena".

El "síndrome de la sirena" produce una fusión de los miembros inferiores y, según las estadísticas médicas, el 98% de los bebés que padecen esta patología no sobreviven más de siete días. Tiffany Yorks de Estados unidos (18 años) y Milagros Cerrón de Perú (2 años), son las únicas que hoy viven.

Tiffany Yorks y Milagros Cerrón son las dos únicas niñas "sirena" que sobreviven actualmente. Ambas nacieron con una rarísima malformación congénita, letal casi siempre, llamada Síndrome de Sirenomelia . Descripta desde mediados del siglo XIX , se caracteriza por la fusión completa o parcial de los miembros inferiores. Se presenta de forma aislada o asociada (a trastornos renales, cardiovasculares, gastrointestinales, respiratorios, neurológicos o genitales), formando parte del Síndrome de regresión caudal. La lesión se origina antes de la cuarta semana de gestación. Según las estadísticas médicas, el 98% de los bebés que padecen esta patología no sobreviven más de siete días y existen aproximadamente 300 casos detallados en la literatura.

Entre las las causas de este tipo de malformación, se discute el rol patógeno de la diabetes materna y de agentes como la hipertermia durante la gestación, el uso de sales de litio, insulina y las avitaminosis, e incluso la exposición a la cocaína e insecticidas durante la mayor parte del primer trimestre del embarazo. La sirenomelia o síndrome de la sirena se observa en uno de cada 60.000 recién nacidos. Por la severidad de las malformaciones asociadas, generalmente no es compatible con la vida, por lo que la supervivencia es sumamente rara. Quienes lo logran normalmente tienen una función mental normal y requieren asistencia ortopédica y urológica.
En la antigüedad los niños que nacían con este tipo de malformaciones eran considerados monstruos. Actualmente, el síndrome es fácilmente detectable a través diversos estudios durante la gestación y gracias a los avances de la ciencia, poco a poco, se pueden corregir los distintos defectos.


Tiffany Yorks, la primer superviviente

Tiffany Yorks , es una de las dos "sirenas" que han sobrevivido de las que se tiene registro actualmente. Nació el 7 de mayo de 1988 con sus piernas fundidas de una manera tan especial que hizo que se asemejara a una sirena por lo que pronto llegó el diagnóstico: sirenomelia. Linda Yorks, su madre, expresó que no estaba enterada que algo anormal pasaba con su bebé durante la gestación. "Tan pronto ella nació, la llevaron hacia fuera. Cuando pedí verla, dijeron: 'usted no desea verla; ella no vivirá'. Sin embargo, a pesar de tener problemas con su corazón y riñones, sus pulmones sanos la ayudaron a seguir con vida. Cuando cumplió el primer mes de vida, Tiffany fue derivada al Shriner's Hospitals for Crippled Children en Tampa, Florida (EE.UU) para pasar por las dos primeras cirugías importantes para separarle las piernas antes del año.

La madre de Tiffany, Linda Yorks, no pudo cuidar de su hija, por lo que su abuela se hizo cargo. Juntas viven en una modesta casa en New Port Richey a unas millas de la costa oeste de Florida. Actualmente Tiffany tiene 18 años y está en una silla de ruedas debido a un accidente que sufrió a los seis. Dura nte su adolescencia estudió en el Seven Springs Middle School y después de veinticinco operaciones, logró casi su total recuperación. Entre sus grandes sueños para el futuro figuran obtener pronto su diploma secundario, comprarse un auto y, debido al cuidado y cariño que recibió en el Shriner's Hospital, tiene esperanzas de ayudar a otros niños. "Voy a ir a la escuela de enfermería; deseo trabajar allí algún día", confesó Tiffany.
Milagros Cerrón

Pero Tiffany no es la única, aunque sí lo fue por mucho tiempo. El 27 de abril de 2004 nació Milagros Cerrón en la montañosa ciudad de Huancayo, 240 kilómetros al este de Lima (Perú). Sus padres, Sara, de 19 años y Ricardo de 24 se dedicaban a las labores del campo. La joven mamá nunca se había sometido a un chequeo medico. Durante su embarazo y tras dar a luz, a nte el triste pronóstico de que la niña moriría en pocas horas o semanas, decidieron abandonarla en el hospital, pero luego regresaron a su lado con la esperanza de una sobrevida mayor. La Municipalidad de Lima se hizo cargo del caso y trasladó a la pequeña al nuevo Hospital de la Solidaridad creado en Surquillo (Lima) .

Una vez que los padres superaron la desesperación, miedo y angustia que sintieron al nacer Milagros, asumieron la responsabilidad de su recuperación que incluía, además, luchar contra un riñón izquierdo deformado, uno derecho muy pequeño localizado a nivel del ovario y las infecciones que le provoca tener el ano, la uretra y los genitales juntos; su corazón y pulmones funcionan correctamente. Según el doctor Luis Rubio, el especialista que lleva el caso desde que llegó al Hospital de la Solidaridad, "el contacto de la madre embarazada con los insecticidas usados en la agricultura pudo haber sido uno de los motivos por los cuales la pequeña nació con la malformación".

La tan esperada cirugía que en el futuro le permitiría caminar a Milagros se hizo realidad el 31 de mayo de 2005. Un hecho que conmovió al mundo científico pues hasta ese momento sólo habían existido tres casos de operaciones quirúrgicas similares en todo el planeta donde el paciente sobrevive (del tercer caso no hay datos médicos oficiales actuales). Un equipo integrado por 11 médicos consiguió desunir las pequeñas piernas desde los tobillos hasta 5-10 centímetros por encima de las rodillas. Rubio y su equipo contaron con el apoyo del médico estadounidense Mutaz Habal, que operó a Tiffany.

Pronto la sirenita peruana, como la llaman con cariño, volvió a ser noticia al celebrar sus dos años de vida dando algunos pasos ante las cámaras, con la ayuda del cirujano Luis Rubio y ante las optimistas miradas de sus padres. Y hace muy poco, los primeros días de septiembre fue intervenida nuevamente donde se logró, con éxito, la separación total de las piernas lo que le permitirá poder moverlas desde la cadera. Se espera que Milagros pueda caminar sola para fin de año. Y estiman que en diez años, luego de otras operaciones ( porque le tienen que reconstruir las caderas, el aparato urinario, el digestivo y los genitales) y rehabilitación, la niña conseguirá un desarrollo normal. La "ex sirenita" se comporta como una niña de su edad, habla más de 50 palabras, es muy simpática y ha demostrado una gran resistencia y valor para adaptarse a tan peculiar situación que le ha tocado vivir.