Los médicos deben considerar estos aspectos para suministrar un cuidado de la salud adecuado y efectivo al enfermo en esta parte de la vida.
Los estudios sobre el proceso de salud-enfermedad hacen evidente que los elementos psicológicos y socioculturales juegan un papel fundamental en las formas de padecer el dolor. En la antropología se reconoce que el dolor se ubica en la interfase entre la biología y la cultura; desde esta posición podemos explicar la variedad de reacciones a un estímulo doloroso entre las personas y por qué ciertos grupos étnicos muestran una alta resistencia al dolor.
En las investigaciones del doctor Martínez Cortés se destaca la existencia de lo que denomina padecer médico, es decir, la manera personal en que determinado individuo, dadas sus características psíquicas y socioculturales, sufre su enfermedad, aspectos de gran importancia en la relación médico-paciente. Del mismo modo, en la antropología médica norteamericana se distingue una dimensión de la enfermedad, illness, que abarca las percepciones y experiencias de ciertos estados devaluados socialmente, incluyendo (pero no limitándolo) a la enfermedad.