Comer un puñado de nueces junto con comidas poco saludables en las que predominan las grasas saturadas limita la capacidad de esas grasas dañinas para perjudicar a las arterias, ya que favorecen su elasticidad, según un nuevo estudio realizado en el Hospital Clínico de Barcelona.
La investigación aparecerá en el “Journal of the American College of Cardiology”. "No queremos dar el mensaje de que se puede continuar comiendo grasas poco saludables si se añade un puñado de nueces en las comidas. En lugar de ello, lo que recomendamos es que incorporen las nueces como ingredientes de una dieta saludable que limite las grasas saturadas", puntualizó el Dr. Emilio Ros, jefe de la Unidad de Lípidos del Hospital Clínico de Barcelona.
Este especialista explica que el endotelio produce óxido nítrico, imprescindible para mantener la elasticidad de las arterias para poder dilatarse ante un aumento de requerimientos de sangre a los órganos irrigados, por ejemplo los músculos y el corazón cuando se practica ejercicio.
"Cada vez que comemos alimentos con un alto contenido en grasa saturada, la grasa absorbida que circula en la sangre interfiere temporalmente con la producción de óxido nítrico, lo cual impide la correcta dilatación de las arterias durante unas horas tras la comida, un fenómeno que se llama disfunción endotelial", señaló el Dr. Ros.
Con el paso del tiempo, la desactivación continuada del óxido nítrico produce una reacción inflamatoria que contribuye al endurecimiento de las arterias o arteriosclerosis, precursor de enfermedades vasculares, como la angina de pecho y el infarto de miocardio.
"Nuestro último trabajo muestra que comer nueces ayuda a mantener la elasticidad de las arterias. Uno de los nutrientes encontrados en las nueces es la arginina, un aminoácido usado por el cuerpo para producir oxido nítrico", aseguró el coordinador de la investigación.