Ya está disponible en la Argentina la nitazoxanida, un novedoso medicamento de acción antiparasitaria que representa el mayor avance de los últimos 30 años en esta área terapéutica.
Está indicado especialmente para el tratamiento de múltiples parasitosis que causan gastroenteritis y diarreas.
Los parásitos atacan principalmente a los niños, ya que suelen estar más en contacto con la tierra y superficies contaminadas, aunque los adultos también pueden contagiarse.
Los síntomas son variados: diarrea, náuseas, vómitos, anemia, pérdida del apetito y otros. “En la Argentina, causan miles de casos al año de gastroenteritis y diarreas, con diversas consecuencias: desde desnutrición crónica y problemas de aprendizaje, hasta retraso del crecimiento”, afirma Ariel Melamud, médico pediatra asesor de Laboratorios Roemmers, que comercializa el antiparasitario.
La nitazoxanida, aprobada también en los EE.UU. y otros países, es la droga de elección para el tratamiento de una amplia gama de parasitosis en niños y adultos.
Es la única droga autorizada por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de los EE.UU. para el tratamiento de la giardiasis a partir del año de edad. El régimen de administración de la medicación varía según la parasitosis que se esté atacando, aunque en general es de 3 días, tanto si se administran comprimidos como suspensión.
Estudios clínicos mostraron que posee un buen perfil de seguridad y en los niños la suspensión por lo general es bien tolerada ya que posee un agradable sabor a frutilla. Su mecanismo de acción consiste en interferir el metabolismo de los parásitos, interrumpiendo su crecimiento a distintos niveles, según el microorganismo de que se trate.
Otras publicaciones señalan que el antiparasitario también tendría una muy importante indicación en la infección por Helicobater pylori, enfermedad que posee una alta incidencia en la población adulta de nuestro país.
Problema sanitario
La Organización Mundial de la Salud estima que por lo menos 2.000 millones de personas están afectadas por diversas parasitosis intestinales. Ello supone una amenaza a la salud pública, y ocurre tanto en regiones con saneamiento e higiene insuficientes, como en otros medios. Con ciertos parásitos, basta con que la piel entre en contacto con el agua o suelo contaminados para que se produzca la infestación. También ingresan a través de alimentos mal lavados o insuficientemente cocidos.