Introducción
Los trastornos de la motilidad gastrointestinal comprenden la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), la dispepsia funcional o no ulcerosa y el síndrome de intestino irritable (SII). Estas enfermedades presentan un impacto clínico y social considerable y constituyen un motivo frecuente de consulta e internación, en especial en la población adulta. En ciertos casos, su incidencia en la población general puede superar el 20%. Para el tratamiento clínico de estos trastornos pueden emplearse los agentes proquinéticos, que actúan sobre la motilidad del sistema digestivo, como la cinitaprida, que tiene acción agonista de los receptores serotoninérgicos 5-HT4 y antagonista de los receptores serotoninérgicos 5-HT2 y dopaminérgicos D2. Las indicaciones de esta droga incluyen el tratamiento del reflujo gastroesofágico y de los trastornos funcionales de la motilidad gastrointestinal. Cuando se administra por vía oral presenta absorción completa, con concentraciones máximas luego de una a 2 horas. Tiene metabolismo hepático y una corta vida media, entre 3 a 5 horas. La eliminación es por vía renal y hepática. Sus efectos terapéuticos derivan del incremento del tono del esfínter esofágico inferior y de su potente actividad gastrocinética, que incrementa el vaciado gástrico, sumado al estímulo de la actividad intestinal mediante vías serotoninérgicas. Además, su toxicidad es baja, con un buen margen de seguridad en estudios toxicológicos de corto y largo plazo.
Los autores realizaron un estudio para evaluar la eficacia y tolerabilidad de la cinitaprida en el tratamiento de pacientes con ERGE, dispepsia funcional y SII (con predominio de estreñimiento).
Pacientes y métodos
El presente estudio clínico, multicéntrico y prospectivo, realizado entre agosto y diciembre de 2003, incluyó 7 320 pacientes con diagnóstico clínico de ERGE, dispepsia funcional y SII. Participaron 1 885 médicos (internistas, médicos de atención primaria y gastroenterólogos).
Los participantes eran pacientes de ambos sexos, mayores de 20 años, que cumplían los criterios de diagnóstico para las enfermedades mencionadas. Los criterios de exclusión comprendieron pacientes con antecedentes de cardiopatía o arritmias, enfermedad gastrointestinal orgánica, diarrea crónica, hemorragia, obstrucción o perforación gastrointestinal, embarazo, lactancia, abuso de drogas o alcohol, antecedente de neoplasia e hipersensibilidad a cinitaprida.
Los participantes recibieron 1 mg de cinitaprida 3 veces por día 15 minutos antes de las comidas durante 4 semanas. No se contraindicó la toma simultánea de otros fármacos. Los pacientes fueron evaluados en 3 visitas mediante examen clínico y registro de reacciones adversas. Sólo se realizaron estudios de laboratorio y electrocardiograma al ingreso y al final del estudio.
Los síntomas a evaluar respecto del reflujo gastroesofágico incluyeron pirosis, odinofagia, regurgitación, dolor retroesternal, disfagia, disfonía y trastornos respiratorios. En pacientes con dispepsia funcional se evaluaron los siguientes síntomas: epigastralgia, distensión abdominal, plenitud posprandial, saciedad temprana, náuseas y vómitos. Por su parte, los síntomas correspondientes al SII incluyeron dolor abdominal, diarrea o estreñimiento, modificación en el número o la consistencia de las deposiciones y distensión o inflamación abdominal.
En el análisis se empleó estadística descriptiva y comparación de las variables numéricas por distribución de frecuencias y la prueba t de Student. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p < 0.05.
Por parte del médico, la evaluación de la eficacia de cinitaprida para el alivio de los síntomas comprendió: la mejoría completa en caso de ausencia total de síntomas, alivio considerable en caso de reducción sustancial de los síntomas, alivio moderado en pacientes con mejoría pero con persistencia de los síntomas, sin cambios cuando no se observó mejoría, empeoramiento cuando aumentaron los síntomas. Por su parte, los pacientes calificaron la franca mejoría en relación con la disminución evidente de todos los síntomas, mejoría considerable con resolución parcial de los síntomas, ausencia de mejoría y, por último, agravamiento en caso de incremento de la intensidad de las manifestaciones clínicas.
Resultados
En total, los participantes fueron 7 320, 60% de sexo femenino, 881 pacientes con ERGE, 531 con dispepsia funcional, 1 260 con SII, 778 con ERGE y dispepsia funcional, 188 con ERGE y SII, 544 con dispepsia funcional y SII y 3 138 con las 3 enfermedades.
Los síntomas más frecuentes en pacientes con ERGE fueron pirosis (62%), regurgitación (63%), disfagia (34%), dolor retroesternal (41%), tos nocturna (25%), disfonía (21%) y asma (15%). Por su parte, los pacientes con dispepsia funcional manifestaron epigastralgia con ardor (63%), plenitud posprandial (60%), náuseas (49%) y vómitos (26%). Los participantes con SII presentaron dolor o inflamación abdominal (68%), reducción del dolor en relación con la evacuación intestinal (55%), estreñimiento (43%) y diarrea (25%).
Respecto de la eficacia, en la evaluación global de los pacientes se observó franca mejoría en 72.58% de los participantes, mejoría considerable en 26.55% de los casos, ausencia de mejoría en 0.84% y empeoramiento en 0.03% del total.
La evaluación del médico consideró alivio completo de los síntomas en 62.35% de los pacientes, alivio considerable en 34.27%, moderado en 2.92%, ausencia de modificación de los síntomas en 0.42% y agravamiento en 0.05%.
Se observó mejoría de los síntomas en cada una de las enfermedades tratadas con cinitaprida. En los pacientes con ERGE, la administración de la droga en estudio se asoció con alivio de la pirosis en 91.78% de los casos, mejora de la regurgitación en 91.14% y de la odinofagia en 77.63%. Los participantes con dispepsia funcional manifestaron disminución de la epigastralgia en 87.33% de los casos, de la plenitud posprandial en 89.09% y de las náuseas en 99.32%. En los pacientes con SII, la administración de cinitaprida se asoció con disminución de la intensidad del dolor en 85% de los casos, del estreñimiento en 83.6% y de la diarrea en 100%. De los participantes que presentaban ERGE y dispepsia funcional, 62.06% presentaron mejoría franca; 22.86%, mejoría considerable; 1.01% no mostró alivio y no se observó empeoramiento de los síntomas en ninguno de estos pacientes. En los pacientes que presentaban ERGE y SII, 66.32% mostraron franca mejoría; 25.26%, alivio considerable y no se observó agravamiento en ningún paciente. Del grupo que padecía dispepsia funcional junto con SII, 59.35% presentó una franca mejoría; 23.02%, alivio considerable y 0.54% no mostró cambios.
El 62.15% de los participantes de este estudio recibieron el tratamiento con cinitaprida durante al menos 3 semanas.
Las reacciones adversas leves aparecieron en 2.9% de los pacientes: las más frecuentes fueron cefaleas (n = 27), diarrea (n = 20), náuseas (n = 11), somnolencia (n = 9), mareos (n = 9), flatulencia (n = 9), dolor abdominal (n = 9) y meteorismo (n = 4). Un paciente con dispepsia y ERGE y otro con síntomas asociados con las 3 enfermedades presentaron manifestaciones extrapiramidales que desaparecieron con la suspensión del tratamiento. De los pacientes con ERGE, 0.2% mostraron reacciones adversas leves que incluyeron cefaleas, náuseas y flatulencia. En ningún caso se detectaron alteraciones del ritmo cardíaco o síntomas extrapiramidales. Entre los participantes con dispepsia funcional, 0.4% comunicaron reacciones adversas leves como cefaleas, dolor abdominal y diarrea, con ausencia de manifestaciones extrapiramidales y alteraciones del ritmo cardíaco. De los pacientes con SII, 0.4% presentaron reacciones adversas leves, con predominio de náuseas y cefaleas y sin manifestaciones extrapiramidales o alteraciones del ritmo cardíaco. La combinación de las 3 enfermedades se observó en 3 138 pacientes, de los cuales 1.9% presentaron reacciones adversas leves; las más frecuentes fueron cefaleas, diarrea, mareos y flatulencia.
La tolerabilidad general a la droga fue del 97%; excelente en 74% de los casos, buena en 20%, regular en 3.1% y mala en 2.9%. No se observaron alteraciones en los individuos evaluados con estudios de laboratorio y electrocardiograma (10%). No se detectaron reacciones adversas graves por cinitaprida.
Discusión
Los resultados del presente estudio demuestran la eficacia y tolerabilidad de la cinitaprida para el tratamiento de trastornos gastrointestinales como ERGE, dispepsia funcional y SII. En general, la cinitaprida se asoció con mejoría de los síntomas en las 3 enfermedades evaluadas. Del total, 72.58% de los pacientes comunicaron una mejoría franca y 62.34% de los médicos informaron alivio completo de los síntomas en los pacientes tratados. En 2.9% de los sujetos aparecieron reacciones adversas leves.
Los pacientes con ERGE tratados con cinitaprida presentaron mejoría de la pirosis y regurgitación en más del 90% de los casos, en especial en aquellos con plenitud posprandial. En más del 87% de los participantes con dispepsia funcional con predominio de trastornos del vaciado gástrico y reflujo se observó mejoría respecto de la epigastralgia, las náuseas y la plenitud posprandial. También en los pacientes con SII con predominio de estreñimiento y dolor abdominal se detectó alivio de los síntomas hasta 85% y 83.6%, respectivamente. Ninguno de los pacientes con SII con diarrea como síntoma principal la presentó luego del tratamiento con cinitaprida.
En los pacientes con más de una enfermedad gastrointestinal, la respuesta terapéutica a la cinitaprida fue excelente de manera global y la frecuencia de reacciones adversas muy baja (2.9%). Las más frecuentes fueron cefalea, diarrea, náuseas y somnolencia, que se presentaron con menor incidencia en comparación con las ocasionadas por metoclopramida y cisaprida. La cinitaprida demostró muy baja frecuencia de afección del sistema nervioso central: somnolencia (0.1%), mareos (0.1%) y manifestaciones extrapiramidales (0.02%). Además, no se observaron alteraciones del ritmo cardíaco, en oposición a lo comunicado con cisaprida.
Conclusión
La cinitaprida es eficaz y bien tolerada para tratar alteraciones del vaciamiento gástrico como ERGE y dispepsia funcional, así como para el SII con estreñimiento y dolor abdominal.