¿Todos los bebés lloran, pero cuándo es por cólicos y cuándo no? Llorar es un reflejo primitivo de protección normal que sirve como alarma para alertar a los padres por un problema y conseguir su atención. Sin embargo, hay lactantes que tienen un llanto excesivo sin una necesidad identificable. Tales bebés son difíciles de consolar y provocan mucha ansiedad paterna. Se interrumpe el sueño del infante y cuidador, y la experiencia de las madres aumenta los riesgos de fracaso de la lactancia, depresión postparto y conflictos matrimoniales. Cuando los lactantes lloran excesivamente, presentan mayor riesgo. Los padres se desesperan para resolver el problema y aceptan consejos y terapias de una variedad amplia de recursos, médicos, familiares, de amigos, de los medios de comunicación, y de Internet. Se estima que entre 16% y 26% de todos los infantes experimentan el cólico. Aunque el cólico ocurre en todos los grupos socio-económicos, raciales, y étnicos sin preferencia de sexo, la causa permanece desconocida. La hipótesis inicial es de causa gastrointestinal (GI), pero, más probablemente sea multifactorial, conductual, social, y con componentes del neurodesarrollo.
Como describió Wessel, los infantes con cólicos lloran más de 3 horas por día, más de 3 días por semana, y por más de 3 semanas. El llanto excesivo empieza a las 2 semanas de edad, con pico a las 6 semanas, puede disminuir a las 8 semanas, y normalmente se resuelve completamente a las 16 semanas. Es interesante apuntar que los lactantes pretérmino experimentan el inicio del cólico 2 semanas después de la fecha estimada de parto. Los tiempos de llanto son episódicos, no relacionados con la alimentación. Aunque el confort paterno puede disminuir la intensidad, los lactantes continúan llorando. El modelo es diurno, con llanto que aumenta por la tarde y noche. Aunque todos los infantes exhiben un modelo similar de complicación por la tarde que alcanza el máximo a las 6 semanas de edad, los infantes que tienen cólicos a menudo son inconsolables por intervalos más largos y lloran con más intensidad. Bebés que tienen cólicos flexionan sus piernas mientras lloran, tienen el abdomen tenso, se arquean para atrás, y eliminan "gases" lo que hace pensar en un origen gastrointestinal. Cuando un bebé llora excesivamente, hay aerofagia. Los recién nacidos tragan aire inmediatamente después del nacimiento y pronto tienen gases; esta aerofagia continúa por más de 4 meses. La presentación de aerofagia y gas no coincide con el inicio del cólico. El gas no causa el cólico. Más bien, el grito excesivo que normalmente acompaña el cólico lleva a la aerofagia.
El diagnóstico es realizado por la historia, complementada por los resultados normales en el examen físico. Los infantes con cólicos son por otra parte saludables y crecen normalmente. Es importante considerar antes de diagnosticar cólicos otras enfermedades.
El reflujo de gastroesofágico (RGE) puede presentarse con llanto aumentado. Sin embargo, se ha demostrado que sólo el 2% a 4% de los infantes que tienen síntomas de cólico tienen RGE. Intolerancia a la fórmula láctea como la deficiencia de lactasa o la alergia a la leche de vaca a menudo se incluyen en el diagnóstico diferencial, pero es asociada con síntomas adicionales como vómitos, diarrea, sangre en las heces, eccema severo, o urticaria. No se indican pruebas de laboratorio, imágenes y procedimientos invasivos en un lactante que sólo tiene cólicos.
Aunque el cólico se resuelve en los primeros 4 meses postnatales, los padres y médicos intentan tratamientos. Muchos remedios anecdóticos han creado un mercado grande tanto de las compañías farmacéuticas y como de fórmulas, pero pocos ensayos randomizados controlados (ERCs) muestran el beneficio de alguna intervención. La simeticona, a menudo sugerido para los gases y cólicos, no se ha demostrado ser más eficaz que el placebo en ERCs. La diciclomina, un anticolinérgico, ha demostrado disminuir los síntomas cólicos. Sin embargo, ha causado sedación, apnea, convulsiones y coma, y el fabricante ha contraindicado su uso en los infantes menores de 6 meses de edad.
Cambios dietéticos para la madre que amamanta o cambios de la fórmula no han demostrado tener beneficios en el cólico en infantes por otra parte sanos. Puede haber un subgrupo de lactantes que tienen cólicos que pueden causarse por las alergias. Si la historia hace pensar en la intolerancia de la fórmula, un ensayo corto con fórmula de hidrolizados puede ser apropiado. Si los síntomas son consistentes con RGE las medidas presentes, de terapia conservadora, posicional, espesando la fórmula, y potencialmente, un ensayo breve de medicación antirreflujo puede ser consideradas. Una variedad de remedios complementarios se ha propuesto. Una mezcla de infusión de manzanilla, vervena regaliz, hinojo, y bálsamo de menta en una dosis de 120 mL dada tres veces ha mejorado el cólico en un RCT. Este volumen grande de té podría causar succión calórica pobre e potencialmente hiponatremia si la fórmula insuficiente se consume.
La farmacoterapia generalmente se ha mostrado ser ineficaz en el tratamiento del cólico y, a veces, peligrosa. El manejo del cólico debe dirigirse con medidas de sostén. Muchos médicos recomiendan simular el ambiente fetal anterior. Esto incluye el envolviendo firme, balanceo rápido, el chupeteo no nutritivo. Combinando estas técnicas pueden calmar al cuidador e infante. Sosteniendo al infante durante los episodios de cólicos, ha demostrado disminuir la intensidad del lamento pero no la duración. Aunque los padres pueden preocuparse por esta medida pensando que malcriarán a su bebé sosteniéndolo durante 3 horas o más diariamente esa cantidad de tiempo significativamente mucho menor comparada con la vida fetal, y puede destetarse como fácilmente el grito mengua en los lactantes. El estímulo limitando en un ambiente callado realmente empeora los síntomas.
Los lactantes con cólicos pueden preferir la posición prona para dormir, pero debido al riesgo aumentado de síndrome de muerte súbita infantil, esta posición no se recomienda.
Aunque ningún estudio adecuado se ha realizado con éstas técnicas, ningún daño potencial parece existir. El cólico es un diagnóstico de exclusión, y la condición se resuelve en un curso de tiempo predecible sin la terapia médica. El papel más importante de los profesionales de la salud en el tratamiento del cólico es educar, tranquilizar y apoyar a la familia.
Traducción y resumen objetivo: Dr. Edgardo Checcacci
Motivo de llanto
Cólicos del lactante
Todos los bebés lloran: ¿pero cuándo es por cólicos y cuándo no?
Autor/a: Lee Fireman, MD