Salud en la región, pronostico reservado

Deficiencias se repiten en casi todos los países de Centroamérica

Hospitales destartalados, equipos –si los hay– anticuados; personal mal pagado, listas de espera interminables o escasez de medicamentos son algunas de las carencias que sufren los pacientes que no tienen dinero para acudir a un centro privado, en la mayoría de países de Centroamérica, incluida Guatemala

Salud en la región, pronóstico reservado
Deficiencias se repiten en casi todos los países de Centroamérica


 
La Cruz Roja de Honduras ha lanzado una campaña contra el sida. 
 
Por AFP y otros servicios noticiosos

Hospitales destartalados, equipos –si los hay– anticuados; personal mal pagado, listas de espera interminables o escasez de medicamentos son algunas de las carencias que sufren los pacientes que no tienen dinero para acudir a un centro privado, en la mayoría de países de Centroamérica, incluida Guatemala.

La huelga de médicos declarada hace unos cuatro meses en los hospitales públicos del país, en demanda de equipo y material clínico para atender a los pacientes, ha dejado al descubierto una realidad sórdida y a menudo inhumana, que se repite en casi todos los países de la región.

Decenas de pacientes llevan meses esperando en destartaladas camas de hospitales ser intervenidos por un sinfín de causas, otros se encuentran en lista de espera a que les llegue el turno para ser operados, a veces casi por un año.

En algunos hospitales, la higiene deja mucho qué desear, hay boquetes abiertos en el techo por donde se filtran ocasionalmente las aguas negras de tuberías que no han podido resistir el paso del tiempo, las cuales caen en las salas, incluso donde están los recién nacidos.

“Hemos planteado la problemática, pero sin dinero no se puede mejorar el sistema”, aseguró recientemente la ministra de Salud de Honduras, Jenny Meza.

A juicio del director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Costa Rica, el guatemalteco Carlos Samayoa, se necesitan, en particular en los países del norte de la región (Guatemala, Honduras, El Salvador o Nicaragua), “decisiones políticas apropiadas” para llevar a cabo “reformas profundas”.

Pero es muy difícil que muchos gobiernos entiendan eso cuando los ministerios de Salud “están liderados por médicos clínicos. Ingenieros sin ninguna visión de lo que es la salud pública”, sostiene. También es crucial una mejor gestión de los cada vez más limitados recursos existentes.

Mientras la situación no cambie, las crisis continuará en detrimento de miles de ciudadanos que ven limitado su derecho a recibir una atención en salud de calidad y calidez.

Las más afectadas

Las mujeres son las más golpeadas del sector.

Aunque la esperanza de vida oscila entre los 69 años, en Guatemala; los 71 años, en Honduras, y los 80, en las costarricenses, su calidad no es la mejor.

En Nicaragua y Guatemala, de cada 100 mil mujeres que dan a luz mueren 87 y 98, respectivamente. Honduras llega a 100 fallecimientos.

La segunda causa de muerte son los tumores malignos: cáncer de cuello de útero, estómago, mama y pulmón.

La desnutrición y la anemia por falta de hierro son habituales.

La violencia es otro azote para la salud mental y física de las centroamericanas.

Son vulnerables a enfermedades como el sida o la malaria, que en mujeres embarazadas tienen efectos nocivos, y el acceso a servicios de salud no es igual para hombres y mujeres, recuerda la organización.

Guatemala: Crisis afecta a los más pobres

Desde hace cuatro meses, el sector salud en Guatemala está sumido en una crisis de la que parece difícil salir.

Con la mediación de distintos sectores de la sociedad, autoridades de Gobierno y médicos han instalado una nueva mesa de diálogo para encontrar soluciones al problema que afecta en particular a los más pobres, a quienes se les ha limitado el servicio.

“Se está estableciendo una agenda que permita atender las necesidades y reformas profundas en el sistema de salud” , afirmó el rector de la Universidad de San Carlos (Usac), Estuardo Gálvez, quien actúa como mediador.

El 9 de junio, los médicos efectuaron paros progresivos en las consultas externas, en demanda de material y equipo médico, medida que se mantiene. “La salud de los guatemaltecos no se resuelve con promesas, exigimos equipo. Estamos anuentes a reabrir en cuanto se generen las condiciones”, sostuvo el médico Sergio Rivas.

Sergio Morales, procurador de los Derechos Humanos, tras una inspección a nivel nacional certificó que la situación es grave. Exigió al Gobierno dotar de insumos y a los médicos reiniciar las operaciones selectivas, las cuales ya se están haciendo.

Pero la esperanza de que la atención se restablezca aún parece lejana, pues las partes en conflicto acordaron reunirse una vez por semana durante los próximos dos meses. A esto se suma que el ministro de Salud, Víctor Gutiérrez, fue enfático al expresar que no aceptará las presiones de los galenos para cambiar a los directores de algunos hospitales.

El Salvador: Fosalud rescata al sector

La creación en El Salvador de un fondo de salud (Fosalud) financiado con los impuestos al consumo de tabaco, alcohol y compra de armas y municiones es un nuevo paradigma en la atención médica.

Los gobiernos de Guatemala y Honduras ya solicitaron información acerca del funcionamiento de este programa.

Los fondos para mantener el programa salen de la aplicación de un impuesto de entre el 7 y 40 por ciento a las bebidas alcohólicas; 0.16 de dólar (Q1.28 a un cambio de U$$ 1 por Q8) por cada cajetilla de cigarrillos; 20 dólares (Q16) por revólver, U$$40 (Q320) por escopeta, y U$$35 (Q280) por traspaso de armas.

En San Jacinto, de lunes a viernes se pasa consulta a un promedio de 125 pacientes, el fin de semana a más de 400. El caso se repite en el resto de las clínicas.

“Fosalud es un programa bueno. La enfermera me acaba de retirar los hilos de una lesión que tuve en la cabeza”, declaró Douglas Galicia, un maestro y periodista, que la última semana sufrió un accidente vial.

En un año de funcionamiento (nació el 11 de agosto de 2005), benefició a más de cuatro millones de pacientes a nivel nacional, y en una nueva etapa fija su mirada en las áreas rurales y en las islas del golfo de Fonseca, en el océano Pacífico.

El programa comprende 100 unidades de salud ubicadas en lugares estratégicos del territorio nacional, de escasos 20.742 km2 y 6.9 millones de habitantes, y cuenta con un presupuesto inicial de US$20 millones por año.

Costa Rica: Corrupción provoca deterioro

El sistema de salud de Costa Rica, por décadas el más avanzado del Istmo, está en deterioro debido a la ampliación de la demanda, las erradas políticas institucionales y la corrupción.

Más de 100 mil personas, algunas con enfermedades como cáncer, deben esperar meses para recibir un tratamiento o someterse a una cirugía.

La atención de un médico en ciertas especialidades, como neurología, ortopedia u oftalmología, puede tardar hasta dos años, debido a la escasez de profesionales en esos campos y a la gran demanda de la población.

Esta caótica situación ha hecho que los sectores de clase media y alta, que cotizan para el sistema, se vean obligados a recurrir a costosos servicios de medicina privada, y dejar el seguro social para los de menos recursos.

Honduras: Alerta por aumento de VIH

Honduras es el país con más casos de VIH en Centroamérica, con un 20 por ciento de la población infectada.

Oficialmente, el Ministerio de Salud reconoce un registro de 23 mil 111 personas con sida hasta marzo pasado y estima que hay unas 61 mil personas mayores de 15 años con el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH).

Allan Dunaway, presidente de la Asociación Nacional de Personas Viviendo con Sida (Asonapsida) calcula que desde que apareció el primer caso oficial del mal, en 1985, en un odontólogo que llegó de San Francisco (EEUU), han fallecido unas 50 mil personas.

Los planes del Gobierno se orientan a promover la abstinencia, la fidelidad y, tras una cortina de humo por las quejas de la Iglesia Católica, el uso de preservativo, según la fuente de Asonapsida. “Pero las campañas no han funcionado porque son temporales”, critica Dunaway.

“Cada día se registra un promedio de tres casos nuevos en los hospitales públicos, sin incluir las personas que van a los hospitales privados, que puede ser un promedio de uno a dos diarios”, estimó.

El 93% de los infectados son heterosexuales, otro 5% contrajo el virus por relaciones homosexuales y 2%, por otras causas, como transfusiones o uso de drogas.

Cuando comenzó la incidencia del mal se infectaba una mujer por cada cinco hombres, pero la relación ha llegado a 50/50. Lo más grave es que cuatro mil pacientes de los 7 mil que lo necesitan reciben antirretrovirales del Gobierno.

Nicaragua: El país con menos inversión

Nicaragua es uno de los países de centroamérica que menos invierte en salud pública.

“Tenemos la inversión per cápita más baja de Centroamérica: 16 dólares por persona al año”, que no cubren la demanda de salud de los 5.4 millones de nicaragüenses, la mayoría de los cuales vive en la pobreza, declaró el dirigente del sindicato de la salud, el diputado sandinista Gustavo Porras.

El bajo presupuesto que el Estado destina al sector se traduce en bajos salarios, déficit de personal médico, escasez de medicamentos, equipos con más de 20 años de uso e infraestructuras deterioradas.

Uno de los más afectados es el hospital materno-infantil Fernando Vélez Paiz. “A veces, ni siquiera tenemos para comprar lámparas o hay que andar buscando (dinero) para adquirir una llave de paso”, se quejó el director del centro, Julio Flores.

La situación de este centro no es muy diferente a la de las 137 clínicas y hospitales públicos del país. En el Roberto Calderón de Managua y de León (occidente) los insectos corretean por las camas de los enfermos.

El Ministerio de Salud recibió este año 169 millones de dólares (Q1 mil 352 millones), para mejorar el salario de más de 21 mil trabajadores. Un médico recibe entre 317 (Q2 mil 536) y 587 dólares (Q4 mil 696) al mes, una enfermera gana entre 87 (Q696) y 146 dólares (Q1 mil 168), y el personal técnico y de limpieza cerca de 90 dólares (Q720).

En los centros públicos también escasean los medicamentos, lo que perjudica a los más pobres, que sólo recurren al sistema de salud en caso de urgencia.

Panamá: Empieza a mejorar

La nueva política implementada por el gobierno de Martín Torrijos, ha evitado la quiebra del sistema y ha empezado a reducir su déficit.

Se enfoca sobre todo hacia la atención preventiva en los centros de salud que atienden los casos menos graves, en los programas de salud rural y en la atención en las tres zonas indígenas del país.

Sin embargo, hay hospitales rurales que todavía afrontan problemas financieros y falta de personal médico e insumos.

En total, Panamá cuenta con 61 hospitales públicos y 711 centros de salud destinados a la atención preventiva y una amplia red de seguros, clínicas y hospitales privados.